The greatest | A Lando Norris F1 fanfiction

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capitulo 38: "Panic"

El día de la clasificación llegó con el ambiente tenso en el paddock, y Jenna se preparaba para afrontar cada sesión con la máxima concentración. Su hombro todavía le dolía un poco, pero estaba decidida a ignorarlo y darlo todo en la pista. Sabía que las expectativas estaban puestas en ella, especialmente después del accidente y el complicado periodo que había atravesado recientemente. Necesitaba demostrar que estaba lista para competir de nuevo.

La Q1 fue una lucha constante contra el reloj. El coche no respondía como quería, y el agarre era inestable. Con cada vuelta, Jenna apretaba los dientes, intentando encontrar ese extra que la hiciera avanzar a la siguiente sesión. Al final, pasó a la Q2 por un pelo, en el último momento. Sus mecánicos la aplaudieron al regresar al garaje, pero ella solo sintió alivio. Había logrado superar el primer obstáculo.

En la Q2, todo pareció cambiar. El auto finalmente comenzó a comportarse, y Jenna pudo extraer el máximo de él. Cada sector fue impecable, y las sensaciones con el monoplaza se sentían naturales, como si estuviera en sintonía con la máquina. Cuando terminó la sesión, su nombre apareció en la parte superior de la tabla. Primera en la Q2. Fue una pequeña victoria que le devolvió la confianza y le arrancó una sonrisa. Por un momento, sintió que el dolor y las preocupaciones se desvanecían.

Llegó la Q3, el momento decisivo. Las emociones estaban al máximo, y todos los pilotos salieron con la intención de pelear por la pole. Jenna sabía que tenía que exprimir cada milésima de segundo para conseguir un buen resultado. Sin embargo, en su último intento, mientras venía marcando parciales que prometían una vuelta rápida, el auto se le fue de la pista. Perdió el control en una curva cerrada y terminó fuera del trazado, sin poder completar la vuelta.

Cuando regresó al garaje y vio el sexto lugar en la clasificación final, la frustración la invadió. Había tenido la oportunidad de quedar entre los primeros, pero se le había escapado. La rabia se mezclaba con la decepción, y se quitó el casco con un suspiro profundo. Aunque sexto no era un mal resultado, ella sentía que podía haber hecho más. Se apoyó contra la pared del garaje, cerrando los ojos y tratando de calmarse. "No puede ser, estuvo tan cerca", pensaba.

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El ambiente en el circuito estaba cargado de tensión, y la parrilla de salida vibraba con la expectativa de la carrera. Jenna partía desde la sexta posición, con Fernando Alonso por delante y George Russell por detrás. El equipo de ingenieros le daba las últimas indicaciones por radio, recordándole la estrategia y las zonas en las que debía tener cuidado. Pero había algo que la inquietaba, y el dolor punzante en su hombro le recordaba constantemente la lesión.

Cuando se apagaron las luces, Jenna hizo una buena salida, pero rápidamente comenzó a notar que la fuerza en su brazo derecho no era la de siempre. Al entrar en las primeras vueltas, luchó por mantener el ritmo, pero poco a poco comenzó a caer posiciones. El dolor en su hombro se intensificaba cada vez que giraba el volante con fuerza, afectando su capacidad para reaccionar. En apenas unas vueltas, se encontró en la duodécima posición, con Esteban Ocon y Lance Stroll justo detrás, presionando constantemente.

Lando Norris, que había tenido un accidente en una curva y quedó fuera de la carrera, seguía la acción desde los monitores del paddock. Apretaba los puños, viendo cómo Jenna luchaba por defender su posición mientras Ocon y Stroll se acercaban peligrosamente. La pelea entre los tres se intensificó, con los dos pilotos de atrás empujando al límite en cada oportunidad para pasarla.

En una curva complicada, Jenna frenó un poco más de lo necesario para evitar arriesgarse. Eso fue suficiente para que tanto Stroll como Ocon aprovecharan la oportunidad. Los dos autos la pasaron simultáneamente por diferentes costados, uno por la izquierda y el otro por la derecha. Jenna reaccionó inmediatamente, pisando el acelerador para recuperar su posición. En la siguiente curva, los tres autos estaban prácticamente pegados. La Ferrari de Jenna quedó atrapada en el medio, y cuando Stroll y Ocon giraron al mismo tiempo, sintió como si su coche estuviera siendo aplastado entre ellos.