EL INICIO DE UNA FANTASÍA CLICHE.

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CAPITULO 2.
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El despertador empezó a sonar por cuarta vez, cuando en un movimiento completamente acertado de la mano de la mujer termino por tumbarlo del buró.

- Maldita sea...- susurra con fastidio mientras se levanta con pereza de la cama.

"6:30 AM"

Solo basto con ver la hora para dejar la pereza atrás y correr hasta el baño, en dónde se dió una rápida ducha para salir y buscar algo que ponerse, optó por unos jeans holgados, una blusa de tirantes corta y unos tennis, una vez estuvo lista tomo su mochila y salio corriendo de casa; al llegar a la entrada encontro a Martín esperándola recostado en el capó del auto, de inmediato se subio y a los pocos minutos el hombre de mediana edad puso el auto en marcha, no tardaron en llegar hasta la universidad, de ahí en mas la joven camino.

La primera clase fue algo aburrida, sin embargo el resto terminaron por captar nuevamente su atención, regreso a casa bien entradas las cinco de la tarde y en cuanto llegó, el habitual discurso de su madre no se hizo esperar "debes ser más femenina" era lo que más repetía, aunque en el fondo la castaña sabia que existía un motivo oculto, uno que no tardo en descubrir cuando al finalizar le dijo que aquella noche brindarían un banquete para los socios de la compañía; ni si quiera se dió el tiempo de enojarse por ello, no permitiría que su madre le arruinara otro día así que simplemente subio hasta su habitación y se dispuso a arreglarse. Un vestido sencillo pero elegante en color lila, unos tacos a juego y el cabello recogido en una media coleta con un lazo adornandolo, tampoco se hizo un maquillaje demasiado elaborado, algo simple pero que de una u otra forma complementaba su vestimenta de la noche.

Bajo hasta la primera planta cuando omenzo a escuchar ruidos, confirmo su sospecha cuando al pisar el suelo vio como el living estaba lleno de personas, parecia que la "cena" era más que es, una reunión de más de veinte personas ya pasaba de ser una cena a un reunión casual para celebrar algo, al menos asi lo creía ella; camino hasta la barra de bebidas y sin pensarlo mucho se pidió una copa de Champagne que se limito a disfrutar mientras observaba como la hipocresía rondaba el lugar, saludos efusivos con intenciones perversas detrás y sonrisas recatadas con envidia sobresaliendo de ellas, un mundo al que no deseaba pertenecer pero en el cual lastimosamente vivia. No pasó demasiado tiempo cuando su mente comenzó a divagar, se sentía algo cansada pues había despertado temprano y la falta de comida en su estómago ya la estaba afectando, dejo la bebida a un lado y evitando ser vista camino hasta la cocina en dónde disimuladamente robó algunos de los pasabocas que estaban a punto de llevar a la mesa del buffet, luego salió por la puerta de atrás y se sentó en las sillas cercanas a la enorme pileta que tenía su padre.

Devoró aquellos alimentos como si no hubiera un mañana, no llegaba a tragar cuando ya estaba dando un nuevo bocado, realmente no le importaba ser muy recatada o educada, estaba completamente sola en aquel jardín ¿Que más daba?... Al menos eso pensó hasta que varios ruidos a su espalda la sobre saltaron y sus mejillas llenas de comida se sonrojaron del miedo, trago lo más rápido que puedo y se giro para enfrentar de una vez por todas a quien quiera que fuera.

- ¿Quien está ahí?- grito con autoridad.

Pero nadie respondió a su llamado, lo que provocó que con la poca valentía que le quedaba fuera hasta el lugar de donde provenía el ruido.

