El Regreso a la Oscuridad

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Meses después de la tormenta, la vida de Yeji parecía haber vuelto a la normalidad. Había encontrado un nuevo equilibrio, aunque a veces, la sombra de In Guk se deslizaba en su mente, desafiando su serenidad. Un día, mientras salía de su trabajo, se encontró con una figura familiar que la hizo detenerse en seco. Era él, de pie fuera de su casa, con una mirada que evocaba recuerdos lejanos.

—Yeji... —susurró In Guk, como si estuviera temeroso de que al hablar, la magia se desvaneciera.

El corazón de Yeji latió con fuerza. Había anhelado y temido este momento a partes iguales. La atracción que había sentido hacia él nunca se había disipado del todo, y a pesar de todo lo que había ocurrido, había algo en él que la llamaba, como una sombra que no podía dejar atrás.

La charla fue breve y cargada de tensión. Hablaron de sus vidas, de cómo habían lidiado con las secuelas de aquel infierno. In Guk le confesó que había decidido buscar ayuda, que quería curarse, y por un instante, la esperanza iluminó el rostro de Yeji.

Pero la conversación tomó un giro inesperado. Sin saber cómo, sus labios se encontraron en un beso impulsivo, uno que parecía traer consigo todos los recuerdos de lo que habían compartido, tanto lo bueno como lo terrible. En ese instante, ambos sintieron que estaban juntos de nuevo, aunque el contexto era completamente diferente.

—Quizás deberíamos tomar caminos separados —sugirió Yeji, con tristeza en la voz, sintiendo que lo que habían construido no podía resistir el peso de sus pasados.

—Lo entiendo —respondió In Guk, su expresión era una mezcla de dolor y aceptación.

Mientras se alejaban el uno del otro, un susurro de lo que había sido su historia pasó por la mente de Yeji. En ese momento, tomó la decisión de compartir la verdad que había estado guardando, no solo para ella, sino para todos los que habían estado atrapados en su juego.

Así que, en una especie de confesión íntima, dirigió su voz hacia el espejo que tenia enfrente...

"Todo estuvo planeado. Desde el principio, In Guk y yo siempre habíamos sido parte de un plan que comenzó en la secundaria. Cuando conocí a Bogum, la semilla del odio creció en mí. Lo veíamos como una amenaza, y no solo por lo que representaba, sino por lo que nos robaba el uno al otro.

El secuestro de Bogum y la manera en que yo misma fui capturada no fue un accidente. Era un juego meticulosamente diseñado por nosotros dos, un juego que jamás había tenido que jugarse. Accedí a mi propio celular, todo para poder rastrear sus movimientos y encontrar el momento perfecto para que In Guk pudiera actuar.

Lo que viví fue una actuación, y mientras las torturas y los engaños ocurrían, la línea entre el amor y el odio se desdibujó. In Guk nunca planeó matarme porque en el fondo sabía que éramos dos lados de la misma moneda: atrapados en nuestra locura, pero profundamente enamorados.

Bogum fue solo una víctima de nuestras decisiones, y mientras él sufrió, nosotros nos perdimos en la oscuridad de nuestros propios deseos. In Guk estaba dispuesto a aceptar la culpa, a ir a la cárcel, solo para protegerme. Y yo, aunque me sentía culpable, no podía evitar la conexión que siempre había existido entre nosotros.

Así que ahora, mientras él busca ayuda y yo trato de regresar a una vida normal, lo único que queda son los ecos de un amor destructivo y un plan que, aunque oscuro, nunca dejé de querer. Era nuestra historia, y aunque tomamos caminos separados, siempre seremos dos almas que bailaron en el filo de la locura."

Con esas palabras resonando en su mente, Yeji se sintió libre. Sabía que el camino hacia adelante sería complicado, pero al menos ahora entendía que, en el fondo, siempre había habido un motivo detrás de cada acción, incluso de los actos más oscuros. La historia de In Guk y Yeji no había terminado, pero su camino, al menos por ahora, los llevaría en direcciones opuestas.





FIN

PYSHOPATHIC FEAR | MIEDO PSICOPATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora