𝑨𝒈𝒓𝒊𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆; Ran Haitani [𝗧𝗿𝗶𝗹𝗼𝗴𝗶𝗮 #𝟭]

Cap.13 (Segunda temporada)

Rindou

Conseguí pan y leche para esa pequeña bola de pelos, tendrá que conformarse con eso por el momento.

Cuando regresé me dediqué a ver cómo Saori lo alimentó, ha estado actuando raro, no sé qué le pasa.

Cuando el gatito se durmió, fuimos a cenar, durante ese momento ella estuvo muy distraída, traté de sacar conversación pero solo recibí respuestas monosilábicas de su parte.

— Cariño, estás bien? —la ví salir del baño y caminar hacia la cama.

— ¿Por qué no iba a estarlo? —corrió las mantas y se acostó con el gatito a su lado.

— Solo pregunto, no has hablado mucho...

— E-Es que estoy cansada —apago la luz de su mesita de noche y me dió la espalda.

Con el pasar de los minutos escuché cómo su respiración se hacía más pausada, me di vuelta para abrazarla y también me dormí.

Cuando desperté ví a Saori vistiéndose con ropa deportiva.

— Vas al gimnasio? —me froté la cara y estiré mis brazos.

— Si —ató su cabello en una coleta alta.

— ¿Sabes cómo llegar? —corrí las sábanas y me levanté de la cama—. Espérame, iré contigo —caminé hacia el baño.

— No es necesario, preguntaré en recepción —salió de la habitación tan rápido que no me dio tiempo de decir nada.

Me quedé parado con la mano en el pomo de la puerta viendo fijo hacia el lugar por dónde ella había desaparecido.

Okey...definitivamente le pasa algo... Pero ¿Qué le pasa?... ¿Hice algo malo?

Mire a la cama y el gato sigue durmiendo en el mismo lugar, tengo entendido que los gatos duermen mucho así que no pasará nada si lo dejo solo un momento.

Me lave la cara y me vestí para ir al gimnasio.
Cuando llegué revisé todos los sectores del gimnasio pero no ví a Saori.

La chica que me habló ayer en la piscina estaba en una de las caminadoras, cuando me vio agachó la cabeza avergonzada.

Está de más decir que su declaración fue rotundamente rechazada.

Seguí recorriendo el gimnasio hasta que la vi, a su lado hay un tipo que al parecer le está explicando cómo hacer los ejercicios, pero ese no es el problema... el puto problema es que la está tocando.

En solo un segundo estuve frente a ellos.

— ¿Por qué estás tocando a mi novia? —se sobresaltó cuando me escuchó detrás de él.

— Solo me estaba explicando algo —Saori se puso sus auriculares y comenzó su rutina.

— No es necesario que te toque para explicarte cómo hacer un puto ejercicio —no escucho lo que dije—. Si vuelves a tocarla te romperé las manos —me agaché un poco para quedar a su altura.

— Me estás amenazando? —levantó las cejas sorprendido.

— No, no te estoy amenazando —di un paso adelante, acortando la distancia—. Te estoy advirtiendo y no hago la misma advertencia dos veces.

El tipo solo levantó las manos y se fue.

Durante ese momento en el gimnasio tampoco me habló, ni siquiera me miró, pero no se ve que esté enojada, es más como si estuviera triste, ¿Será que hice algo para que se sintiera así?

Esto ya está comenzando a irritarme un poco.

Salí del gimnasio detrás de ella y volvimos a la habitación en silencio.