24.

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Sunoo se encontraba a la salida del pabellón, esperándome para volver juntos. No terminaba de sentirme a gusto con eso en ese momento. Quería irme sola para reflexionar, para pensar sobre lo que había pasado ese mismo día. De igual forma, ambos íbamos caminando en silencio; ninguno tenía nada más que decir. Fue a mitad de camino cuando Sunoo carraspeó para ganarse mi atención, haciendo que girara mi rostro para mirarle. Él me dedicó una pequeña sonrisa torcida y observó de vuelta el suelo.

Este viernes. —volvió a mirarme.—Este viernes nos vamos a Japón. No pude decírtelo antes... Así que este viernes iré por ti temprano para ir al aeropuerto.
—¿Ya? ¿Este viernes? Tendré que avisar a JungWon para que coja buenos apuntes de fonética, es pésimo... ¿Qué debería llevarme?
—Pues... Lleva ropa para una semana-
—¡¿Una semana?! ¡No sabía que era tanto tiempo!

¿Prefieres... quedarte aquí?—su voz se apagó notablemente.
No, no quiero. Quiero ir a Japón contigo. Sólo tengo que avisar a JungWon de que será más tiempo... ¡Él siempre está disperso en clase!

Sunoo asintió un par de veces, aún de camino a mi casa. Llevaba las manos en sus bolsillos, mientras que yo caminaba observando todo a mi alrededor, muriendo de incomodidad en ese silencio tan doloroso.

Lo siento.—espetó de repente el pelirrosa.
¿Hm?—giré mi cabeza a mirarle.
Por lo de NiKi en el almuerzo... Ni siquiera me había dado cuenta de que había sido tan incómodo.
—Bueno, no pasa nada, lo entiendo, pero... Sunoo, la próxima vez no dudaré en irme en cuanto me sienta mal.

No quiero extrañarte como otros hacen...

No quiero extrañarte como otros hacen

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Sunoo's POV:

Tras dejar a ______ en casa, me di la vuelta para ir a la mía. Era el momento ideal para hacer aquello que tenía que hacer y por eso tomé el teléfono marcando un número en específico. Un toque, dos toques, y su dulce voz se escuchó al otro lado del teléfono.

¡Sunoo! ¡Qué de tiempo sin saber de ti! ¿Cómo estás?
—¡Konon!
—dejé escapar una risita, enternecido.— ¡Muy bien! ¿Qué hay de ti? ¿Cómo está todo por allí?
—Ya sabes, como siempre. Misora sigue intentando robarme los perfumes y algunos brillos de labios... ¡Pero todo bien! ¿Qué te trae por aquí? ¿Ha pasado algo con Riki?
—¡Oh, no! Nada de eso. Verás, es que... Este viernes estaré por tus tierras niponas.

¡¿De verdad?! ¡Tengo que avisar a mamá y a Misora!
—Pero, Konon... Voy con una chica.
—¿Una chica?
—preguntó la chica con una sonrisa que se podía notar a través del teléfono.
—Así es... Voy con la chica que me gusta.

Un pequeño gritito se escuchó al otro lado del teléfono que poco a poco se fue alejando, señal de que Konon había dejado el móvil posado en alguna parte y ella se había alejado a (según lo que yo escuchaba) dar saltos por la habitación. Una risita avergonzada escapó de mí, sintiendo mis mejillas y mis orejas arder. Volvió a acercarse al teléfono riendo de igual forma.

¡Tráela! ¡Quiero conocerla, Sunoo! ¡Qué ilusión!
—Está bien, está bien, lo haré... Pero, ¿te puedo pedir un favor?
—Por supuesto que sí, ya lo sabes.
—¿Puedes hacerme una lista con cosas que hacer? La última vez que fui a Japón fue con tu hermano. Él me guiaba de un lugar a otro, pero quiero visitar lugares completamente nuevos con ella. Quiero que sea sorprendente para los dos.
—Cuenta conmigo, Kim Sunoo, pero yo también te pongo una condición.
—¿Cuál?
—me tensé un poco.
Debes traerla a casa para que mamá también la conozca; estoy segura de que se va a poner igual de contenta. Nuestra casa es tu casa, Su, siempre que lo necesites y siempre que tú quieras.

Mis ojos se llenaron de brillantes lágrimas durante unos segundos. A pesar de no seguir con su hermano, seguía teniendo un refugio en la familia Nishimura. Siempre me habían aceptado, me habían cuidado y habían hablado con Riki cuando algo que hacía no estaba bien. Saber que, aún con una pareja nueva, seguían manteniendo sus puertas abiertas a mí y le daban una oportunidad a ella sin siquiera conocerla, me hacía saber que cuidé de la mejor forma a su familia, y que estaba siendo completamente recompensado.

Iré a recogeros el viernes al aeropuerto de Kyoto y os traeré a casa.
—No es necesario, Konon. Iremos en taxi o algo...
—¡Bobadas! Iré por vosotros en coche y os llevaré donde haga falta. No me discutas nada más, Kim Sunoo.
—Bueno, bueno, y se supone que el mayor de ambos soy yo...

Ambos reímos ante mi comentario, y suspiré con nostalgia. Era verdaderamente feliz cuando sus hermanas venían a visitarle, fui verdaderamente feliz cuando fuimos a su casa de la infancia y pasamos las vacaciones allí... Era verdaderamente feliz cuando estaba enamorado de Nishimura Riki, pero no por él; él sólo me quería cuando sólo estábamos él y yo. Era feliz por todo el amor que recibía a mi alrededor.


End Game.-Kim Sunoo y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora