𝑨𝒈𝒓𝒊𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆; Ran Haitani [𝗧𝗿𝗶𝗹𝗼𝗴𝗶𝗮 #𝟭]

Cap 18 (SegundaTemporada)

Temari

Ya han pasado dos semanas desde que empezamos a planificar todo, Ran está volviendo loco al pobre Dimitri y temo que en cualquier momento vaya a renunciar.

Vengo a trabajar los días que no tengo nada que hacer, ayer no vine porque con Ran tuvimos una reunión para hacer la degustación de pasteles, creo que le molestó un poco que me ofreciera a hacer el pastel de bodas, sigue insistiendo en que no es necesario que yo haga nada cuando él puede pagarle a alguien para eso.

Pero como hoy Ran tuvo que ocuparse de algunas cosas y yo no quise quedarme aburrida en casa, vine a la tienda.

Naya me dijo que Runa aprende bastante rápido y que es muy eficiente, y eso está genial, aunque cuando llegue ella ya se había ido y no tuve la oportunidad de felicitarla, si mañana no tengo nada que hacer, vendré temprano para estar con ella.

Mientras estoy terminando de llenar la planilla para hacer algunos pedidos, sentí mi celular vibrando en el bolsillo de mi delantal, lo saqué para ver la pantalla, es un número desconocido.

—Hola? —descolgué la llamada y me puse el teléfono en la oreja.

Pero del otro lado de la línea no se oye nada.

—Hola... quien habla? —escuche una ligera respiración, si hay alguien del otro lado escuchando—. ¿Acaso es una broma?

Miré la pantalla una última vez antes de colgar, el número siguió llamando un par de veces más pero no contesté.

Comenzó a sonar otra vez y está vez colmando mi maldita paciencia.

—¿Qué mierda quieres? ¡Ya deja de llamar!

—Es la primera vez que te llamo en una semana.

—Saori? —mi expresión se relajó.

—Si... ¿Qué te pasa?

—No es nada, pensé que eras... no importa, perdona, no quise hablarte así.

—No importa, ¿No estás ocupada?

—Estoy en la tienda, ¿Qué quieres hacer?

—Veamos películas, vamos a tu apartamento.

—De acuerdo, iré a buscarte en un momento.

Colgué la llamada y me levanté de la silla, en cuanto tomé el pomo de la puerta para abrirla, mi celular comenzó a sonar de nuevo.

—¿Que tienen todos con llamarme el día de hoy? —saqué mi celular del delantal y vi la pantalla, es Dimitri—. Holaa —esta vez saludé con más emoción, cada vez que Dimitri me llama es para ver algo de la boda.

—Señorita, buenas tardes, espero no importunarla.

Importunarla? Dimitri siempre habla muy raro...

—No, claro que no —abrí la puerta de mi pequeña oficina—. ¿Qué tienes para mí?

—Bueno, le tengo algunas revistas sobre decoración, son decoraciones simples como usted lo pidió.

—¡Genial! Dónde estás?

—Estoy de camino a su edificio...

—De acuerdo, espérame ahí, voy en camino —colgué la llamada y me quité el delantal—. Chicas! ¿Pueden encargarse de cerrar? Debo irme.

—Claro! Nos vemos mañana —Aoi agito la mano en mi dirección con una pequeña sonrisa.

—Temari, espera! Llegó esto para ti hace un momento —Mizuki revisó detrás del mostrador y sacó una caja rectangular.