EL INICIO DE LA TORMENTA.

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CAPITULO 23.
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Los rayos de sol que se colaban por su ventana eran los primeros de la mañana, pero no fueron los culpables de su abrupto despertar, fue el bullicio en la sala de la casa lo que causo aquello, y también que se levantara de la cama para ver que sucedia, esto último haciéndolo estando aun adormilada.

Pero a pesar de su inestable andar logro llegar a su destino, o al menos al pasillo que conducía al living, y la escena que la recibió termino por despertarla, pues ahí estaba su madre, tan alterada como nunca la había visto y su hermano sentado en el sillón con las manos cubriéndole el rostro.

- ¡COMO PUDO SER TAN IMBÉCIL!- Grita casi al borde del llanto la castaña.

- Por favor mamá... Despertaras a Rin- pide el pelinegro.

- ¡Pues que se despierte! ¡QUE SE DESPIERTE Y SEPA LA CLASE DE IDIOTA QUE TIENE COMO PADRE!- Insiste.

- Ya no más mamá... Se está muriendo- Completa con la voz entrecortada el jóven.

- ¡Se lo merece!... Como pudo hijo... ¡Como pudo engañarme con esa zorra!- Refunfuña la mayor sentándose en medio del quebranto al sillón.

-¡Deja de omitir el problema más grande! Que es lo que no entiendes mamá.... ¡Si alguien se entera que el mato a ese hombre se acabó todo!- le recuerda el hombre levantándose y sobándose la cabeza. -¡El también se está muriendo mamá!... Tu esposó, el padre de tus hijos... Mi padre....- La reprende.

- El idiota que me engaño...- murmura.

- Es imposible razonar contigo en este momento- asegura girandose para salir del lugar.

Pero ni siquiera logro salir del living cuando reconoció la cabellera castaña de su hermana, quien con las lágrimas corriendo por sus mejillas se abalanzó hacia el.

- Dime qué es mentira...- Pide en medio del llanto y aferrándose a la camisa de su hermano. - ¡Dime Naraku! Dime qué es mentira...- Insiste.

Demanda ante la que el pelinegro no pudo hacer más que mirarla con sus rojizos ojos y negar con la cabeza, antes de sostenerla después de que ella se desplomara.

-¡Ya no más!.... ¡Yo no soporto otra desgracia más! Ya no más Naraku- Solloza. - No quiero que papá se muera... No quiero...- Completa.

- Debemos ser fuertes Rini... Por el, por mamá y para solucionar todo esto- pide depositando un beso en la cabeza la joven.

- ¿Dónde está?- inquiere en medio de un sollozó.

- En la casa de verano, no podemos llevarlo a un hospital... Sesshomaru y Toga improvisaron una pequeña sala quirúrgica en una de la habitaciónes, y un medico de confianza lo está atendiendo pero está muy grave, perdió mucha sangre- confiesa.

- Quiero ir... Quiero verlo- suplica.

- Mamá no te dejará - le informa.

- ¡No me importa lo que ella diga!- asegura.

-Pues te tendrá que importar - interviene la castaña. - ¡Tu no vas a salir de aquí!- demanda.

- ¡Ya no te tengo miedo mamá!... Cómo puedes ser tan insensible - le reprocha.

- ¡Eres una desagradecida! - le grita.

- ¡No es momento para que discutan!... Por favor mamá, también es su padre- Le recuerda el pelinegro.

- Entonces les importa más ese idiota que nos traicionó que yo.... ¡Bien!  Corran a ver a su papito querido, pero no esperen que yo me quedé aquí rezando por el- finaliza antes de comenzar a caminar a la salida. - ¡Y tú niña! Ya es momento de que salgas de tu burbujita... Ve con tu hermanito y entérate de las porquerías que hemos estado haciendo para que siguieras en tu mundito perfecto- finaliza cerrando la puerta detrás de sí, de un portazo.

Monsieur seducción. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora