Capitulo 28: "Todo el mundo lo sabía"
El ruido de los mecánicos trabajando en los garajes llenaba el paddock mientras el sol de la mañana iluminaba Silverstone. Jenna caminaba lentamente, sus pasos firmes pero su mente ausente. Estaba vestida con el uniforme de Ferrari, su expresión seria y fría como nunca antes. Había pasado mucho tiempo desde que había hablado con Max de manera personal, pero la incertidumbre sobre su madre la consumía.
Llegó al garaje de Red Bull, donde Max estaba revisando los datos en su tablet. Parecía concentrado, y aunque su relación había sido tensa últimamente, Jenna necesitaba respuestas.
Respiró hondo, intentando mantener la calma, y se acercó a su hermano.
Tímida, con la mirada fija en el suelo mientras se acerca- Max... ¿tienes un minuto?
Max levantó la mirada de la pantalla, notando la rigidez en su postura y la falta de ese fuego habitual en sus ojos. Asintió, aunque su tono seguía siendo seco y distante.
- Sí, ¿qué pasa?
Jenna vaciló por un momento. No era fácil abrirse con él, especialmente después de todo lo que había sucedido, pero tenía que saber la verdad.
Mirándolo de frente, con la voz quebrada pero controlada- ¿Sabes algo de mi mamá? No me ha contestado en toda la semana, y estoy... estoy preocupada.
Max dejó la tablet a un lado, su expresión más dura, aunque había un pequeño destello de preocupación en sus ojos. No le gustaba ver a su hermana así, pero no iba a mostrarlo abiertamente.
- No, no sé nada. No he hablado con ella. Sabes cómo es... a veces simplemente desaparece por un tiempo. No deberías preocuparte tanto.
Jenna apretó los labios, sintiendo cómo la ansiedad volvía a apoderarse de su cuerpo. Max tenía razón en parte, pero esta vez sentía que algo más estaba mal.
- Es diferente esta vez. Algo no está bien, Max. Lo siento.
Max cruzó los brazos, observando cómo su hermana se debatía internamente entre la preocupación y el orgullo. Aunque no lo mostrara, él también se sentía incómodo con la situación.
- Mira, si realmente crees que pasa algo, habla con Lupe cuando la localices. Pero no dejes que eso te afecte hoy. Es la carrera. Concéntrate en lo que tienes que hacer.
Jenna asintió lentamente, pero sus ojos seguían llenos de incertidumbre. Era difícil simplemente "desconectar" cuando sentía que su mundo personal estaba desmoronándose. Pero tenía que intentarlo.
- Gracias, Max. Solo... cuídate ahí afuera.
Max se quedó en silencio por un momento, observando cómo su hermana se daba la vuelta para marcharse. Sabía que había una barrera invisible entre ellos, una que ambos habían construido a lo largo de los años. Pero hoy, antes de que ella desapareciera por completo, decidió romper ese silencio.
- Jenna.
Jenna se detuvo y lo miró por encima del hombro.
Con voz más suave- Buena suerte hoy.
Ella esbozó una pequeña sonrisa, una que no llegó a sus ojos, pero que agradecía el gesto de su hermano.
- Gracias.
Sin decir más, se alejó, caminando hacia el motorhome de Ferrari. La carrera estaba por comenzar, y aunque las respuestas que buscaba aún no estaban claras, Jenna sabía que tenía que concentrarse en lo que estaba por venir.
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De vuelta en su propio espacio, Jenna respiró hondo, sintiendo la tensión en cada músculo de su cuerpo. Max había sido seco pero no insensible, y eso la tranquilizó un poco. Sin embargo, la preocupación por su madre seguía latente. Necesitaba dejar todo eso de lado, al menos por ahora.
La tensión se sentía en el ambiente, y Jenna, con su posición en la tercera plaza, miraba fijamente las luces rojas frente a ella. A su lado, Charles en segundo lugar, y Lewis en la pole. Había estado toda la semana lidiando con la preocupación por su madre, pero ahora todo eso desaparecía. Solo había espacio para la carrera.
Las luces se apagaron y el estruendo de los autos arrancando sacudió el circuito. Jenna reaccionó rápido, clavando el acelerador. La primera curva fue una batalla cerrada, Lewis mantuvo su posición, y Charles intentó cerrarle el paso, pero Jenna no estaba dispuesta a ceder.
