Capítulo 25: Visita real

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De verdad estaban preocupados por él. Habían intentado, inútilmente, mantenerlo en cama. Le habían dicho que no tenía por qué trabajar esa semana, que le acercarían las comidas a la cama, pero Sombra se negó. Se encontraba bien, no le dolía nada, pero definitivamente era capaz de recordar aquel dolor punzante. Él era el que estaba preocupado por Braeburn. Desayunaron todos juntos, era agradable, aunque por la posición en la mesa, parecía una cita doble.

— Entonces, Braeburn, — dijo Sombra — ¿Cómo fue la fiesta? ¿Te divertiste? ¿Gustaron los dulces?

— Estuvo muy bien, sin ningún problema demasiado importante. — Dijo Braeburn cambiando su preocupación por la alegría de un potrillo que describía un hecho que le había agradado —Espero que la próxima vez puedas venir, aunque para entonces, Celestia y Luna, serán princesas eméritas y la regente Twilight Sparkle. — Reía bastante, lo cual alegró el ambiente — Los dulces gustaron tanto a Celestia que llegó a insinuar el venir de visita para probar tu cocina. Tampoco se llamará igual, pues la princesa Twilight Sparkle le ha cambiado el nombre y significado.

— ¿Ah, sí? — Preguntó el umbrum — ¿Y eso?

— La "Celebración del Levantamiento del Sol de Verano", al parecer conmemoraba los hechos del destierro de Luna, la ruptura entre las dos hermanas y cómo Celestia elevó el Sol victoriosa. — Explicó — Ahora se llama Celebración del Día de las Dos Hermanas", representando el regreso de la menor, y su reconciliación.

Sombra lo dejó explicarse, largo y tendido, pero en ningún momento mencionaría lo ocurrido en la tarde noche, él estaba consciente que era debido a que no quería preocupar a nadie más de lo que ya estaban tras el accidente del grande.

— Me desmallé en la tarde noche, ¿Pasó algo entonces, Braeburn? — Dijo él implicando que sabía lo ocurrido.

— ¿Cómo lo...? — Se lo quedó mirando — ¿Me has estado espiando con tu magia de sombras?

— No, no te he espiado. Prometí no hacerlo. — Seguiría siendo observado por los dos — Pero me leí los grimorios sobre la magia del amor, en el palacio de cristal antes de ser vaporizado. — Rió con ironía, pues aunque se sabía flechado, no supo hasta que punto hasta que pasó lo que pasó — Resulta que me reí en su momento, pero hay ciertos grados de unión mágica dentro del enamoramiento. Nosotros hemos llegado a un punto avanzado bastante rápido. Lazo conyugal, creo que era. Contrario a su nombre, no es necesario estar casados, solo compartir un amor puro y sincero. Este sería un indicador a distancia del estado de salud de cada uno, por tanto saben que el otro tiene problemas solo con sentirlo. Sentí, y lloré, pues dejé de sentirte por un instante, uno en el que casi creí que te había perdido para siempre.

El gran umbrum abrazó al pequeño poni, ambos lloraban de alegría porque estaban bien, pero también con amarga tristeza pues ambos habían estado realmente cara a cara con la mismísima parca quien había decidido que no era su hora. El abrazo se mantuvo por un tiempo. Tiempo en que la pareja era observada en silencio por el pegaso y el griffin que, al no saber que decir a todo eso, unirían su casco y garra tiernamente.

Fue un momento precioso, que fue interrumpido por alguien golpeando la puerta. Extrañado por no esperar visita, Sombra, iría a abrir la puerta. Para su sorpresa al otro lado, cuatro guardias de cristal y un pegaso de Canterlot, anunciaron la presencia de las princesas Twilight Sparkle, Mi Amore Cadenza y el Príncipe Shining Armor, acompañados por el cristalero real, la pequeña Flurry Heart y la alumna de Twilight, Starlight Glimmer. Estos lo miraban con expresión mixta, no sabían si sentir miedo, respeto o reírse.

— ¿Rey Sombra? — Preguntaría el unicornio blanco — Estás... diferente... — Sabía que era él, no había duda, pero le sorprendió tanto su atuendo como la frondosa barba que se había dejado crecer.

Sombras sobre el manzanarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora