Tras haber pasado un rato juntos en la cafetería, decidimos aprovechar los últimos rayos de sol que quedaban y salimos a caminar para ver si nos daba tiempo a ver el atardecer. El silencio era incómodo, a decir verdad, pero decidí no romper el aura tan tranquila que había entre ambos. Nos dirigimos dando un lento paseo hacia una plaza que había cerca con varios bancos, y tomamos asiento en el que tenía las vistas más abiertas y despejadas al atardecer. No me parecía para nada casualidad que el atardecer tuviera un color rosado e incluso me parecía una señal muy tierna.
—Estoy cansado.—espetó de repente, sacándome de mis pensamientos.
—Oh... ¿Quieres que volvamos a casa?
—No, no. No ese cansancio... Estoy cansado de que no me tomen en serio por ser más afeminado que ellos.
—¡Esos chicos son idiotas, Su! —exclamé negando con la cabeza.
—Pero no es solamente eso, ______, no es solamente en el entrenamiento. Soy popular entre las chicas, es algo que tengo que confesar... ¡Pero es porque ellas creen que soy gay! ¡Todas las chicas que me han gustado no me han correspondido porque pensaban que sólo estaba siendo cariñoso con ellas porque era gay!Abrí mi boca con gran sorpresa. ¿No era gay? No lo estaba juzgando ni mucho menos, pero a sabiendas de que NiKi había sido su novio, por supuesto que lo pensé. Le escuchaba quejarse con atención; debía ser frustrante el querer acercarse a una chica y no poder por el simple hecho de que asuman tu sexualidad. Los chicos directamente se negaban a ser su amigo pensando que Sunoo quería algo más con ellos... Los únicos que se atrevieron fueron KeonHee y SungHoon, el chico que conocí en la fiesta.
—Pues, no lo entiendo.
—¿El qué?—me miró curioso.
—Que te rechacen por parecer gay... Quiero decir, yo sí me enamoraría de ti.Las orejas de Sunoo se pusieron de un intenso rojo de un segundo a otro y yo cerré la boca, dejando esta como una línea. Mi primer y único pensamiento era que la había cagado y que había sonado a declaración. El silencio que había al principio volvió a establecerse entre nosotros. Es más, esperaba que Sunoo se levantara de la nada y se fuera; y claro que lo entendería si fuera así. Sin embargo, cruzó sus piernas y posó su mano sobre el banco, acercándola lentamente hacia la mía hasta que nuestros meñiques rozaron. Miré ambas manos con curiosidad al sentir su piel y levanté la mirada hacia Sunoo para saber si había sido a propósito o sin querer... Esa sonrisa no engañaba.
Sé lo que todos dicen, pero no estoy bromeando... Quiero ser tu última jugada.
Sunoo's POV:
Por mucho que escuchara en mi cabeza aquella especie de declaración en bucle, era incapaz de pensar que lo había hecho para que no me echara a llorar ahí mismo. Mi dedo meñique seguía acariciando el suyo con timidez. Aunque no la creyera, eran palabras que me habían hecho sentir tímido. Ella no estaba mucho más comunicativa que yo, quizá pensó que había hecho mal confesando aquello, quizá incluso se arrepentía al suponer que me había dado pie a intentar algo más con ella.
Mi sonrisa fue decayendo poco a poco, convirtiéndose en una mueca ladeada. ¿Qué se supone que debía hacer ahora? ¿La llevaba a casa? ¿Eso estaría bien o creería que me quiero deshacer de ella cuanto antes? Abrí la boca para hablar, pero fui interrumpido por una voz muy familiar.
—¡Sunoo! ¡_____! ¿Qué estáis haciendo aquí?
Aparté mi mano rápidamente de la suya y observé al dueño de la voz. Nos miraba con una sonrisa discreta, pero sus ojos eran demasiado brillantes como para no denotar la emoción al encontrarnos en aquel lugar.
—¡SungHoon, hola! Qué de tiempo sin vernos.—pude verla sonreír de oreja a oreja.
—Estoy algo perdido con esto de quedarme entrenando para los campeonatos.SungHoon había llegado justamente a salvar el momento. Sin embargo, que toda la atención de ______ recayera ahora en SungHoon me molestaba. Parecía que él sabía tratar con chicas mejor que yo; o mejor dicho, yo no sabía cómo tratar a una chica de forma distinta para que se sintiera especial sin miedo a que pensara que sólo quiero ser su amigo. Hoon se sentó junto a mí para dejarme junto a ella, y su rodilla daba leves golpes contra la mía, queriendo decirme algo que no podía descifrar... O al menos no hasta que la miré.
A pesar de que era SungHoon el que hablaba con ella, su atención estaba repartida entre ambos, esperando a que hubiera alguna aportación de mi parte. Sin embargo, yo estaba tan ido en mis pensamientos que ni siquiera pude alcanzar el tema del que hablaban. Miré a SungHoon confuso y luego a ______. Todo me quedó más claro cuando SungHoon y ella se levantaron y yo los observé sentados en el banco. Por un momento pensé que se irían juntos y me dejarían allí. Entonces Hoon ondeó su mano hacia nosotros y mi acompañante, de pie frente a mí, se despidió de la misma forma.
—¿Vamos juntos a casa, Su? ¿Hacia dónde vives tú?
—Te acompaño a tu casa.Me puse de pie, sintiéndome algo estúpido por dudar de ella. ¡Cualquiera creería que se iría con SungHoon! La verdadera cuestión era quién no lo haría. Caminamos hacia su casa algo más tranquilos. No sabía si era por el cansancio o por el alivio de que el día se hubiera acabado ya. Su casa no estaba lejos de la universidad, pero sí lejos de la mía. De hecho, mi casa estaba en dirección completamente opuesta a la suya. En ese momento no importaba nada, sólo quería que llegara sana y salva a casa.
Ella me dedicó una bonita sonrisa cuando llegamos y abrió sus brazos para despedirse con un abrazo. Aquello, si no había hecho que mis ojos brillaran como los de SungHoon, no había nada que envidiarles tampoco. Mis brazos la rodearon con fuerza, dejando escapar una risita de felicidad por haber recibido esa especie de recompensa al final del día y la alcé del suelo, dando un par de vueltas, dejándome llevar por la emoción. Definitivamente, a ella le sorprendió tanto como a mí mi efusividad, pero no pareció molestarle para nada.
—Nos veremos mañana en la universidad, Sunoo.
—Por supuesto que sí.Volvía a quedarme yo solo con mis pensamientos. Debía hacer algo para dar el paso adelante y atreverme a ser más claro con ella... Algo más que rozar meñiques. Si me quejaba por mi apariencia y la confusión que le causaba a las chicas, lo único que debía hacer era... Cambiarla.
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End Game.-Kim Sunoo y tú.
Fanfiction"So hᥱrᥱ's thᥱ trᥙth from mყ rᥱd ᥣιρs, I ᥕᥲᥒᥒᥲ bᥱ ყoᥙr ᥱᥒdgᥲmᥱ." Nunca le había llamado la atención aquel deporte. No hasta que una cabecita rosa y unos anaranjados labios se clavaron en sus ojos desde el primer momento. Sus fuertes movimientos tení...