TU NO PUEDES SER MI TUTOR.

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CAPITULO 1.
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La poca paciencia que le quedaba, se terminó de agotar cuando por culpa de un bache la llanta del auto se pincho y ante la falta de diligencia del conductor tuvo que regresar a casa en autobús, no era que le disgustara o fuera engreída por tener un chófer, tan solo se trataba del mal humor que la caracterizaba haciendo presencia, cosa que sus padres entendían y por ello le daban su espacio, pero aquella tarde como poco acostumbraban no la dejaron subir a su habitacion, la retuvieron en el living hasta que su hermano apareció y "para su desgracia" como ella misma lo catalogo, le informaron que su nuevo tutor de francés sería ni más ni menos que el mismo pelinegro, como quien afortunadamente se llevaba de maravilla, sin embargo no deseaba que fuera el pues sabia de sobra lo estricto y radical que podria llegar a ser su hermano.

- Pueden contratar a otro tutor- comenta con suavidad y dejando su mal humor de lado.

- Lo siento querida pero ya está decidido que sea tu hermano- asegura su madre.

- Papá...- susurra en busca de ayuda pero su progenitor hace un gesto de negación con la cabeza.

- Rin, ya dialogamos esto antes de informarte, está vez no hay negociaciones ni tratos- anuncia su hermano en tono serio.

- Como hija del grupo Bushida, debes prepararte muy bien Rin... Somos una compañía internacional y es importante que puedas desenvolverte en todos los medios, que aprendas idiomas, que seas toda una dama digna de la sociedad, que representes a tu familia- suelta su progenitora mientras que con su característica elegancia se levanta y se dirige hasta ella. - Cariño... Nos has enorgullecido desde el día en que naciste, pero necesito que te esfuerces un poco más... Si las cosas funcionan según lo acordado tu te convertirás en nuestro puente para la asociación con los Dubois y para eso debes aprender francés- finaliza en tono tajante mientras se aleja.

- Ya escuchaste, no hay más que hablar- finaliza su hermano.

- Mañana a las 11 comienzan las tutorías- le informa su progenitor antes de seguir a su esposa.

- Naraku...- súplica la menor.

- Sabes perfectamente que contradecirla
es luchar sin medios- le recuerda antes de levantarse y caminar hasta la salida.

- prr- suelta con resignación mientras ve a todos alejarse.

Siempre era así, le pedían cosas, le exigían cosas pero nunca estaban el suficiente tiempo con ella como para acompañarla en el proceso, sin embargo ya estaba tan acostumbrada que ni siquiera se molesto en amargarse simplemente se levantó y ya sin interrupciones se dirigio hasta su habitación ¡Nadie arruinaría su noche de viernes! Ni siquiera sus padres y sus tontas creencias elitistas, se dió una ducha, se hizo ondas en el cabello y se colocó un vestido de cuero negro que le llegaba un poco más arriba de la rodilla y se ceñia a su cuerpo, unos tacones y bolsa a juego para finalmente y luego de estar esperando toda la semana, irse de fiesta con sara, su mejor amiga.
...

Daban las ocho de la noche cuando estuvo lista y escucho el sonido de un claxon sonando a las afueras de su casa, salió se encontró con su amiga en su tan adorado convetible rojo, no tardo en subir y dar un pequeño grito cuando el auto empezó la marcha, aquella noche definitivamente seria memorable.

- Crees que Klaus este allí- pregunta la pelirroja con su vista fija en la carretera.

- Y si estuviera que piensas hacer- inquiere con picardía la castaña.

- No sé... Tal vez cosas obscenas...- comenta con picardía pero susurrando en tono misterioso lo último.

- ¡Pero que atrevida!- suelta en medio de una risilla Rin. - Dónde quedó mi inocente amiga- continúa mientras fija su vista el la chica.

Monsieur seducción. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora