Koko, al ver que su intento de ganar dinero no funcionaba sus amigos le proponen la idea a Koko de prostituirse. Era un niño, a lo cual ganaría bastante dinero.
Una cosa que aclarar antes de empezar el capitulo. Inui es realmente fuerte a pesar de ser un niño (incluso más fuerte que Mikey) y en esta historia, las edades y líneas temporales no son muy apegadas a el manga y así. Una vez dicho eso, comencemos!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tenia dos opciones, unirse a una pandilla o crear la propia. Si le ganaba a otra pandilla su cuenta, podría ganar gente por su cuenta. Desafiar al líder y diciendo que si ganaba, podría elegir a tal cantidad de gente para llevarsela a su propia pandilla, hasta sentirse satisfecho con eso.
— Supongo que funcionará bien.. — Suspiró.
Inui desde ese momento, abandonaría si felicidad, seguridad y niñez solamente por Koko.
Averiguar sobre las pandillas de Japón fue fácil. En ese camino que duró un mes aproximado, se hizo un amigo Shorter Wong. Un chico chino que vagaba por los barrios bajos de Japonés, el lugar donde Inui habitaba y aunque ese Shorter era bastante mayor que el (tenía 17 años), quedó sorprendido en una lucha mano a mano junto a Inui donde Shorter fue el vencedor. Le ayudaría bastante, Shorter sabiendo manejar armas y siendo bueno en los golpes, un buen amigo que lo apoyaba en sus planes a cambio de que lo dejara vivir con el, lo cual Inui aceptó.
— Pues.. uno de los más peligrosos sería Kazuma. — Ladeó su cabeza. — Ese hombre roba niños, en especial de los barrios bajos como estos. — Lo miró. — Quien lo sigue sería.. Yūkari, pero el no solo se centra en niños si no que en adolescentes y adultos, en su mayoría mujeres eso sí.
— Somos dos, no podemos actuar aún.
— ¿Podremos hacerlo? — Lo miró algo dudoso.
— Black dragons. — Buscó una hoja para luego apoyarse en el piso y comenzar a dibujar. — Su líder es Shinichiro, quien no es tan fuerte.. pero los que lo guían, uf. — Negó. — Se le une Wakasa y Benkei quienes realmente dan miedo, son enormes pero al ser más pequeño, es fácil atacarlo por las piernas. — Rió, explicando todo a través de un dibujo.
— Ah.. si los conozco. — Ladeó su cabeza. — ¿Crees que funcionará? capaz terminemos muertos.
— ¡No seas pesimista! — Golpeó su cabeza con suabidad. — Mientras tengamos 10 personas, serán suficientes. Dependiendo de las pandillas que atacaremos, será la cantidad de personas que recolectaremos.
— ¿Y si no quieren? — Lo miró.
— Trato es trato y por eso trabajaremos con pandillas medianamente seguras. — Elevó sus hombros.
Shorter lo miró y suspiró, le sorprendía demasiado que aquella pulga básicamente pudiera hacer tanto, pero solamente lo ayudaría y bueno, ese pequeño le había caído bastante bien así que ayudarlo no vendría mal.
— ¡Tengo hambre! vamos a comprar alguna tontería que no hay nada.
— Esta vez pagas tu. — Suspiró y se levantó, dirigiendole ante el.
