Las vacaciones de invierno finalmente llegaron, y tras las largas semanas de exámenes, el ambiente en el departamento de Jimin estaba más relajado que nunca. Rodeado de sus amigos más cercanos, compartían risas y conversaciones animadas, mientras Jin y Hoseok, como siempre, lideraban la conversación con su inagotable energía.
-¡Deberíamos irnos de viaje! -exclamó Jin, su rostro iluminado de emoción mientras agitaba una mano en el aire-. Vamos, lo merecemos. Después de tanto estrés, ¡necesitamos una escapada!
-¡Sí! -añadió Hoseok, dando un pequeño brinco en el sofá-. Sería perfecto para desconectar antes de volver a las clases y prepararnos para el festival. Solo serían unos cuatro días, ¿qué dices, Jimin?
Jimin, sentado tranquilamente en el sofá, los escuchaba con una sonrisa, pero sus ojos delataban la duda. -No sé... ya tenía pensado trabajar más horas en la panadería durante las vacaciones.
Los dos se giraron hacia él con ojos casi indignados.
-¡Trabajar más horas! -Hoseok casi gritó, haciendo un gesto exagerado-. Jimin, esto es por tu bien. ¡Todos necesitamos desconectar un poco! Vamos, solo serán cuatro días, no va a arruinar tus planes, lo prometo. ¡Y vendrán todos! Será como un reinicio antes del festival.
-Vamos, Jiminie, te lo mereces -agregó Jin, dándole un codazo suave.
Antes de que pudiera decidirse, el timbre sonó, y Yoongi apareció en la puerta, como siempre llegando tarde a las reuniones. Se movía con ese aire indiferente que lo caracterizaba, pero había algo diferente en su rostro, un leve rubor que lo delataba. Hoseok, siempre atento a los detalles, fue el primero en notar ese cambio.
-¡Mira quién finalmente llegó! -exclamó, con una risita cómplice-. ¿Qué tal tu día, Yoongi?
El aludido frunció el ceño, pero antes de que pudiera inventar alguna excusa, Jin lo interrumpió con un tono juguetón.
-¿Acaso cierto alfa con olor a limón tuvo algo que ver?
Yoongi se detuvo en seco, su mandíbula apretada por la sorpresa. A pesar de su intento por disimular, el leve rubor en su piel se intensificó, lo que desató un estallido de risas y gritos emocionados en la sala.
-¡Lo sabía! -chilló, saltando en su lugar-. ¡Sabía que había algo más detrás de esa cara!
Yoongi, siempre tan firme, tan controlado, dejó escapar un suspiro largo, intentando calmar la marea de preguntas que sus amigos le lanzaban sin tregua. Se sentó en el sofá, cruzando los brazos, mientras ellos lo rodeaban, insistentes. Jin y Hoseok no iban a dejar el tema escapar tan fácilmente.
-Vamos, cuéntanos. No puedes esconderlo más. ¡Es obvio! -presionó el beta, su tono bromista y curioso.
Yoongi levantó una mano, intentando callarlos, pero estaba claro que no iba a escapar de ese interrogatorio. Entonces, Jimin, siempre el más comprensivo, intervino, como si supiera que sus amigos habían llegado demasiado lejos.
-No lo presionen -dijo suavemente, su tono calmado, pero con autoridad-. Yoongi, no tienes que contarnos nada si no te sientes cómodo.
Yoongi lo miró, agradecido, y dejó que su cuerpo se relajara un poco, apoyando su cabeza en las piernas de Jimin, un gesto inusual en él, pero que hablaba de la confianza que compartían. El omega, como buen amigo, liberó una suave ráfaga de feromonas que llenó el aire con una dulzura acogedora, calmando el ambiente.
-No es que no quiera contarlo -murmuró Yoongi, su voz ahora más suave-, es solo que... es complicado. Últimamente, he estado viendo más a Tae.
Sus amigos intercambiaron miradas sorprendidas. La sala se sumió en un breve silencio de anticipación. Entonces, Yoongi comenzó a relatar lo sucedido en la biblioteca, su tono inicialmente frío, pero con un trasfondo de frustración.

ESTÁS LEYENDO
Cuando el Sol y la Luna Danzan - Kookmin
FanficEn la academia de danza de la Universidad de Seúl, Jeon Jungkook y Park Jimin son los dos bailarines más destacados, pero con estilos y personalidades opuestas. Jungkook, un alfa dominante, es conocido por su técnica impecable, mientras que Jimin, u...