Beatrice despertó acurrucada entre sábanas suaves, envuelta en la colonia conocida. Penetrante y delicioso.
Recuerdos de la noche anterior se agolparon en su mente. El calor subió por sus mejillas.
No puedo creer que lo tuve en mi boca.
Se tapó la cara, ahogando un chillido.
Dios mío, ¿qué hice?
No fue para nada como en sus pesadillas. Se había sentido bien hacerlo, aún cuando era él quien recibía placer.
Recordar su sabor, su olor, la sensación de presión sobre su lengua, la invasión en su garganta.
Y lo que vino después...
Esa noche, ella estaba horcajadas sobre Brandon, en un sofá, besándose y tocándose.
Habían llegado al apartamento en donde se alojaba Brandon hacía pocos minutos, y al momento de pasar el umbral, ella se había lanzado sobre él para comenzar todo.
Ella ya tenía el torso desnudo, solo en bragas, y trabajaba sobre el pantalón de Brandon, queriendo arrancárselo.
—¿Qué quieres hacer? —preguntó él, observando su expresión nerviosa al sacar su polla ya erecta.
—Yo... —tragó saliva—. Quiero... quiero probarte.
Brandon arqueó una ceja en una pregunta silenciosa.
Beatrice volvió a tragar saliva. Estaba terriblemente nerviosa y un poco asustada de lo que quería hacer.
No sería malo tenerlo en su boca, ¿cierto? Él la había complacido muy bien, y también mostró bastante control de sí mismo cada que lo tocaba.
Podría ir más a fondo con su exploración... ¿cierto?
—Con mi boca... —terminó con las mejillas encendidas y los nervios crispados.
—¿Estás segura? No creo que sea algo con lo que te sientas cómoda. Puede traerte...
Cortó sus palabras de golpe y se mostró ligeramente tenso.
—¿Qué? ¿Qué querías decir? —insistió Beatrice.
Algo en la postura de Brando cambió y se volvió cautelosa.
—Puede incomodarte —terminó diciendo—. No todas quieren ir hacia abajo. No tienes que obligarte.
Beatrice frunció el ceño.
¿Por qué siento que no era eso lo que quería decir?
Decidió ignorarlo por el momento.
—Quiero intentarlo.
Murmuró, apretándole la ereccion y desvío la tensión de Brandon.
—Si es lo que quieres, adelante. Trataré de no moverme.
—Acuéstate.
Brandon se estiró en el sofá y Beatrice se subió sobre sus piernas.
Como antes, tomó su ereccion y la bombeó de arriba y abajo, preguntándose cómo podría hacerlo bien.
—¿Qué tengo que hacer?
—Haz lo que quieras. Busca tu ritmo.
—Pero quiero que te sientas bien...
—No te preocupes, sé que lo harás bien.
Beatrice frunció los labios y se concentró en la ereccion. Tenía la boca seca por los nervios.
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RETORCIDA SANGRE (Ese Es El Trato 2)
RandomSEGUNDO LIBRO DE LA SAGA (ESE ES EL TRATO) 1 - Retorcido Capricho. 2 - Retorcida Sangre. 3 - ... 4 - ... 5 - ... Los gemelos, nacidos bajo las alas amorosas de su familia, conocerán la verdadera naturaleza de su mundo. Nadie los concederá. Nadie...