Ese mundo..

Deshazte de el.

—¿Quien es el?—preguntó Kokonoi, tratando de mantener distancia.

Kokonoi se encontraba en frente de Sanzu, quien tenía las pupilas completamente dilatadas. Parecía perdido, asustado.

—Esto es completamente loco...—Hanma rió—Me encanta.

—No pensé que Kazuma arriesgaría a su objeto más preciado, para una simple venganza—murmuró Kisaki—contra un niño.

—No es un niño. Es un maldito total.

—Pf, lo sé... se su historia, de dónde viene, lo que ha hecho. Pero hasta para mí el encontrar su información actual fue casi imposible—ladeó su cabeza—Su información de su pasado está ahí, pero la actual... wow.

—No lo matará. Kazuma sabe lo que hace, está loco por ese chico—tomó distancia—ahora empieza la acción.

Kisaki levantó sus hombros, pareciendo incluso desinteresado, aunque en su cabeza habían constantes sentimientos de preocupación ante la situación, ¿por qué se sentía así? en cierta parte, le parecía curiosa la historia de Inui y Kokonoi. Lo que había hecho el chico para solo encontrar a Kokonoi, aquella preocupación, ¿por qué le preocupaba tanto un chico? no lo entendía, no entendía la conexión que ambos tenían y el por que el rubio se estaba arriesgando tanto por un simple humano, ¿por qué no se preocupaba por si mismo? no lo entendía, aunque en cierta parte, sentía envidia de aquella relación, lo dejaba pensando mucho.

Hanma se acercó a Kokonoi para así tomar sus muñecas con fuerza, tomando luego su cabello para así acercarlo a Sanzu.

—Es un amigo de tu querido rubio...—susurró cerca de su oído—Vamos, ahora mira este rostro.

Acercó el rostro de Kokonoi a un asustado Sanzu, quien se quedó aterrado ante la presencia del chico. Parecía intentar alejarse en lo que podía, pues claro, se encontraba amarrado a una silla. Más ello, los gritos de hacían cada vez más intensos.

—El es tu mayor miedo, tu mayor enemigo... todo tu miedo, se materializa en el, justo quien está en frente tuyo.

Las palabras parecían meterse en la cabeza de Sanzu como verdades. Solo se escuchaban gritos, movimientos vagos de el rubio moviéndose en el lugar como si intentara escapar, lo cual, era imposible.

—Si no lo matas, sufrirás una angustia horrible, indescriptible. Matalo, arrastralo... quítale sus tripas—apretó el cabello del chico—Si no lo matas, vivirás en la miseria. Matalo, matalo, matalo.

Por fuera, se encontraba Kisaki observando la situación. Ya había visto aquella situación o al menos, situaciones parecidas en dónde habían pasado cosas así, sin embargo, este era el resultado final.

—Su pulso aumenta... wow. Que sorprendente, hijo—tocó su hombro—Es el resultado final de todo. Dió sus frutos.

—Supongo—miró para otro lado.

—¿Qué sucede? ¿por qué actúas así? nunca lo habías hecho—habló el Padre del chico.

—Nada, solo no entiendo las intenciones de esto. Tienen una granja humana prácticamente para probar todo, ¿por qué hacen esto?

—Venganza. No vengas a hacerte el que no tienes corazón, Kisaki.

Sanzu terminó siendo consumido del miedo.

Kokonoi fue sacado del lugar, quedando en frente de Kazuma luego a quien miro con simple enojo, aunque a la vez, confundido.

—¿Qué es todo esto, Kazuma?

—Un experimento.

—¿¡Y por qué estoy incluído yo!? ¿¡por qué está incluído un cercano de Inui!?

—¿Cómo crees que reaccionará ese mocoso al saber que un ser querido está a punto de matar al chico por el cual ha dado su vida? tendrá que elegir entre uno de los dos... ah, que difícil decisión, ¿no crees?

—Olvidalo. No pienso seguir tus juegos.

Kazuma tomó el mentón del chico, apretándolo con fuerza.

—Harás lo que te digo, ¿oíste? tu opinión no cuenta, tu decisión no cuenta aquí—soltó su rostro con fuerza.

—Agh...

—Muevete.

Kokonoi fue casi arrastrado por el hacía otra habitación, la habitación en donde se encontraba Inui. Por sus espaldas, Kisaki veía todo.

—Aquí está tu querido amigo—empujó a Kokonoi.

—¿¡Inui!? dios, a-ah...

Con rápidez, Kokonoi trató de acercarse a Inui, pero unas grandes puertas fueron abiertas.

—Corre, Koko. Escapa.

Inui no tenía un buen presentimiento. Algo andaba mal, y lo supo en el momento exacto en dónde entró un moribundo Sanzu, caminando a pasos vagos.

—No... puedo... más—murmuró.

—¿Sanzu...?

Un pequeño dolor en el pecho de Inui apareció al ver al rubio en ese estado. Estaba confundido, no entendía el por qué estaba actuando así, ¿qué le pasaba? quería soltarse y ayudarlo.

—¡Suéltame! ¡a-agh!—gritó Inui—¡Kazuma! maldito infeliz... si quieres matarme, hazlo. ¡No hay necesidad de meter a gente que no tiene nada que ver!

—¿De qué sirve una muerte sin sufrimiento? es aburrido—elevó sus hombros.

Segundos después, por su espalda apareció Hanma.

—Que empiece la diversión—rió Kazuma.

Kazuma salió del lugar, subiendo a un segundo piso en donde se podía ver todo desde una mayor perspectiva, en donde se encontraba Kisaki.

Hanma tomó el cabello de Kokonoi para así arrastrarlo hacia Sanzu, quien retrocedió de inmediato con gran miedo.

—¿Te acuerdas de el? tu mayor enemigo...—lo lanzó en frente del chico.

—No, no, no...—Sanzu cubría su rostro con miedo.

—Matalo. Deshazte de el de una vez.

Hanma lanzó una cuchilla en frente de Sanzu, dejándola al uso del rubio completamente libre.

La mirada de Sanzu cambió de inmediato. La mirada que parecía estar asustada de Kokonoi, se volvió en una gran furia.

Kokonoi estaba sorprendido, sin siquiera lograr reaccionar ante la situación. Su mirada estaba nublada, no podía hablar, ni sabía que hacer. Su cuerpo temblaba, mientras miraba a Inui y a la vez, al chico que tenía en frente.

Su expresión cambió, y rápidamente tomó la navaja con firmeza.

Continuará...