- ¡Voy por fuera, Charles no tiene espacio!
Sus neumáticos rechinaron al borde del asfalto, apenas evitando el contacto con Charles mientras ganaba terreno. Las primeras vueltas fueron tensas, con la posición de la pole cambiando constantemente. Jenna logró ponerse primera en la vuelta 6, adelantando agresivamente a Lewis en una de las curvas más rápidas del circuito.
- ¡Buena maniobra, Jenna! Estás primera, mantén el ritmo.
Pero la alegría no duró mucho. Un incidente en la pista trajo un safety car, y tras la reanudación de la carrera, una mala elección de neumáticos la llevó a caer rápidamente en posiciones.
- Box, box, box. Vamos a cambiar neumáticos, los duros no están funcionando.
Jenna entró a pits, y salió en la posición 12. La frustración era palpable en su respiración agitada.
- ¡Esto es un desastre!
Pero no se rendiría. Mientras los giros avanzaban, Jenna sacaba lo mejor de sí. Sabía que la carrera estaba en sus manos y empezó a recuperar terreno. La furia y la incertidumbre que la habían perseguido durante la semana alimentaban su determinación.
En la vuelta 20, Jenna ya había subido hasta la 7ma posición, aprovechando cada espacio, cada error de sus rivales. Se lanzó agresivamente sobre los autos de McLaren y Mercedes, haciendo que sus rivales dieran un paso atrás en cada curva que tomaba.
- Estás en la séptima posición. Sigue empujando.
Jenna no necesitaba que le dijeran eso. Su agresividad la hacía volar por el circuito, tomando riesgos calculados, forzando errores. Pronto, estaba en cuarta posición, detrás de Charles, quien luchaba con sus neumaticos.
- Voy por Charles.
Sabía que el equipo no estaría contento con que peleara con su compañero, pero la rivalidad interna que habían mantenido durante toda la temporada ya no importaba. Este era su momento.
- Jenna, cuidado con Charles. Mantén posición si puedes.
- No, voy por él.
Con una maniobra agresiva en la curva Stowe, Jenna adelantó a Charles, subiendo al tercer lugar. El coche de Red Bull delante de ella era el siguiente objetivo, y lo sabía. Con las vueltas acercándose al final, Jenna empezó a empujar aún más fuerte. No había margen de error.
La batalla por la primera posición fue feroz. Lewis y Max estaban disputando la punta, pero Jenna se metió entre ellos, arrebatándole la segunda posición a su hermano en una maniobra al límite.
- ¡Estás segunda! ¡Sigue así!
A dos vueltas del final, la carrera estaba más ajustada que nunca. Jenna veía la victoria frente a ella, y solo quedaba un obstáculo: Lewis Hamilton. En la penúltima vuelta, tomó su oportunidad en la recta Hangar. Lewis cerró la puerta, pero Jenna mantuvo el coche firme, pasando por dentro en una maniobra agresiva que dejó sin aliento a todos los presentes.
- ¡Primera posición! ¡Primera posición!
Jenna bloqueó los ataques finales de Hamilton y cruzó la línea de meta como ganadora. Había sido una montaña rusa de emociones y posiciones, pero su determinación la había llevado a la victoria.
Gritando de alivio, con lágrimas en los ojos- ¡Sí! ¡Lo logramos!
La multitud rugía, pero Jenna apenas lo escuchaba. Había sido una victoria épica, no solo por la carrera en sí, sino por lo que significaba para ella. Había pasado de la duda a la certeza, de la preocupación por su madre a la euforia de ganar una de las carreras más difíciles de su vida.
Estacionó el coche en la zona de ganadores, salió y se quitó el casco. Su pelo teñido de negro ondeaba con el viento mientras alzaba los brazos en señal de victoria. Era su momento, y todo el mundo lo sabía.
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The greatest | A Lando Norris F1 fanfiction
FanfictionJenna Verstappen, hermanastra de Max Verstappen, comenzó su carrera en el automovilismo desde joven, influenciada por su padre Jos, ex piloto de Fórmula 1. Tras destacarse en el karting y ascender en las categorías juveniles, Jenna, a los 18 años, h...