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Capitulo 30:"No necesito ayuda"

Jenna estaba sola, apoyada contra un muro en las sombras del circuito, con los ojos hinchados por el llanto. El dolor en su pecho se hacía más insoportable con cada minuto que pasaba. Respiraba con dificultad, el aire parecía no querer entrar en sus pulmones. Todo lo que podía pensar eran los momentos con su madre, todos teñidos ahora de una tristeza amarga, incomprensible. ¿Por qué todo tenía que salir mal? En el momento más alto de su carrera, la vida le arrebataba lo que más quería.

Sollozando, con la voz rota- ¿Por qué... por qué ahora?

Sus lágrimas no cesaban, y el dolor en su pecho la oprimía cada vez más. Respirar se volvía una tarea titánica mientras intentaba controlar el pánico. De repente, escuchó pasos acercándose. Sin levantar la mirada, creyó que era Max.

Desesperada, sin mirar hacia arriba- Basta, Max... nada va a reparar su muerte... te odio.

Los pasos se detuvieron, y el silencio la rodeó. Jenna, aún llena de furia y tristeza, levantó la cabeza. No era Max quien estaba ahí. Era Lando. Su mirada, cargada de shock y preocupación, la dejó paralizada por un segundo. Él no debería estar ahí.

Lando confundido y preocupado- Jenna...

Jenna se sorprendió, no esperaba ver a Lando, y mucho menos en un momento como este. No sabía qué decirle, su corazón estaba demasiado destrozado para mantener la coraza que siempre levantaba frente a él. El dolor superaba cualquier rivalidad.

- Vete, Lando... no necesito que me veas así. No quiero tu lástima.

- No es lástima, Jenna. No me voy a ir. No esta vez.

Jenna lo miró con furia en sus ojos, aunque era más una mezcla de dolor y agotamiento. Quería gritarle, quería que se fuera, que no la viera tan vulnerable. Pero en ese momento, no podía más. Todo lo que podía hacer era llorar.

- ¡No quiero tu ayuda! ¡No quiero nada de ti, Norris! ¡Vete!

Lando dio un paso más cerca, esta vez sin retroceder. Podía sentir el dolor que Jenna estaba atravesando, y aunque sabía que ella no quería admitirlo, necesitaba a alguien. Necesitaba a alguien que no fuera Max, alguien que pudiera estar ahí sin cuestionarla, sin empujarla a hablar si no quería.

Sin decir una palabra más, Lando hizo lo que jamás pensó que haría: la abrazó.

Jenna, sorprendida, se quedó quieta por un momento. No podía creer que Lando, su enemigo en la pista y en tantas otras cosas, estuviera ahí, abrazándola. Pero algo en ese gesto rompió lo poco que le quedaba de resistencia. El dolor fue demasiado grande para contenerlo, y se dejó caer en sus brazos, gritando, llorando, dejando salir todo el sufrimiento que llevaba acumulado.

- ¡¿Por qué ella?! ¡¿Por qué ahora?! ¡Todo está mal, Lando, todo está mal!

Lando no dijo nada. Solo la sostuvo mientras Jenna se desmoronaba completamente, su cuerpo temblando por el llanto. No intentó detener sus palabras, ni calmarla con frases vacías. Sabía que nada que dijera podría aliviar el dolor de perder a su madre. Sabía que, en ese momento, lo único que podía hacer era estar ahí.

- Estoy aquí, Jenna. No estás sola.

Jenna continuaba llorando, aferrándose a Lando como si fuera lo único que evitaba que se rompiera en mil pedazos. Las lágrimas mojaban su rostro, sus sollozos se entrecortaban por la falta de aire. El dolor era insoportable, pero por primera vez en mucho tiempo, no lo estaba soportando sola.

- No... no puedo... no puedo soportarlo...

- No tienes que hacerlo sola.

El mundo alrededor parecía desvanecerse, dejando solo a Jenna y Lando en ese momento de pura vulnerabilidad. Ella, rota por el dolor, y él, el enemigo convertido en consuelo inesperado. Las cámaras, los fans, el podio... todo parecía insignificante comparado con lo que estaba pasando dentro de ella.

The greatest | A Lando Norris F1 fanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora