Monsieur seducción.

OSCURIDAD - PARTE I

CAPITULO 26.
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Faltaban algunos metros para llegar a la entrada de la propiedad, pero incluso a esa distancia pudo notar la ausencia de los guardias en la entrada, fue en ese momento que le pidio al chofer que acelerara y en cuanto llegaron confirmo su sospecha, saco y cargo el arma que guardaba bajo su chaleco y sigilosamente ingreso al lugar; solo basto pisar el jardín para confirmar sus sospechas, los seis guardias que custodiaban el lugar yacian sin vida sobre el pasto, eso solo aumento el temor que ya albergaba en su pecho y casi por inercia corrió hasta el interior de la casa, busco en la primera planta, pero sin éxito subió hasta la segunda, corrió hasta el cuarto de su padre y lo encontró en el mismo estado del dia anterior, sobreviviendo gracias a los aparatos que estaban conectados a su cuerpo, dió un suspiro de alivio pero realmente no estaba para nada calmado, pues el silencio en el que estaba sumida la propiedad y lo visto en la entrada solo lograron alterar aún más sus nervios.

Salió de la habitación de su padre y corrió hasta la de su hermana, pero ni siquiera logro entrar a la misma, pues una vez que se acercó lo suficiente pudo ver la puerta abierta y a Sesshomaru inconsciente en el suelo, sin rastro de su hermana; entro y removió bruscamente el cuerpo de su amigo, hasta conseguir que este despertara y que en medio de un quejido confirmara sus sospechas, con un.

"Marcel se la llevó"
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- Ese maldito hijo de perra... Lo voy a matar- Murmura Yamada para si mismo.

- Debemos encontrarla Naraku...- Asegura en el mismo estado el albino.

- ¡Ese imbécil me las va a pagar! Se acabaron las malditas contemplaciones- Suelta con desprecio.

Para segundos después tomar al Taisho de los hombros y con cuidado ayudarlo a levantarse; tenía el tabique y el labio roto, moretones en el abdomen y espalda e incluso en los brazos, a duras penas podia caminar debido al dolor agobiante que se apoderaba de su cuerpo.

- ¿Cómo fue que te dejaste golpear así?... ¡Debiste detenerlo!- le reclama mientras que juntos salen de la habitación.

- Lo intente... Lo juro Naraku, pero esos malditos me drogaron y me siguieron golpeando- Se excusa al momento en el que se queja y coloca una mano en su abdomen.

- ¿Malditos?- Inquiere. - ¿Marcel trajo a más personas?- Insiste ayudando al peliplata a bajar las escaleras.

- Ese infeliz trajo a más hombres con el Naraku... ¡Tsk! Juro que en cuanto lo vea lo voy a acabar con mis propias manos- Asegura.

- No si yo lo hago primero- Murmura. - Solo deseo tenerlo en frente y molerlo a golpes- Confiesa mientras ayuda a su amigo a subir al auto.

- Me siento un completo inútil, como pude dejar que se la llevarán...- Se reprocha.

- Ya eso no importa Sesshomaru, solo debemos concentrarnos en encontrarla y hacer pagar a ese miserable- Le recuerda. - Martin, llévalo a casa- Pide a su chófer.

- ¿Y tú?- Pregunta el peliplata.

- Debo quedarme con mi padre, y arreglar el problemita que reposa en el césped- le recuerda.

- Entonces yo también me quedo- Asegura intentando bajar del auto.

- No Sesshomaru... Necesito que le digas a tu padre lo que sucedió, y trates de localizar a Damián, si no está con el, algo debe saber de su hijo- Pide. - Y también necesito que... Que envíes a Jaken lo antes posible- Completa con nerviosismo.

- ¿Jaken?- Inquiere.

- Voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que mi hermana esté sana y salva- Afirma.