𝑨𝒈𝒓𝒊𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆; Ran Haitani [𝗧𝗿𝗶𝗹𝗼𝗴𝗶𝗮 #𝟭]

Cap.15 (Segunda temporada)

||Temari 2008||

Desperté con mucha resaca, todo me da vueltas y tengo sed.

La mano de Ran está estrujando mi teta y siento su piel desnuda contra la mía... Estoy desnuda?
Corrí la sabana para ver mi cuerpo, si estoy desnuda.

Sonreí victoriosa, yo gané, seducir a Ran cuando está molesto es de las cosas más divertidas que puedo hacer, sobre todo porque siempre cae.

Moví la mano de Ran y me senté sobre la cama, me duele mucho la cabeza, tal vez me pase un poco anoche.

Mientras estoy estirando mis brazos siento como acaricia mi espalda.

- ¿Estás bien?

- Me duele la cabeza -lo mire sobre mi hombro, tiene un solo ojo abierto.

- Quédate acostada, traeré algo para ti -se levantó y también estiró sus brazos.

Es muy raro que Ran se levanté temprano, normalmente no puedo sacarlo de la cama hasta la hora del almuerzo.

Mi novio es un koala.

- Quiero darme una ducha, tal vez me ayude a sentirme un poco mejor -con mucho cuidado me puse de pie.

- Dios... -volví a verlo, me está mirando el culo-. ¿Mañanero? -sonrió coqueto.

Estiró su mano hacia mi para tocarme.

- Tengo resaca pervertido -le di un manotazo.

- Oh, cierto -se rasco la nuca-. Iré a la tienda -se levantó de la cama y mis ojos se desviaron hacia su verga.

Si no me doliera tanto la cabeza se la estaría chupando, pero realmente necesito recuperarme de esta cruda.

Cuando llegue al baño ni siquiera encendí la luz, entra un poco de luz del sol por la ventana así que eso es suficiente para mí y mi malestar.

Me metí en la ducha y encendí el agua fría, se me erizó la piel completamente cuando las gotas golpearon mi cuerpo, me quedé debajo de la regadera hasta que no aguante más.

Cuando salí me envolví en mi toalla y me pare frente al espejo, tengo los labios morados por el frío.

Tomé mi cepillo y me lave los dientes, cuando terminé escuché que Ran golpeó la puerta.

- Aquí tengo ropa para ti

Caminé hacia la puerta y la abrí, él extendió la ropa hacía mi, mirando a otra parte.

Recibí las prendas y lo mire con una ceja enarcada.

- Y tú qué?

- No quiero sucumbir a la tentación -hizo un puchero y cerró los ojos.

- Que tonto eres -me carcajee y le cerré la puerta.

Terminé de secarme y me puse la ropa que Ran me dió.

Me dió una de sus sudaderas gigantes y un pantalón de chándal, perfecto para estar cómoda y calentita.

Salí del baño secándome el cabello, en la mesita de noche hay cinco botellas de agua, una de jugo de naranja, una leche de fresas y algunos bocadillos.

- No quiero estar en la cama -me pare frente a él-. Vamos al sofá a ver películas.

Ran abrió las piernas y me senté entremedio de ellas.

- No creo que quieras ir al sofá amor -Le di el peine y comenzó a desenredar mi cabello.

Siempre dejo que Ran me peine, a mi no me gusta hacerlo.