¡SÁLVESE QUIEN PUEDA!

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CAPITULO 21.
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Despertó con más energía que nunca, luego de casi una semana de haberse ido de casa del Taisho sentía que ya no deseaba estar en otro lugar más que ahí, despertar junto a el y en aquella casa en la que se sentía más un hogar que en la suya, de alguna manera la llenaba de energías y la motivaba a luchar para detener aquel compromiso.
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Lo primero que hizo en cuanto se levantó fue lavarse los dientes y bajar hasta la primera planta, dirigirse a la cocina y a falta de las chicas cocinar algo ella misma; optó por algo sencillo, huevos revueltos, pan tostado, tocino y café.

Fue en el momento en el que ya estaba por terminar los huevos, que pudo sentir como una nueva presencia ingresaba a la cocina y segundos después, aquellas ásperas manos que tanto le gustaban, rodearon su cintura.

- Buenos días- susurra con voz ronca en su oído.

- Buenos días- responde mientras sirve los huevos en los platos. - ¿Quieres café?- continúa.

- Si...- murmura con voz adormilada mientras deposita un beso en el hombro descubierto de la mujer.

- ¿Con azúcar o sin azúcar?- inquiere al girarse para observarlo.

- Media cucharada- asegura apretando su agarre en la cintura de la joven y escondiendo us rostro en el espacio entre su cuello y hombro.

-  Si me sueltas podríamos desayunar- se mofa dejando caricias en el cabello de el.

- No quiero- murmura.

- ¿Pero que es lo que te pasa?- inquiere en medio de una risilla.

- Te extrañe- suelta luego de varios minutos.

- ¿Cuando te volviste tan cariñoso?- inquiere con sorpresa.

Pero aquella pregunta no recibió ninguna respuesta por parte de el, al menos no una verbal, pues a los segundos pudo sentir como el hombre comenzaba a regar besos húmedos en su cuello y a apretar el agarre que ya ejercía en su cintura.

- Sesshy...- murmura en medio de un jadeo.

- Hmp- es su única respuesta antes de continuar con su repartición de besos.

- Lo que sientes por mi es solo atracción o... O algo más- pregunta mientras detiene sus caricias. - Porque ya ha pasado un mes y aunque yo te he dicho lo mucho que me gustas... No sé lo que tú realmente sientes... ¿Que soy yo para ti?- confiesa cambiando su semblante a uno serio.

Acción que provoca que el hombre también detenga sus besos y levante su cabeza para observarla, al tiempo en el que hace lo mismo con su mano y la posá en la mejilla de ella, para asi dejar leves caricias en la misma.

- Tu...- murmura con una leve sonrisa.

- ¿Yo que Sesshomaru?- pregunta.

- Tu eres hermosa... Eres testaruda, imprudente, dulce e inocente... Y eres mía- musitá en su oído.

- ¿Y eso significa?- insiste con una sonrisa  juguetona.

- Que me encantas Rin Yamada... Tanto como para no querer que te cases con otro hombre - finaliza antes de besarla y tomarla de los muslos para subirla al mesón. - Me gustas como nunca me ha gustado una mujer- completa en medio del beso.

Un beso que era tan intenso como la pasión que sentían y que de no ser por el sonido de la puerta siendo abierta, los hubiera llevado nuevamente a la cama.
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Se separaron abruptamente luego de escucharlo, el Taisho ayudo a la joven a bajar del mesón y a los segundos la resonante voz masculina que habían ingresado hablo.

Monsieur seducción. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora