Prólogo

26 3 0
                                    

Sabían que eran diferentes, que no percibían su entorno como otros niños. Siempre había algo acechando en las profundidades de sus mentes.

Esperando ser liberado.

Esperando saciar su hambre.

Esperando saciar su sed...

Pero aun así, vivieron bajo un manto familiar, feliz y seguros en su ingenuidad infantil. Tapando ese extraño susurro anhelante, pues era peligroso, equivocado y enfermo.

Hasta ese día.

Tan solo eran niños de trece años cuando fueron sometidos a la peor tortura.
Perdieron la ingenua forma en la que veían el mundo.

Les arrancaron con dolor, cada pedazo de inocencia, revelando ante ellos la verdad.

Siempre supieron que su mundo no era normal, pero no esperaban que fuera tan cruel.

En tan solo unas horas, perdieron años de felicidad perfecta. Manchados con sangre y lágrimas. Rompieron sus cuerpos y torcieron sus mentes, matando toda humanidad, desde dentro hacia afuera.

Fueron obligados a abrir las puertas de su infierno, liberando a su demonio interno.

¿Qué es lo que su mundo tiene que ofrecer?

Dolor y muerte.

¿Qué es lo que ellos pueden hacer?

Adaptarse y sobrevivir.

Pelear por el poder.

Matar para vivir.

O morir.

Pocas opciones. Ninguna buena. Pero ese era su mundo.

Estaba en su sangre. Estaba en sus genes. La sed de sangre y el hambre de muerte.

Ese anhelo retorcido siempre estuvo en ellos, esperando en silencio, y encontró la oportunidad de salir en su momento más frágil. Cambiándolos para siempre.

Trataron de ser buenos, trataron de ser normales.

Pero para triunfar en un mundo cruel, debes ser más cruel que él.

No había lugar para los débiles.

Ellos les mostraría lo que era ser realmente cruel.

RETORCIDA SANGRE (Ese Es El Trato 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora