CAPITULO 7.
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...Varios minutos después salió de su habitación para asegurarse de que realmente estaba sola en casa, una vez reviso todo subió nuevamente pero no a su habitación sino a la del albino, quedaba tan solo a dos habitaciones de la suya y aún así jamás había entrado a ella, es decir ¿Porque lo haría? O al menos asi pensó antes de saber que debía descubrir la verdad; abrió suavemente la puerta y con nervios ingreso al cuarto, encendió la luz y poco a poco se adentro, a diferencia de donde se estaba alojando ella, aquel lugar tenia paredes de un tono beige y todas su decoraciones eran de un tenue gris, además de que era dos veces mas grande que su habitación, realmente no se veia nada mal y combinaba perfectamente con la personalidad de su propietario.
Sin esperar mucho más la joven comenzó con su búsqueda, primero se acercó a la mesita de noche a un costado de la cama, contaba de tres cajones y empezó por el más bajo; lo abrió y rápidamente registro su interior, pero no encontró nada más parches refrescantes para los ojos y pastillas para dormir, siguió con el segundo, en dónde esta vez encontro unos papeles que abrió sin pensar de más, pero los mismo no eran mas que un contrato de compraventa, finalmente tomo la manija del tercero con la esperanza de encontrar algo de utilidad, y jaló de ella pero nuevamente no halló nada importante, estaba lleno de más parches y de algunas medicinas. Acomodo todo tal y como estaba para continuar con su búsqueda, levantó cada cuadro y reviso cada esquina de la habitación, llevaba ya casi media hora buscando en la misma cuando ya punto de rendirse entro una vez más al armario del Taisho, era el único lugar que no había registrado bien por obvias razones, desesperada reviso los cajones debajo de los percheros pero una vez mas no encontró nada, ya se habia cansado y realmente tenía sueño, se rindió y salió del armario para caminar hasta la pierta de salida pero casi tres pasos antes de llegar escuchó un estruendo afuera, logro escuchar claramente las pisadas del hombre subiendo las escaleras, si tan solo se asomaba a la puerta el la vería, asi que estaba atrapada...
Camino rápidamente hacia atrás y sin hallar un lugar más conveniente que ese, termino con meterse debajo de la cama, a los pocos minutos pudo ver cómo el hombre abría la puerta e ingresaba su habitación, en ese momento el miedo se apoderó por completo de ella ¿Cómo saldría ahora? Si el albino está ahí, se regaño mentalmente por no haber salido antes pero aún así trato de mantener la calma, sin dejar de observar los pasos del Taisho. Lo primero que hizo al entrar fue dejar algo sobre la cama, no logro descifrar que era pero si que pesaba bastante, luego se sentó el también en la misma y comenzó a desvestirse, en aquel momento los nervios de la joven se disisparon un poco pues ¡Jamás volvería a tener una oportunidad como esa! Pudo ver como la camisa y los pantalones caían al suelo sin embargo por los bordes de la cama no logro observar más, en ese momento creyó que entraría al baño así que se relajó un poco pues tendría oportunidad de salir, sin embargo su tranquilidad nuevamente de esfumó cuando el peliplata se inclino a recoger las prendas, ella estaba tan peligrosamente cerca del borde que el solo inclinarse haría que la viera, así que cuidadosamente y con pánico se rodó y se rodó y se rodó, hasta que algo golpeó su cabeza, afortunadamente nada fuerte ni espantoso que la delatara pero que representaba una problema; se giro como pudo para esquivar el obstáculo pero lo que vio le dejo la piel de gallina...
Una pequeña caja colgaba de la superficie inferior de la cama, en toda la esquina, para su sorpresa no tenía seguro y con facilidad y delicadeza para que no sonara logro abrirla, varios papeles bien doblados se encontraban en el interior de esta y una llave idéntica a la del hombre, se cubrió la boca para no gritar de la emoción y con cuidado saco los papeles logro desdoblarlos un poco antes de parar por miedo a hacer ruido y logro ver varias fotografías de hombres a quienes jamás en su vida había visto, se asustó un poco y los regreso a la caja para cerrarla y guardar la llave en su bolsillo.
Nuevamente fijo su vista al exterior pero no vio al hombre por ningún lugar, solo varios minutos después lo encontró entrando al tan esperado baño y cerrando la puerta detrás de si, la joven espero dos minutos para al fin salir sigilosamente de la parte inferior de la cama y con los nervios a flor de piel huir despavorida de la habitación del Taisho, se encerró en la suya y luego de casi diex minutos se permitió respirar, aquel tiempo se le habia hecho eterno y por un momento sintio que el la descubriría; salió de sus pensamientos casi diez minutos después cuando al fin se permitió alegrarse por cumplir su objetivo y se quito la ropa para darse una ducha, salio del baño aproximadamente media hora después y se colocó una pijama para esperar paciente a qué la madrugada llegara. No habían pasado ni veinte minutos de aquello cuando dos golpes sonaron en su puerta.
- Estás despierta - se escucha de la voz rasposa del Taisho.
Se sorprendió pues por unos segundos no creyó que aquel hombre era el mismo que dos horas atrás la había tratado mal. Desecho aquel pensamiento y decidió mantener la paz cuando dos minutos después se levanto, escondió la llave debajo de su almohada y abrió la puerta.
- Que necesitas- inquiere con seriedad.
Pudo notar como el hombre tensaba su mandíbula y hacia un intento para hablar pero aún así nada salía de su boca.
- Que sucede- insiste la mujer en un tono más tranquilo.
- Lo siento...- murmura mientras evita la mirada de la joven.
Pero la castaña solo soltó una leve carcajada, y lo observo con picardía.
- Está bien, yo también lo siento - asegura.
- Compré algo para ti, se que debí reaccionar mejor, así que tómalo como parte de mi disculpa...- murmura en un tono casi inaudible para entregarle toscamente una bolsa de papel a la mujer. -Ten buena noche- finaliza al darse la vuelta y regresar a su habitación.
La joven solo sonrió levemente pero por dentro las mariposas en su estómago no la dejaban en paz ¡Santo cielo! Cómo le encantaba ese hombre, podía ser tan tosco y tierno a la vez que no podía estar enojada con el por mucho tiempo, ya se habían reconciliado, ahora solo debía revisar aquel estudio y saber que era lo que escondían con tanto entusiasmo.
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...CONTINUARA...
Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosuraa.♥️
Perdón por dejarlos con la intriga. 😔
¡Ya pronto se sabrá todo!
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Monsieur seducción.
FanfictionCon el final del verano el regreso a clases para los estudiantes fue eminente y con ello las tediosas clases de francés de la joven Rin, la cuáles habia estado reprobando a pesar del determinante esfuerzo de sus padres al contratar profesores partic...