Camino lentamente hasta el frondoso árbol que restaba iluminación al lugar, y entre más se acercaba la sombra se hacia más grande, durante varios segundos se asusto tanto que estuvo a punto de correr, pero una vez se acercó lo suficiente pudo observar a los causantes de aquel innecesario momento; un rubio y una chica de cabello negro se estaban besando apasionadamente, mientras este último la acorralaba junto a la corteza del árbol, y el famoso "ruido" eran las hojas secas a sus pies, resopló con frustración y regreso enojada hasta el interior de la mansión, de había asustado con nada, cosa que le generaba cierto disgusto. Dejo ir sus pensamientos una vez regreso a la barra y para su sorpresa o más bien para empeorar su disgusto el bartender había desaparecido, no se encontraba allí, por lo que en un impulso entro por la puertecilla al otro lado y se agachó a buscar un copa en los estantes, un vez subió tomo nuevamente una botella de aquel elixir y se sirvió otra copa, la tomo como si de agua de tratara pero aún así no fue suficiente, tomo nuevamente la copa y estaba a punto de servirse otra vez cuando la voz a su espalda le generó escalofríos.

- No sabía que ahora también te dedicas a servir tragos- suelta con mofa.

- Porque no lo hago- aclara la joven mientras se gira y lo observa con detenimiento.

- Pensé que si- asegura mientras sonríe levemente.

- Que haces aquí- inquiere con curiosidad mientras le da un sorbo a su bebida.

- Es que acaso te molesta tanto verme- inquiere el albino.

- No es eso, lo juro... Pero es tan sorpresivo verte por aquí que no puedo evitar preguntar- le recuerda.

- Si sabías que vivo aquí no- responde con ironía.

- Eso dijo Naraku- le responde. - Pero honestamente he escuchado que estás más tiempo en Londres que aquí, que es lo que tanto haces Sesshomaru- confiesa como si de un secreto se tratase.

- Tengo asuntos que atender, asuntos que no te incumben Rin- responde mientras cambia su semblante relajado a uno completamente serio.

- Está bien, tampoco quería saber- asegura. - pero me alegra verte aquí... Hoy- le dice con una sonrisa.

- Hiciste la tarea que te asigne- pregunta mientras cambia abiertamente de tema.

- Si- miente con descaro la menor.

- Eso espero- suelta mientras lentamente se coloca de pie y comienza a alejarse.

- A donde vas- pregunta casi con desesperó.

Pero a pesar de que la mujer hablo lo suficientemente fuerte como para que el escuchará, este no le respondió, la joven se resigno y tomo nuevamente de su copa, quizas el alcohol mataría a las mariposas de su estómago, siempre lo hacía.
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El resto de la noche no fue tan emocionante, tuvo que saludar a algunos socios y quedarse con su madre hasta que dicha reunión finalizó, eran casi las dos de la mañana cuando por fin pudo descansar, pero aquel anhelado sueño no duró mucho, su alarma a las seis con treinta minutos la despertó, y aunque su cerebro le decia a gritos que se levantara, el cansancio en su cuerpo no la dejo por lo que se mantuvo acostada por varios minutos mas, minutos que pasaron a ser mas tiempo y que terminaron con ella quedandose dormida.

Despertó nuevamente y completamente asustada, lo primero que hizo fue mirar el reloj.

"7:30 AM"

Se levantó corriendo de la cama y se dirigio al baño, se dió una ducha de cinco minutos y salió corriendo hasta su armario, tomo unos jeans de mezclilla y una saco en color gris con unos tenis blancos, no tardo más de tres minutos cambiándose, se cepillo los dientes tomo su teléfono, lo guardo en su mochila y salio corriendo hasta la salida, probablemente no habría nadie en casa a esa hora así que no tendría que despedirse de nadie, pero para su sorpresa cuando bajo a la primera planta un ruido en el estudio de su padre la alertó, para asegurarse de que fuera el casi hasta la puerta, se despediria de su progenitor.

Sin embargo lo que escucho antes de tomar el pomo de la puerta la dejo estupefacta, su nervios se alertaron y aunque debía de correr porque iba tarde a la universidad sus pies se congelaron en el suelo, ni si quiera supo cuantos minutos llevaba ahi cuando las dos voces se comenzaron a acercar y su corazón se comenzo a acelerar.

- Rin...- ...

- ¿Tu que haces aquí? Deberías estar en la universidad- ...
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CONTINUARA...

Si llegaste hasta aquí, gracias por leer preciosuraa.♥️♥️♥️

Monsieur seducción. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora