Interrogatorios en la Tienda de Conveniencia

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La tienda de conveniencia estaba más tranquila de lo habitual cuando los oficiales de policía llegaron. La detective Kim y su equipo se adentraron en el local, donde el sonido de la puerta automática al abrirse llamó la atención de los empleados. Con rostros serios y pasos decididos, los agentes sabían que cada minuto contaba.

—¿Quién está a cargo aquí? —preguntó la detective Kim mientras mostraba su placa.

El encargado, un hombre de mediana edad, se adelantó con nerviosismo. Sus manos temblaban ligeramente mientras se ajustaba las gafas.

—Soy yo... ¿Hay algún problema, oficial? —respondió con una mezcla de ansiedad y curiosidad.

—Queremos hacerle unas preguntas sobre un incidente reciente —dijo Kim, mientras el resto del equipo se dispersaba para observar el lugar—. Estamos investigando la desaparición de un cliente frecuente, Park Bogum, y hemos rastreado su última ubicación a esta tienda. ¿Podría decirnos si ha notado algo inusual en los últimos días?

El encargado frunció el ceño, tratando de recordar.

—Bueno, Bogum viene aquí casi todos los días. Es... era... uno de nuestros clientes más frecuentes. Pero no recuerdo haber visto nada extraño en particular.

La detective Kim asintió, sin perder la paciencia.

—¿Y algún otro cliente que haya llamado su atención? Tal vez alguien nuevo o que haya estado comportándose de manera sospechosa.

El encargado se quedó en silencio por un momento, pensando.

—Ahora que lo menciona, hubo un tipo... vino un par de veces en la última semana. No lo había visto antes, pero parecía estar observando a los demás clientes de una manera rara. No compró mucho, solo una botella de agua, y se quedaba por bastante tiempo sin hacer nada.

—¿Puede describirlo? —preguntó la detective, notando que habían encontrado una posible pista.

—Era alto, con el cabello oscuro y un poco despeinado. Vestía siempre de manera casual, como si no quisiera llamar la atención. Pero lo que me pareció raro fue que siempre miraba su teléfono y, al mismo tiempo, observaba a Bogum. No sé, me dio mala espina.

Kim intercambió miradas con su compañero, Park. Sabían que estaban acercándose.

—¿Tienen cámaras de seguridad aquí? —preguntó Park, señalando los rincones de la tienda.

—Sí, claro, justo allí —respondió el encargado, apuntando hacia las cámaras que cubrían varios ángulos del local.

—Necesitamos las grabaciones de los últimos días. Podría ser crucial para nuestra investigación —dijo Kim.

El encargado asintió rápidamente y fue a buscar las grabaciones. Mientras tanto, la detective Kim se acercó al mostrador donde otro empleado, una joven con uniforme, atendía a un cliente.

—¿Tú también trabajas aquí a menudo? —le preguntó.

La joven asintió.

—Sí, todos los días en el turno de la mañana.

—¿Recuerdas haber visto algo raro últimamente? Quizás algo relacionado con Bogum o cualquier otro cliente. Cualquier detalle podría ser importante.

La chica pensó un momento.

—Recuerdo que Bogum solía hablar mucho con una chica. Era bastante simpático, siempre sonriendo. Pero desde hace unos días... noté que había dejado de venir tan seguido. Y sí, vi a un hombre extraño hace poco, como mencionó mi jefe. Se me hizo raro cómo miraba a Bogum. Incluso me pareció que lo seguía cuando salía de la tienda.

Kim notó cómo la información comenzaba a encajar. Alguien estaba acechando a Bogum, y era posible que esa misma persona estuviera involucrada en su desaparición.

El encargado regresó con las grabaciones y las entregó a los oficiales.

—Aquí están. Espero que les sirvan.

La detective Kim tomó el disco con las grabaciones, segura de que en esas imágenes encontrarían algo clave para resolver el caso. El tiempo jugaba en su contra, pero cada pista los acercaba más a la verdad.

Mientras el equipo salía de la tienda, la sensación de que algo grande estaba por descubrirse se hizo más fuerte. Las vidas de Bogum, o bueno su cuerpo ya muerto, y Yeji pendían de un hilo, y la policía lo sabía.

 La pregunta ahora era si llegarían a tiempo para salvarlos o si las sombras de In Guk se cerrarían completamente antes de que la verdad saliera a la luz.

PYSHOPATHIC FEAR | MIEDO PSICOPATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora