Capítulo 42: ¿Qué está pasando?

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Sin más, dejó el micro en el soporte y volvió a la fiesta mientras los familiares miraban con desagrado al poni que había osado aguar la fiesta. Ya nada le importaba, todos habían visto su verdadero ser. Solo le quedaba esperar a que le dictaminasen sentencia.

— Después de esta inesperada confesión, las princesas, quisiéramos hacer entrega de nuestro regalo a Sombra. — Dijo Celestia mientras Spike le entregaba una carpeta de archivo a Sombra.

— Celestia, sí sabes que a quien le gusta hacer papeleo es Twilight, ¿cierto? — Dijo riendo.

— Ábrelo, Sombra. — Lo animó Luna — Es algo que has estado deseando por un tiempo.

— Pff... — Trató de aguantarse la risa — Si de verdad fuese lo que deseo, no me lo estarías dando en público, Lulu~ — La provocó para que se ruborizara. Sombra tomó un par de archivos e intentó leer de qué se trataba — ¿Braeburn podrías...?

— Aquí tienes. — El poni le pasó unas gafas enormes de cristal grueso — Te digo que las lleves siempre encima, pero no quieres...

La visión de Sombra con unas gafas tan gruesas haría reír a las yeguas, quienes no se esperaban que el gran "unicornio" necesitase soporte visual para la lectura.

— Ríanse, señoritas, pero esto es consecuencia del fogonazo que casi me mata. — Dijo medio burlón — No sé cómo, pero mi regeneración no puede arreglarlo. Las risas se detuvieron cambiando, a gesticulaciones de dolor y culpa.

— A ver: "Por la presente, queda decretado el perdón real, bla, bla, bla... Por tanto, con efecto inmediato se le otorga el estado de ciudadano libre del reino al señor..." — Se detuvo y miró directamente a los ojos a la princesa del Sol — ¡Me lleva la que me trajo! Celestia, ¿De dónde manzanas...? ¿Cómo?

— Eres un nuevo yo, Sombra. — Dijo — Tus actos tienen recompensas, eres libre de ir a cualquier lugar dentro del reino, pero no salir de él. Se celebrará un consejo de líderes para determinar si estos te perdonan también. — Dijo ella divertida — No obstante, tu "molestia" se debe a que he utilizado tu nombre completo, ¿No es así?

— ¿Era necesario usar los seis nombres? — Dijo algo avergonzado — ¿No se supone que se perdieron en el tiempo?

— Tu acta de adopción está en los archivos de Canterlot, Regi~ — Dijo en tono de burla.

— La única a la que le permitía llamarme así era a Radiant Hope... y ella lleva muerta un milenio por mi culpa... — Escuchó el intento de no reír de Braeburn.

— ¿Seis nombres, "Regi"? — Decía entre risas el rubio — ¿Y eso?

— Maximus Regitore Quartz Sombra  Eclipse Amore  — Recitó algo avergonzado delante de todos.

— Entonces, ¿de dónde vino lo de Rey sombra? — Preguntó Twilight — Hasta donde sé, era parte de tu nombre.

— Me deshice de cuatro de esos nombres con mi llegada al trono. — Explicó él — "Regitore" es un modismo del Imperio que designa a un regidor, pero no era muy intimidante y mi caligrafía cursiva no lo arregló. — Confesó — La forma oficial de acortar, en aquel entonces, era "Reg". Cuando escribo cursiva, la "g" queda demasiado abierta. En seis años de reinado, aquello derivó en que "Regitore" pasase a "Reg", y este a su vez derivase en "Rey" debido a que nadie sabía diferenciar entre "g" y "y" cuando escribía cursiva más que por contexto.

Los corceles del grupo, el dragón y el draconequus, se partían de risa en el fondo mientras revisaban la documentación confiscada por Discord en un pequeño descuido. Intentando que Sombra no les diera demasiada importancia, Mi Amore Cadenza, lo invitaría al Imperio.

— ¿Sabes Sombra? — Dijo — Yo también tenía un regalo para ti, pero no lo podía traer, implicaba sacar el corazón de cristal de su pedestal y mover grandes cantidades de archivos, por tanto, estás formalmente invitado a una comida en palacio para poder recibirlo. — Sombra iba a aceptar la invitación cuando, de pronto, sintió una huella mágica que conocía.

— Hey, aquí hay un cristal grabador, me pregunto si... — Dijo Hawk.

— ¡Ni se te ocurra activar eso! — Trató de detenerlo pero Hawk ya lo había activado.

El prisma empezó a flotar, proyectando tres figuras que se movían de un lado a otro. Pronto se volvieron reconocibles ante ellos, siendo la más alta la princesa Amore que perseguía a dos jóvenes unicornios.

— ¡Hope! — Decía la monarca — ¡Hope! No le sigas el juego o no parará hasta que el palacio sea un desastre. Debes detenerlo antes de que se coma todos los libros.

— Lo intento, maestra. — Decía la unicornio morada que portaba el nombre de Radiant Hope — Pero es difícil acertar el hechizo si aprovecha la más mínima línea de oscuridad para moverse. — La tercera figura había desaparecido hacia un par de minutos.

— Entonces, ¡hágase la luz! — La princesa lanzaría lo que pareciera un hechizo de iluminación terminando con cualquier rastro de oscuridad en la estancia obligando al tercero a salir de su escondite.

— Jijijiji. ¡SOMBRA! — De repente, una versión en miniatura del umbrum aparecería sobre el lomo de Amore. No parecía demasiado contento por haber perdido el acceso a su escondite.

— ¡Te tengo! — Dijo ella atrapando al pequeño en sus cascos — Maximus Regitore Quartz Sombra Amore Primus, ¿Qué te tengo dicho de los duces fuera de horario, mordisquear libros y esconderte en las paredes?

— S-sombra... — El pequeño trató de conseguir el perdón de su mayor haciendo una cara triste y ojitos de muñeco.

— No te vas a libras esta vez. — Sentenció la joven aprendiz — Ahora eres el Príncipe del Imperio, Sombee. Tienes responsabilidades y obligaciones, aprenderás a manejar un reino, política, ciencia, magia, defensa...

— Sombra. — Negaría con la cabeza sacando la lengua. Luego saltó de los cascos de su madre a lo que parecía una puerta — ¡SOMBRA! — Las provocó con un vulgar movimiento de flanco y salió huyendo.

— Y ahí va otra vez... — Dijo Radiant Hope saliendo en su busca.

La princesa que hasta el momento se presentaba seria y decidida, rompió a reír.

— Por todos los cristales, sí portas sangre de la casa Amore. Me alegra tenerte de vuelta, mi pequeño. — Diría para ir detrás de los potrillos.

Ese sería el final de la grabación, el cristal dejaría de brillar y bajaría al suelo lentamente. Los testigos de aquello, se enternecieron con aquella escena. Sombra, por otra parte estaba impactado, realmente era la magia de Hope, pero no esperaba ver lo que había visto.

— Aww~ Eras un potrillo muy lindo y juguetón. — Dijo Braeburn realmente enternecido.

— Sí, ni rastro de lo amenazante que te verías después — Dijo Discord.

— No lo entiendo... — Diría por fin Sombra — ¿Hijo? ¿Sangre de Amore? ¿Cómo? Rabia dijo que me había creado al fusionar el cadáver de un poni de cristal con la esencia de todos los Umbrum... ¿Cómo podría "estar de vuelta"?

— Eso tiene que ver con lo que te decía, Hermano. — Esas palabras tomaron por sorpresa a todo aquel que las oyó, lanzando un sonoro grito de sorpresa.

Sombras sobre el manzanarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora