Sombras sobre el manzanar

Capítulo 41: Las celebraciones

El día de la boda todo parecía que iba a estar bien, al menos mientras Sombra y Apple Heart no estuvieran a menos de cinco metros de distancia, por lo que, Braeburn y él, no se sentarían con la familia para evitar posibles problemas. Sorprendía que algunos de los presentes eran ponis importantes del reino, pero lo que más impresionó a algunos fue que la princesa Luna pidió ser segunda madrina de Sugar Belle, lo que no sabían es que, para ella, era como un "adiós", pues a pesar de que al final quedaron como amigos hacía mucho tiempo, Luna todavía tenía sentimientos que no podían ser correspondidos por el novio.

Otra sorpresa fue que, mientras la novia avanzaba hacia el altar, situado en la linde del terreno Apple-Pear, allí donde los padres de él se declararon amor eterno y se enroscaban un manzano y un peral, Sombra cantaría acapella un aria nupcial del Imperio de Cristal en Alto Poni Nórdico antiguo. Pocos, exceptuando a los que tenían más de un milenio, entendieron la letra que les deseaba a los recién casados salud y prosperidad, pero el ritmo y la voz eran tan armoniosos que toco el corazón de muchos de los presentes. Celestia estaba impresionada de que alguien como Sombra siquiera conociera aquella obra que incluso la precedía en edad por varios siglos.

La ceremonia inició una vez todos se posicionaron en los lugares correspondientes. El poni sombrío miraba atentamente a los novios, pero apenas seguía lo que la Alcaldesa Mare decía, o los votos de la pareja, en su mente se proyectaba una visión algo diferente en la cual eran él y Braeburn los posicionados frente al público.

Un toque en su hombro lo devolvió a la realidad, era Discord que señalaba en dirección al suelo. Al mirar, vio como su novio no paraba de llorar debido a lo sentimental del momento, le ofreció un pañuelo para limpiarse, pero, como no se calmaba, terminó por sostenerlo entre sus cascos dejando que se desahogase en él. Era raro que Discord no le diera conversación después de tanto tiempo sin verse, pero notó que este estaba distraído deshaciéndose de unas peculiares manzanas parlantes que por alguna razón pedían el casco de la novia y le recitaban versos poéticos como quien formula una pista en un juego.

La ceremonia terminó con el matrimonio intercambiando anillos y sellando su amor con un beso bastante apasionado, Sombra juraría haber visto como la pareja intercambiaba lenguas. Cuando miró al poni entre sus cascos este se había quedado dormido. Tan lindo se veía que casi le apenaba tener que despertarlo, pero lo hizo, era momento de celebrar.

En el granero, la fiesta corrió a cargo de Pinkie Pie, quien había contratado a DJ-P0N3 para la ocasión, pero por alguna razón se presentaron problemas, ¿cómo no? La carísima mesa de mezclas había sido banalizada, alguien le había cortado los cables importantes con un objeto afilado.

Sombra miró a Braeburn, le dijo que trajera los instrumentos; luego miró a Apple Cider y a Hawk, sabía que habían traído el karaoke a escondidas; se acercaría a Shining Armor, a Discord, a Spike y a Flash Sentry, les dijo que se preparasen para salvar la fiesta o para hacer el mayor ridículo de sus vidas, pero que no dejaría que el día especial de su primo político se fuera al traste por no poder celebrar como era debido.

Como no había música, el ambiente empezaría a enturbiarse, los ponis querían bailar pero no lo harían sin algo que acompañase. Con el equipo montado, y los instrumentos disponibles en los cascos y garras del grupo, AC llamó la atención de todos desde el entarimado.

— ¡Queridos amigos y familiares! — Sostenía el micro — Lamentamos el inesperado inconveniente sucedido a DJ-P0N3, de verdad espero puedas conseguir que arreglen tu equipo de mezclas, sé lo que es que algo así ocurra en el peor momento. — Dio su condolencia — Por otra parte, aunque no estaba planeado, un grupo de invitados parece no querer dejar que todo esto termine aquí, por lo que ha llegado el momento improvisación. Denles un sonoro aplauso a estos valientes que se están por arriesgar a un ridículo excepcional por y para su entretenimiento. — Colocó el micro en su sitio y las cortinas se abrieron mostrando a los pobres ponis y no ponis.