El Plan Contra Bogum

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De regreso en su apartamento, In Guk se sentó frente a su computadora, los ojos brillando con una intensidad oscura mientras repasaba lo que debía hacer a continuación. Todo en su vida había sido cuidadosamente calculado, y ahora, el siguiente paso en su plan requería la eliminación del único obstáculo real entre él y Yeji: Bogum.

Bogum no era solo un cliente frecuente en la cafetería donde trabajaba Yeji, sino que había comenzado a acercarse demasiado a ella, ganándose su confianza y quizás algo más. In Guk lo había observado desde las sombras durante semanas, viendo cómo Bogum la hacía sonreír, cómo la protegía, cómo empezaban a desarrollar una relación que él no podía permitir.

—Si no lo elimino de la ecuación, todo se vendrá abajo —susurró In Guk, mientras una leve sonrisa perversa se formaba en su rostro.

Sabía que Bogum sería persistente si notaba que Yeji había desaparecido. Y lo más peligroso era que probablemente sería lo suficientemente listo como para acudir a la policía. In Guk no podía permitirse ningún error. Tenía que asegurarse de que Bogum desapareciera antes de que sospechara algo. Así que un nuevo plan se formó en su mente: secuestrar a Bogum.

El objetivo no era tan complicado como podría parecer. In Guk ya había estudiado los movimientos de Bogum. Sabía a qué hora salía del trabajo, cuándo solía hacer ejercicio, incluso qué ruta tomaba para regresar a casa. Lo había seguido en varias ocasiones, preparándose para este momento. Sabía exactamente cuándo y dónde atacar.

Decidió que la mejor oportunidad sería una noche, cuando Bogum saliera tarde del gimnasio. Las calles estarían casi desiertas, y él podría preparar un "accidente" que le daría la oportunidad perfecta para llevárselo sin levantar sospechas. Era una táctica que ya había funcionado antes con Yeji, y ahora planeaba repetirla con el hombre que se interponía en su camino.

In Guk tomó su teléfono y abrió la aplicación que le permitía seguir todos los movimientos de Yeji a través de su cámara. Sabía que la había dejado segura en la casa de campo, lejos de cualquier posible rescate. Mientras tanto, podría concentrarse completamente en eliminar a Bogum de la ecuación.

Se levantó de la silla y comenzó a preparar su equipo. Un auto sin placas, una jeringa con un sedante potente, cuerdas y una máscara para cubrir su rostro en caso de que alguien lo viera. Todo debía estar listo, cada detalle cubierto. No podía permitirse fallar.

Mientras metía las herramientas en una bolsa negra, una emoción oscura se apoderaba de él. El secuestro de Yeji había sido solo el comienzo. Ahora, deshacerse de Bogum no solo era una necesidad, sino una forma de reafirmar el control absoluto que tenía sobre la situación.

Al día siguiente, In Guk comenzó a poner en marcha su plan. Pasó la mañana estudiando los movimientos de Bogum desde una distancia prudente. Era un hombre de hábitos predecibles, y eso jugaba a favor de In Guk. Sabía que esa noche iría al gimnasio, como siempre lo hacía los martes, y que volvería solo, sin compañía.

Cerca de las 9:30 p.m., In Guk se estacionó en una calle lateral a unos metros del gimnasio. Observaba desde las sombras, esperando pacientemente. Finalmente, vio a Bogum salir, secándose el sudor con una toalla y revisando su teléfono mientras caminaba hacia su auto. In Guk sonrió. 

Era el momento perfecto.

Con un rápido movimiento, encendió el motor de su auto y comenzó a seguirlo a una distancia segura. Bogum parecía ajeno a lo que estaba por suceder, perdido en sus propios pensamientos. Cuando llegó a una esquina poco iluminada, In Guk aceleró y giró bruscamente el volante, golpeando el auto de Bogum con fuerza.

Bogum frenó de golpe, sorprendido por el impacto. Salió de su auto rápidamente para revisar los daños, pero antes de que pudiera reaccionar, In Guk ya estaba frente a él, con la jeringa preparada. Sin darle tiempo para reaccionar, lo inyectó con el sedante en el cuello. Bogum apenas pudo emitir un sonido antes de desplomarse en el suelo.

In Guk lo levantó con facilidad, cargándolo hacia su auto sin que nadie lo viera. Bogum estaba completamente inconsciente, indefenso en manos de su captor.

—Un obstáculo menos —murmuró In Guk, mientras lo aseguraba en el asiento trasero.

El primer paso de su plan estaba completo. Ahora, Bogum estaba fuera de juego, y nadie podría encontrar a Yeji sin su ayuda. In Guk aceleró, alejándose de la ciudad una vez más, mientras un nuevo destino oscuro aguardaba para su nueva víctima.

PYSHOPATHIC FEAR | MIEDO PSICOPATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora