Beyond the wand

8

Fay:
Durante los días siguientes, no podía dejar de pensar en el beso con Morgie. Siempre que intentaba concentrarme en algo más, la imagen de ese momento volvía a mi mente, llenándome de confusión. Quería hablar con él, pero parecía que Morgie estaba haciendo todo lo posible por evitarme.

Cada vez que lo veía de lejos, estaba con su grupo de siempre: Uliana, Hades, Maléfica y Hook. Me preguntaba si ellos sabían algo sobre lo que había pasado entre nosotros. ¿Se burlarían de mí? ¿Le dirían a Morgie que se mantuviera alejado?

Bridget y Ella intentaban distraerme con los preparativos para el baile, pero incluso eso no podía sacarme de mi ensimismamiento. La emoción que solía tener por eventos como el Castle Coming simplemente no estaba ahí esta vez.

—¿Fay? —Bridget llamó mi atención mientras nos sentábamos bajo un árbol en los jardines de la academia—. ¿Qué te parece si invitas a alguien interesante al baile? Vamos, seguro que ya tienes a alguien en mente.

—No lo he pensado mucho, —respondí, aunque la verdad era que había estado pensando en alguien todo el tiempo.
Bridget me sonrió con su dulzura característica, como siempre lo hacía. Ella tenía una capacidad increíble de hacer que todo pareciera más sencillo de lo que realmente era.

—A veces, hay que lanzarse —comentó mientras arreglaba las flores en su corona—. Después de todo, ¿qué es lo peor que podría pasar?

La miré, sabiendo que no podía decirle lo que realmente pasaba por mi cabeza. No podía invitar a Morgie, no después de lo que había pasado, pero tampoco podía dejar de pensar en él.

Morgie:
Pasaron varios días desde el beso, y aunque traté de seguir adelante como si nada hubiera cambiado, no podía quitarme a Fay de la cabeza. No debería sentirme así, no estaba en mis planes. Pero cuanto más intentaba alejarme, más me daba cuenta de lo difícil que era mantener esa distancia.

Mis compañeros, especialmente Uliana, notaban algo. Uliana siempre había sido astuta, y no se le escapaba cuando algo me perturbaba.

—Te veo distraído, Morgie, —dijo Uliana un día mientras caminábamos juntos por uno de los corredores menos transitados de la academia—. No me digas que te estás ablandando.

—No seas ridícula, —respondí con un tono cortante—. Simplemente estoy pensando en cómo manejar las cosas para el baile.

Ella me miró con ojos entrecerrados, pero no insistió más. No podía permitir que sospechara demasiado. Uliana tenía su venganza contra Bridget como prioridad, y si se enteraba de lo que sentía por Fay, todo nuestro plan se complicaría.

Pasé junto a ella sin más explicaciones, sintiendo el peso de mi propia mentira.

—Sabes cuál es nuestro objetivo, —dijo Uliana suavemente desde atrás—. No dejes que algo tan... insignificante te distraiga de eso.

Me detuve por un momento, dándole la espalda.

—No te preocupes, —dije sin mirarla—. Sé lo que estoy haciendo.

Aunque, para ser honesto, no estaba tan seguro de eso como quería aparentar.

Fay:
Una tarde, después de clases, me encontré sola en uno de los jardines más tranquilos de la academia. El aire estaba fresco, y me permití un respiro lejos del caos interno que llevaba días sintiendo.

—Fay.

Escuché su voz y mi corazón dio un vuelco. Al girarme, vi a Morgie de pie, un poco lejos de mí. No sabía qué hacer, si quedarme o irme, pero algo me impidió moverme.

—¿Podemos hablar? —preguntó mientras se acercaba.
Asentí lentamente, sabiendo que esta conversación era inevitable, aunque no estaba segura de si estaba preparada para ello.