Capitulo 12

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Caos y felicidad.

Altagracia.

Marta observó cómo Frida se alejaba, y se giró hacia Altagracia con una expresión preocupada en el rostro.

- Altagracia, ¿no te pareció un poco extraña la actitud de Frida hoy? -preguntó Marta, bajando la voz para que solo su sobrina pudiera escucharla, suspiró, recordando las pequeñas señales que había notado.- Me dio la impresión de que estaba tratando de encajar, pero le costaba mucho. Cada vez que reíamos, ella sonreía, pero era como si no estuviera realmente presente -dijo Marta, preocupada.

Altagracia frunció el ceño

- Y esa forma en que se rascaba la piel... no creo que sea solo nerviosismo. Puede que esté lidiando con algo más profundo.

- ¿Que estas diciendo, tía?

- Deberían hablar con ella. Tal vez necesita un espacio seguro para abrirse y compartir lo que siente -sugirió Marta, sintiendo una mezcla de tristeza y compasión por la joven. Altagracia la miró, sorprendida por la seriedad de su tía.

- ¿Qué quieres decir con que podría estar lidiando con algo más profundo? -preguntó, un poco inquieta. - ¿Crees que hay algo que no sabemos? - Marta asintió lentamente, como si estuviera sopesando sus palabras.

- A veces, las personas ocultan sus verdaderos sentimientos. Tal vez Frida está pasando por un momento difícil y no sabe cómo compartirlo. La ansiedad puede manifestarse de muchas formas, y a veces solo necesita un empujoncito para abrirse -explicó Marta, tratando de transmitir su preocupación. Su años como psicóloga le habían dado años de experiencia para detectar patrones.

- Tienes razón. La he visto actuar así antes, pero nunca me había dado cuenta de lo mal que se siente. Creía que esa manera de actuar era por no relacionarse conmigo, o tener motivos para discutir.

- Es fácil pensar así, especialmente cuando no son cercanas. Pero a veces, lo que vemos en los demás es solo la punta del iceberg. Frida puede estar lidiando con inseguridades o presiones que ni siquiera imaginan -dijo Marta, tratando de abrir los ojos de Altagracia a una perspectiva más amplia. Altagracia se mordió el labio, reflexionando sobre las palabras de su tía.

- Hablemos con José Luis al rato. -Marta asintió, pero antes de continuar, sintió la necesidad de profundizar un poco más.

- Dime algo, ¿cómo es la relación de Frida con su madre? ¿Has escuchado que hablen? ¿Ella nombra a su madre?

- Eh, no creo que en lo que lleva viviendo con nosotros jamás la ha llamado y Frida la nombra muy pocas veces. ¿Por qué preguntas eso? -Marta tomó un momento para pensar antes de responder.

- La relación con los padres puede influir mucho en cómo una persona maneja sus emociones. Si Frida no habla de su madre o no tiene una conexión cercana con ella, podría estar sintiéndose sola en sus luchas. Tal vez hay cosas sin resolver entre ellas que le pesan. - Altagracia se sintió intrigada y preocupada a la vez.

- Nunca lo había pensado de esa manera. Siempre asumí que simplemente eran diferentes, esa mujer muy liberal o que Frida prefería no hablar de su madre por alguna razón personal.

- Eso es comprensible -dijo Marta-. Pero a veces las relaciones familiares son complicadas. Puede que haya resentimientos o expectativas que no se han expresado. Si Frida guarda esos sentimientos dentro, eso podría estar alimentando su ansiedad y tristeza.

La mente de Altagracia comenzó a trabajar a toda velocidad mientras trataba de conectar los puntos. Recordó momentos en los que Frida parecía distante o desinteresada cuando se mencionaba a su madre o cuando veían a otras chicas hablando con sus mamás sobre sus problemas. Era como si hubiera una barrera invisible entre ella y esa parte de su vida.

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