◦•●◉𖤓| Capítulo 21 |𖤓◉●•◦

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El invierno se colaba entre las rendijas de las ventanas de la cafetería, dejando que el frío se arremolinara en el aire, pero a Jimin le parecía que la helada provenía de algún lugar más profundo, más interno. El recuerdo del celo, de esos días febriles, seguía ahí, anclado en su mente, una presencia ineludible que no podía sacudirse. Cada vez que cerraba los ojos, las imágenes de aquellos momentos con Jungkook se arremolinaban en su mente, trayendo consigo un rubor que se extendía por su cuello hasta las puntas de sus orejas.

Sentado frente a sus amigos, Jimin removía distraídamente la sopa que tenía delante, su apetito completamente ausente. El peso de lo sucedido se sentía como una piedra en su estómago, y aunque las voces de sus amigos llegaban a él, se sentían lejanas, como si vinieran de otro mundo.

-Jiminie -la voz suave de Jin lo sacó de su ensimismamiento, trayéndolo de vuelta al mundo real-, ¿estás bien?

Levantó la vista lentamente, encontrándose con las miradas preocupadas de sus amigos. Hoseok lo observaba con su característica suavidad, su preocupación reflejada en la profundidad de sus ojos. Yoongi, por otro lado, mantenía su típica expresión seria, pero había una leve tensión en sus hombros que delataba su inquietud. Jin, siempre sereno, le ofreció una sonrisa tranquilizadora, aunque también en sus ojos se veía la misma preocupación.

-Es que... -el omega tragó saliva, sintiendo cómo la vergüenza comenzaba a arder en su pecho. Era extraño, porque aunque confiaba en sus amigos, hablar de lo que había pasado con Jungkook lo hacía sentir increíblemente vulnerable-. No sé cómo empezar.

Hoseok, con su típica calidez, le dio un apretón en el brazo, alentándolo a continuar. -Tómate tu tiempo, Jimin. Estamos aquí para escucharte.

Jimin bajó la mirada, jugando nerviosamente con el borde de la servilleta. Sentía el rubor intensificándose en sus mejillas, la incomodidad de ser el centro de atención mezclándose con la necesidad de compartir lo que estaba sintiendo. Era una vergüenza sana, pero pesada, nacida de la incertidumbre y el torbellino de emociones que lo habían envuelto desde que su ciclo se adelantó.

-Lo que pasó... esos días... -su voz temblaba ligeramente mientras buscaba las palabras-, fueron diferentes. Nunca había experimentado un celo así, tan... repentino y abrumador. Me tomó por sorpresa.

Yoongi alzó una ceja, su tono grave pero sin rastro de juicio. -¿Fue más intenso de lo que esperabas?

Jimin asintió, sus dedos tamborileando nerviosamente sobre la mesa. -Sí, y no solo eso... -vaciló, sintiendo que sus mejillas se encendían aún más al recordar lo cerca que había estado de Jungkook, de cómo casi se habían besado. Tragó saliva, luchando contra el nudo en su garganta-. Todo en mí... respondía a Jungkook. No podía controlarlo, y eso me asustó.

Jin, que había estado escuchando en silencio, inclinó la cabeza ligeramente, su tono suave y comprensivo. -Es normal sentirse así, Jimin. Estabas en una situación completamente nueva para ti, y es comprensible que te sientas abrumado.

Jimin, tomando una respiración profunda, se armó de valor para soltar lo que lo tenía más avergonzado. -Lo peor es que... no puedo dejar de pensar en lo que casi sucedió. Casi... casi nos besamos. -Las palabras salieron en un susurro, y en cuanto lo dijo, el rubor en su rostro se intensificó hasta volverse un carmesí evidente.

Hubo un instante de silencio antes de que la reacción de sus amigos llenara el aire. Jin abrió los ojos en sorpresa, su boca formando una perfecta "O", mientras Hoseok soltaba una pequeña exclamación, llevándose una mano a la boca para sofocar su emoción.

-¡¿Casi lo besas?! -Hoseok murmuró, la emoción vibrando en su voz, apenas logrando contenerse de hacer más ruido-. ¡Jimin, eso es...!

-¡Es increíble! -agregó Jin, sus ojos brillando de emoción.

Cuando el Sol y la Luna Danzan - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora