Una nueva esperanza
Altagracia
Altagracia se sentó en su escritorio, sumergiéndose en los documentos que había recopilado durante las semanas pasadas. La determinación brillaba intensamente en sus ojos; cada pequeño detalle era crucial en su búsqueda de justicia para Mario. Su mente estaba afilada y enfocada, aunque el eco de la angustia de él resonaba con fuerza en su corazón.El reloj marcaba las cuatro de la tarde.
Se acercó a la ventana y contempló a los tres pequeños que llenaban su hogar y su vida: Frida, Iker y Emiliano. Estaban sentados en la pastelería, riendo y disfrutando de un trozo de pastel cada uno. Altagracia sonrió al verlos, recordando que había decidido ir a buscarlos de manera improvisada debido a un problema inesperado que había surgido en la naviera y que requería la presencia de José Luis.
Altagracia regresó a su escritorio y se sumergió nuevamente en los documentos. Cada testimonio, cada evidencia era un paso más hacia la justicia que Mario merecía. Unos golpecitos en la puerta la sacó de sus pensamientos.
- Altagracia, permiso tu secretaria me dijo que podía pasar.
- Por supuesto que si Mario, adelante. -una vez el chico tomo asiento comenzaron hablar sobre el caso, ella le explico todo con detalles y el chico se sentía aliviado cada de la escuchaba hablar
- Primero, necesitamos recopilar toda la evidencia posible -continúa Altagracia, tomando su bolígrafo y abriendo una libreta-. ¿Podrías darme acceso a esos mensajes de tu teléfono? Cualquier detalle que parezca irrelevante podría ser útil.
Mario asiente, sacando su teléfono y navegando entre las conversaciones.
- Aquí están... -dice, mostrándole la pantalla-. Estos son los mensajes que recibí esa noche. Algunos son de amigos, pero hay uno que me parece raro. Dice que "no te preocupes, todo estará bien" y fue enviado justo antes de que me sintiera mal.
Altagracia frunce el ceño al leerlo.
- Eso es preocupante. Necesitamos identificar quién lo envió y ver si hay alguna conexión con la persona que te llevó a esa habitación. Además, quiero que hablemos con tus amigos para obtener más información sobre lo que sucedió en la fiesta. ¿Recuerdas quién estaba allí?
Mario se toma un momento para pensar.
- Sí, había varios amigos, pero también había personas que no conocía bien. Algunos eran amigos del anfitrión, pero no recuerdo sus nombres.
- Está bien -responde Altagracia-. Haremos un seguimiento de todos ellos. También quiero que consideres hablar con un profesional de salud mental. Esto puede ser un proceso emocionalmente agotador, y es importante cuidar de ti mismo mientras avanzamos en el caso.
Mario asiente nuevamente, notando la preocupación genuina en la voz de Altagracia.
- Lo haré. Me gustaría sentirme más fuerte mientras enfrentamos esto.Altagracia sonríe, sintiendo una conexión creciente con su cliente.
- Perfecto. Ahora, en cuanto a la parte legal... tengo algunas estrategias en mente. Ya tenemos la denuncia formal ahora debemos asegurarnos de que se realicen las pruebas necesarias para respaldar tu caso.
Mario respira hondo, sintiendo cómo su ansiedad empieza a disiparse con cada palabra de Altagracia.
- No puedo agradecerle lo suficiente por esto. Nunca pensé que podría encontrar alguien dispuesto a ayudarme.
- Es mi trabajo y mi pasión -responde ella con una sonrisa cálida-. Nadie merece pasar por esto solo. Juntos vamos a luchar por tu justicia.
Después de despedirse de Mario, Altagracia miró nuevamente por la ventana y no los vio en su lugar, escuchó el bullicio familiar que anunciaba la llegada de los niños. La puerta del despacho se abrió con un chirrido, y Frida, Iker y Emiliano entraron riendo a carcajadas. Frida quien había cambiado mucho su forma de ser se había vuelto más extrovertida.
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Love
RomanceAltagracia, una abogada exitosa y reconocida a nivel nacional, se encuentra atrapada en una tormenta personal. Casada con el propietario de la naviera más destacada de América, sufre la pérdida de su cuarto hijo. Envuelta en dolor y tristeza, cuent...