Koko, al ver que su intento de ganar dinero no funcionaba sus amigos le proponen la idea a Koko de prostituirse. Era un niño, a lo cual ganaría bastante dinero.
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— ¿Koko? ..
— ¡Koko me mandó un mensaje para ti! — Lo tomó de los hombros. — Dijo que te dijera que el estaba bien, pero es mentira.. el no está bien, ¡debemos salvarlo! el te extraña mucho, demasiado y siempre me contaba de lo mucho que te quería, de verdad.. el pudo haber estado aquí, pero tenía miedo de que saliera mal.
Inui se quedó callado unos segundos. Había encontrado a un chico que de la nada le dijo toda esa información la cual tardó en procesar y en el momento que lo hizo, comenzó a llorar. Le estaban dando información de su amigo, de la persona que más adoraba en ese mundo, de su alma gemela.
— ¿T-Tu sabes dónde está Koko? dios.. — Cubrió su rostro. — ¿Cómo está? ¿tu estabas con el? yo.. no sé que decir.
— Fue.. muy feo. — Miró para otro lado. — Estaba con el y nos prostituian, demasiado.. Koko no quiso escapar conmigo, pero prometí que volvería por el, ¡debemos volver lo antes posible!
— Calma, calma. — Respiró de forma profunda, aguantando sus lágrimas. — No podemos ir solos, debemos armarnos y tu.. ¿sabes pelear? es importante.
— Se escalar paredes. — Rió con suavidad.
— Con Shorter te enseñaremos, ¡serás un maestro de las armas y la pelea! — Rió, limpiando sus lágrimas.
— ¡Ya llegué! — Gritó Shorter, entrando al lugar. — Oh, pulga.. ¿estás bien? — Se acercó.
— Solo .. ¡se donde está Koko! — Sonrió, aún con una que otra lágrima cayendo. — Y.. eh, nunca me dijiste tu nombre.
— Soy Aslan.
Aslan comenzó a sentirse un poco seguro en ese lugar. Era un cuarto con dos extraños, pero sabia que podría confiar en ellos y que ellos lo protegerían, aparte que eran amigos de Koko.
– Aslan estaba con Koko solo que el escapó y.. Koko no quiso. — Mordisqueó su labio. — Deberiamos enseñarle a Aslan a pelear y a ocupar armas, nos será de gran ayuda para llegar.
— Ah, okey. — Se estiró, dejando las cosas en una pequeña mesa. — ¡Ignoremos todo! es hora de comer.
— ¿Fideos instantáneos? ah. — Inui suspiró. — Para la próxima, yo compraré.
— ¡Se agradecido, pulga! — Golpeó su nuca. — Lo robé, así que hice un esfuerzo.
— Solo se que tengo hambre. — Rió.
Shorter fue a calentar un poco de agua mientras Aslan e Inui se quedaban en ese lugar.
— Buscaremos integrantes y armaremos una pandilla.
— Deberiamos adoptar niños de por ahí y enseñarles. — Dijo Shorter.
— ¿Crees que en este lugar caberan más de 3 personas? no, no. — Suspiró.
— Busquemos otro lugar entonces. Somos 3 y hay que progresar.
— Claro, le darán trabajo a dos niños y a un pelado. — Le tiró una almohada. — ¡Ya! no podemos andar recogiendo niños Shorter.
— Solo decía.. — Elevó sus hombros.
El agua terminó por calentar así que Shorter fue a poner agua en los fideos hasta que estuvieran listos.
— ¿Tu que opinas Aslan? deberíamos buscar niños y entrenarlos a cambio de una casa.
— No es buena idea. — Comió un poco de fideos. — Solo los arrastrariamos a un mundo donde podrán morir, así que es mejor buscar personas más adultas.
— ¡Aslan si es inteligente! — Habló con su boca llena. — No como tu, pelado.
— Maldita pulga. — Esperó a que terminara de comer para así hacerle cosquillas.
Shorter e Inui tenian una relación bastante adorable, prácticamente eran como hermanos y entre los dos se molestaban bastante, pero se habían agarrado cariño.
Aslan se quedó mirando el como se llevaban Shorter e Inui, ellos solo le recordaron a Koko; su querido hermano. Ambos no eran hermanos de sangre, era obvio pero habían creado un gran vínculo en esos años que habían estado juntos intentando sobrevivir ante todo ese mundo el cual les había tocado vivir, intentaban animarse día a día entre ambos para no caer en completa depresión y llegar incluso al suicidio, dándose entender que si uno no estaba, el otro no podría sobrevivir estando completamente feliz, ambos se necesitaban el uno al otro y de igual forma, Aslan se sentía mal por dejar a su hermano ahí, sufriendo constantemente por las manos de Kazuma.
— ¿Estás bien, rubiecito? — Se acercó a el.
— Solo.. ustedes dos me recordaron a mi y a Koko. — Se apoyó en la mesa, suspirando. — Me siento culpable de haberlo dejado.
— Ow. — Acarició su cabello con suavidad. — Iremos a buscarlo.. aunque no sé cuando, tenemos que prepararnos.. ellos no son personas fáciles.
— Lo sé, se que son personas difíciles. — Frotó sus ojos. — Los odio demasiado. Me alejaron de mi familia y no pude volver a ver a mi hermano.. cuando busquemos a Koko, ¿podré volver?
— Claro, volverás. — Sonrió. — Si quieres, puedes irte de inmediato.. obviamente, nos das información de donde están.
— No, los ayudaré.
Inui se acercó a Aslan y lo abrazó, dejando que este cayera a su hombro para poder acariciar su cabeza con suavidad. Quería hacer sentir seguridad a Aslan, quería intentar que "olvidara" todo, aunque fuera imposible al menos lo harían distraerse un poco, serían una pequeña familia.
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