Capítulo 28: Comienza la investigación

8 2 0
                                    

5.00 AM Appleloosa.

Todas las alarmas sonaron al mismo tiempo marcando el inicio de una nueva jornada de trabajo en la granja. Los aseos fueron invadidos en menos de 5 minutos: el del piso de arriba, por las yeguas; el de la planta baja, por el príncipe, y sus guardias esperaban a su turno entre ellos Flash. Sunburst estaba en la sala, Starlight le desenredaba la melena con el cepillo. Braeburn se encargaba del desayuno mientras que a Sombra no le quedó de otra que asearse la melena en el fregadero. Sorprendentemente, todos estaban sentados a la mesa para cuando el Sol empezó a elevarse en el cielo.

— Entonces, — Dijo Twilight — ¿ya todos sabemos lo que vamos a hacer el día de hoy? — El grupo que se encargaría de investigar asintió.

— Pero, ¿Quién cuidara de Flurry Heart? — Preguntó el unicornio blanco — Vosotros vais a ver cómo arreglar esto, los guardias y yo trabajaremos en la granja mientras tanto. ¿Quién atenderá a nuestra hija?

— Yo lo haré, majestad. — Dijo Braeburn — Créame, tengo experiencia, y un montón de primos que han estado a mi cargo desde muy joven.

— Muy bien. — Accedió — Entonces, Sombra, ¿Qué haremos nosotros?

— ¿Qué tal se te da el trabajo a casco? — Dijo el grande, solo para que se le quedaran mirando. Suspiró — Tenemos que ir al banco, a un par de tiendas y al puesto del sheriff. Tenemos que reparar un par de decoraciones de madera que se han carcomido. Luego, el trabajo sucio... Tengo que ir a casa del enterrador a tomar las medidas...

— Oh... ¿Quién es el muerto? — Preguntó uno de los guardias.

— El viejo enterrador. — Dijo con pesar — El pobre ya se veía en las últimas y sabiendo que no tenía fuerzas, y sus hijos no querían seguir el negocio, buscó a alguien que no tuviera miedo de hacer el trabajo. Lo cierto es que sigue con vida, pero no quiere perder el tiempo.

— Entonces, ¿tomarás su puesto? — Preguntó otro guardia.

— No, su sobrino ha accedido a ello cuando falte, pero viene desde Filliedelphia (Yeguadelfia). Por lo que quiere ahorrarle el trabajo. No es muy alegre, pero promete un buen dinero que vendría bien para hacer algunas reparaciones. — Dijo mientras peinaba su barba de una manera tal que asemejaban cuernos.

Terminado el desayuno, las princesas y compañía fueron a casa de Apple Cider y Hawk a empezar sus indagaciones por allá. La casa estaba justo en frente de la biblioteca. Cuando llegaron, Apple Cider salía de casa para abrir "El Arcoíris". Sunburst reparó en el colgante que llevaba. Era un amuleto del imperio, permitía al portador hacer copias de cristal con pensamiento propio, probablemente Sombra se lo había entregado para poder suplirlo en el tiempo que durase la visita.

— Buenos días Hawk. — Dijo Twilight saludando al griffin que todavía tenía las plumas revueltas.

— B-Buenos días, majestad. — Respondió intentando mantener la compostura y sus gafas en el sitio. — Pasen, pasen. Disculpen el desorden. Acabo de hacer café.

El lugar estaba abarrotado de pilas de libros que aun no habían sido referenciados y llevados a su respectivo estante en la biblioteca.

— ¿Qué diablos? — Dijo Sunburst sorprendido por el desorden — Y yo que pensaba que mi biblioteca estaba desordenada, pero esto... ¿Son eso grilletes?

— Oh, sí... Por fin me liberó hace una hora, después de una noche entera sin parar... — Dijo mientras bostezaba — Esto ha sido por tu respuesta de ayer, cuando le confirmaste que griffin y pegasos son compatibles tras varios intentos. — La cara del unicornio naranja se puso de color rojo.

— Bueno, dejando eso a parte, — Dijo Starlight intentando cambiar de tema — ¿Podrías hablarnos más a detalle de cómo son las cosas por aquí? Braeburn nos comento algo más como lo que dijiste en el bar. — Mencionaría sacando una libreta y una pluma de su alforja.

El griffin comenzaría a relatar con detalles todo lo que, desde su punto de vista, chocaba con la idea de mentes abiertas y amistad que las princesas promulgaban. Describió con detalle, aquellos casos uno por uno y como, muchas veces, se burlaba de muchos, con el afán de ofender, durante las festividades; de cómo un par de familias, que no estaban conformadas por ponis o bisontes, tuvieron que abandonar el pueblo porque se sentían acosados por el alcalde; pero que lo peor solía pasar durante las semanas de rodeos, en las que, fuera de un contexto humorístico, se permitía y se alentaba el acoso al personal de entretenimiento, los llamados payasos, y a las minorías.

— Uno de los que peor lo llevan es Trouble Shoes. — Explicaba — Al pobre ya le tenían manía, a pesar de haberle perdonado, pues su don es la mala suerte cómica, no puede controlar cuando va a tener un "accidente" y, cuando lo tiene, puede llevarse parte del mobiliario por delante. — Decía — En lugar de ayudarlo le acusa de provocar los problemas adrede y excusarse de mala manera.

— Entiendo, esto cada vez se pone peor, Twilight. — Reconocía Cadence.

— ¿Dónde vive el tal Trouble Shoes? — Preguntó Flash Sentry, esa sería su siguiente parada.

— Vive en una caravana en medio del bosque del este. — Indicaría — Si vas por el camino todo recto, eventualmente llegarán hasta allá.

Con esto dicho, el grupo se despidió del ocupado griffin y puso rumbo hacia el bosque. El cual no estaba demasiado lejos del pueblo, ahora solo tenían que caminar hasta el sitio. Twilight y Flash caminaban delante, lo cual no les sirvió demasiado en su intento de mantener en secreto cuán unidos estaban, pues sus cascos casi podían tocarse ante la incrédula mirada de los acompañantes.

Sombras sobre el manzanarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora