Beyond the wand

1

Fay:
—¿Así que todo se trataba de esto? ¿Usarme para su estúpida venganza? —las lágrimas caían por mis mejillas; no podía siquiera mirarlo a la cara.

—Fay, no, no es lo que piensas —dijo Morgie, intentando acercarse a mí.

—No me toques. Y creo que es exactamente lo que pienso. No puedo creer que todo este tiempo me hayas estado usando. Te odio —sabía que la última parte no era cierta, porque, por más que me lastimara, yo nunca podría odiarlo. Lo amaba; pero creo que a él le afectó escuchar esas palabras.

Morgie:
El dolor en su voz me atravesó como una daga. No era capaz de procesar lo que acababa de decirme. "Te odio." La expresión de Fay, ese fuego en sus ojos entre el enojo, la tristeza y la decepción era lo único que podía ver. Traté de acercarme de nuevo, pero su mirada me detuvo en seco.

—Fay, por favor... —mis palabras se sentían vacías, porque sabía que, en el fondo, ella tenía razón. No había una excusa que pudiera arreglar lo que hice.

—Ya no me importa lo que tengas que decir, Morgie. —Sus palabras eran duras, pero el temblor en su voz delataba el dolor que compartíamos—. No puedo... no puedo creer que alguna vez te haya querido.

Mi mundo se desmoronó en ese momento. Porque sabía que ella aún me amaba. Pero yo... yo había arruinado todo.

Unos meses antes...

Fay:
El caos en Merlin Academy nunca terminaba, ni siquiera a mitad de año. Bridget, Ella y yo caminábamos hacia la clase de pociones, con Bridget entusiasmada, como siempre.

-¡Tienes que probar el último cupcake que preparé! —dijo, su voz emocionada—. No te imaginas la perfección de la receta. ¡Esta vez no habrá errores!

Ella soltó una risa, aunque yo no estaba del todo concentrada en la conversación. Desde el incidente con Uliana, había algo que no podía quitarme de la cabeza. Sabía que Bridget no lo había hecho a propósito, ella le advirtió sobre las plumas. Pero Uliana nunca lo aceptaría. Había algo en el aire, una tensión que no podía ignorar.

-¿Fay, estás bien? —preguntó Ella, mirándome con preocupación.

-Sí, solo... un poco cansada, —mentí. Iba a añadir algo más pero, justo en ese momento, lo vi. Morgie caminaba por el otro lado del pasillo, solo, con las manos en los bolsillos y su mirada oscura, como siempre. No pude evitar mirarlo, y para mi sorpresa, él también me vio.

-Eh... ¿Fay? —La voz de Bridget me sacó de mi trance.

-¿Qué? —pregunté, rápidamente volviendo a la conversación.

-Estabas mirando a Morgie, —dijo Ella, levantando una ceja.

-No, no estaba... —comencé a decir, pero ellas ya estaban riendo.

-Cuidado con él, Fay, —dijo Ella, bajando la voz—. Es parte del grupo de Uliana. Es mejor mantener la distancia.

-Sí, lo sé, —respondí, aunque algo en mí no podía dejar de sentir curiosidad por él.

Morgie:
Todo iba según lo planeado. Uliana estaba más determinada que nunca a vengarse de Bridget, y Hades no dejaba de hablar del gran "espectáculo" que sería el Castle Coming. El libro de recetas, Fay y su corazón puro... todo parecía encajar.

Pero por alguna razón, nada de eso me daba satisfacción.

Mientras caminaba por el pasillo, vi a Fay, y por un segundo nuestras miradas se cruzaron. Algo en su expresión me hizo detenerme. ¿Estaba ella... pensando en mí? No, no podía ser.

Uliana se me acercó rápidamente, como si hubiera salido de la nada.

-Morgie, ¿ya hablaste con ella? —preguntó con impaciencia.

-No todavía, —respondí, cruzándome de brazos.

-¿Qué esperas? —insistió, frunciendo el ceño—. Necesitamos que confíe en ti para abrir el libro. Si no la tenemos de nuestro lado antes del baile, todo será un desastre. ¿Quieres que Bridget gane?

-No, —dije rápidamente, aunque la idea de usar a Fay me incomodaba más de lo que podía admitir.

-Entonces hazlo bien, —dijo Uliana, con ese tono frío que usaba siempre que algo no salía como quería—. No te olvides de lo que está en juego aquí.

Asentí, pero en mi cabeza todo era un caos. Sabía lo que tenía que hacer, pero cada vez que veía a Fay, más complicado se volvía todo.

La vi salir de su clase de pociones, caminando sola. Esta era mi oportunidad.

Fay:
Al salir de la clase de pociones, no podía dejar de pensar en lo que Bridget y Ella me habían dicho sobre Morgie. Sabía que tenía razón, que él era alguien peligroso. Pero cuando lo vi venir hacia mí, mi corazón empezó a latir más rápido.

-¿Podemos hablar? —preguntó él, deteniéndose frente a mí.

Yo tragué saliva, sin saber qué decir.

-¿Sobre qué? —logré preguntar, sintiendo una mezcla de curiosidad y nerviosismo.

Morgie miró hacia los lados, como si quisiera asegurarse de que nadie más estuviera escuchando.

-No aquí. En los jardines, —dijo, y comenzó a caminar, esperando que lo siguiera.

Por alguna razón, lo hice.