Cuando el Sol y la Luna Danzan - Kookmin

◦•●◉𖤓| Capítulo 5 |𖤓◉●•◦

Jimin caminaba apresurado por los pasillos, sus pasos resonaban en el suelo de mármol con un ritmo irregular, reflejando la agitación que sentía en su interior. Su corazón latía desbocado, martillando en su pecho con cada paso que daba. Aún sentía la mirada de Jungkook clavada en él, la voz del alfa resonando en su cabeza como un eco persistente. "¿Qué pasa entre nosotros?" Esas palabras no dejaban de repetirse en su mente, provocándole un torbellino de emociones. No entendía cómo había llegado a sentirse así. ¿En qué momento había comenzado a tener sentimientos por Jeon?

Jimin empujó la puerta que daba al exterior y salió al campus, el aire fresco golpeando su rostro como un balde de agua fría. Se apoyó contra una pared, dejando que su cuerpo se deslizara lentamente hacia abajo hasta quedar en cuclillas. Su respiración era entrecortada, y su rostro ardía. Las palabras de Jungkook seguían girando en su cabeza, confundiéndolo más y más. ¿Por qué de repente todo parecía tan diferente?

Se quedó allí, acurrucado contra la pared, intentando calmar su respiración y ordenar sus pensamientos. Pero cuanto más intentaba pensar con claridad, más abrumado se sentía. Era como si su mente estuviera atrapada en una niebla densa de emociones que no sabía cómo manejar. La confusión lo invadía. Se preguntaba cómo podía sentirse atraído por alguien que había sido su rival durante tanto tiempo. ¿Era posible que hubiera algo más detrás de las miradas intensas de Jungkook? ¿Algo que había pasado desapercibido para ambos?

Jimin cerró los ojos, tratando de bloquear esos pensamientos.

"Probablemente me estoy imaginando todo", pensó para sí mismo, intentando encontrar una lógica que le permitiera sentirse más en control "Jeon solo quiere molestarme como siempre. Es un alfa tonto y egocéntrico que solo piensa en sí mismo". Se repitió esas palabras como un mantra, esperando que, al hacerlo, lograra convencerse de que eran verdad.

Después de un rato, cuando su respiración finalmente se calmó y su rostro dejó de arder, Jimin se obligó a levantarse. Sus piernas temblaban ligeramente, pero necesitaba moverse, necesitaba hacer algo para alejarse de esos pensamientos confusos que lo perseguían. Comenzó a caminar sin rumbo fijo, dejándose llevar por la inercia de sus pasos. No sabía hacia dónde iba, solo sabía que no podía quedarse quieto.

Mientras caminaba, su teléfono vibró en su bolsillo. Lo sacó y vio un mensaje de Hoseok y Yoongi. "¡Mimi! ¿Quieres ir a una cafetería con nosotros? Está cerca de la universidad", decía el mensaje. Jimin sintió un alivio repentino al leerlo. Era justo lo que necesitaba, una distracción para alejarse de sus pensamientos.

Sin pensarlo dos veces, respondió que sí y se dirigió a la entrada de la universidad para esperar a sus amigos. Mientras caminaba, intentó convencer a su mente de dejar de lado lo que había ocurrido con Jungkook. "Probablemente es solo mi imaginación", se repetía, pero en el fondo de su ser, sabía que había algo más. No podía dejar de pensar en la forma en que Jungkook lo había mirado, en el tono suave de su voz cuando le había hablado. ¿Por qué de repente se preocupaba tanto por él? ¿Y por qué, a pesar de todo, él se sentía tan atraído por ese alfa en particular?

Cuando llegó a la entrada de la universidad, vio a Hoseok y Yoongi esperándolo. Hoseok levantó la mano y sonrió ampliamente al verlo. -¡Hola, Mimi! -saludó con entusiasmo. -¿Qué tal?

Jimin forzó una sonrisa y se acercó a ellos, tratando de parecer lo más relajado posible. -Hola, amigos. Estoy bien, gracias. ¿Qué tal ustedes?

Yoongi se rió, su risa siempre tenía un efecto tranquilizador en Jimin. -Estamos bien. Solo queremos ir a tomar un café y charlar un rato. ¿Quieres venir?

Jimin asintió, agradecido por la oferta de distracción. Se unió a ellos mientras caminaban hacia la cafetería, intentando dejar de lado sus pensamientos sobre Jungkook. Pero incluso mientras sus amigos hablaban animadamente sobre cosas triviales, Jimin no podía evitar sentir una inquietud en el fondo de su pecho. Algo había cambiado, algo entre él y Jungkook que no podía explicar. Y por más que intentara ignorarlo, esa sensación no lo abandonaba.

Mientras se acercaban a la cafetería, Jimin se perdió en sus pensamientos una vez más. Miró a sus amigos, riéndose y bromeando, y deseó poder sentirse tan despreocupado como ellos. Pero sabía que hasta que no enfrentara lo que sentía por Jungkook, esa confusión seguiría persiguiéndolo, haciendo que su corazón latiera con una mezcla de miedo y anticipación.