Narrador
Una vez en la capital, José Luis condujo hacia un supermercado para adquirir lo necesario para la cena; esta vez, él sería el cocinero. Al llegar, recorrió los pasillos con decisión, su mente rebosante de ideas para la cena especial que planeaba para su madre. Recordaba los ingredientes que necesitaba: un buen corte de carne, imaginando cómo se desharía en su boca tras una cocción lenta y meticulosa, verduras frescas y una botella de vino tinto. La sección de productos locales capturó su interés, optando por seleccionar algunos ingredientes autóctonos para añadir un toque único. Altagracia observaba a José Luis con afecto mientras elegía cada ingrediente, admirando su pasión y amor por la cocina.
Iker y Emiliano jugaban en los pasillos, emocionados por la idea de una cena especial en casa y la idea de conocer a su abuela y primo en persona los mantenía ansiosos y llenos de entusiasmo. Sus carcajadas resonaban mientras debatían entre una piña y manzanas, cuál sería la mejor elección para la cena. Altagracia se les acercó para explicarles las diferencias entre las frutas locales y las importadas. Frida, ayudándolos con la fruta, no podía evitar su curiosidad sobre conocer a la familia de su padre. Se preguntaba cómo sería el encuentro y si encontraría algún tipo de conexión con ellos.
Al llegar a casa, José Luis se dedicó a la cocina. Una música suave llenaba el espacio, creando un ambiente cálido mientras preparaba la cena, observado atentamente por su esposa que disfrutaba de un vino tinto. Él sonreía al verla y seguía preparando el corte de carne con habilidad, condimentándolo con hierbas frescas y un toque de ajo.
Altagracia se acomodó en una silla junto a la barra de la cocina, sosteniendo su copa de vino tinto. El aroma de las verduras salteándose en la sartén llenaba la habitación, y ella sonrió al ver a José Luis tan concentrado.
— ¿Qué te parece si me ayudas a pelar las verduras? —preguntó él mientras cortaba las zanahorias en juliana con destreza.
— ¿Qué te parece si mejor observo? —se llevó la copa a la boca—. Además, tú lo haces excelente.
— Eres una descarada —rió.
— ¿Qué estás cocinando, papá? —preguntó Iker, arrugando su pequeña nariz por el aroma tentador.
— Estoy preparando un estofado de ternera con verduras —le explicó—. Es la receta que mi madre solía hacer en las ocasiones especiales, y esto es una ocasión especial. —Emiliano se subió a una silla al lado de su madre y observó la sartén con ojos brillantes.
— ¿Puedo ayudar? —preguntó, imitando los movimientos de su padre.
— Ya que tu mamá es una holgazana, -le pasó el tazón con los pimentones— toma, ayúdame a quitar las semillas.
— No te voy a ayudar, llámame como quieras. -Frida apareció en el umbral de la cocina. Su expresión seguía siendo reservada, pero algo en su mirada mostraba interés, así que Altagracia le hizo un gesto para que se uniera a ellos, y eso llenó el corazón de José Luis de alegría.
— Ven, cariño. -la animó- Estamos preparando algo delicioso.
— ¿Estamos? -dijo el empresario en tono de broma- Eso me sonó a mucha gente, y solo veo un par de rufianes.
— Bueno, tu papá está preparando. -rodó los ojos- Siéntate a mi lado, de vez en cuando es muy gratificante ver a los chefs cocinando.
— ¿Puedo probar una zanahoria cruda? -preguntó Emiliano, extendiendo su pequeña mano-
— Claro, pequeño chef. -le pasó una rodaja- ¿Qué opinas? -Emiliano masticó con seriedad y luego sonrió.
— ¡Deliciosa! -La música suave seguía sonando mientras José Luis añadía las verduras al estofado.
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Love
RomanceAltagracia, una abogada exitosa y reconocida a nivel nacional, se encuentra atrapada en una tormenta personal. Casada con el propietario de la naviera más destacada de América, sufre la pérdida de su cuarto hijo. Envuelta en dolor y tristeza, cuent...