Dos días habían pasado desde el momento en que Yeji había logrado engañar a In Guk, y la atmósfera en la casa de campo había cambiado. Había momentos de dulzura y risas, donde ella intentaba mantener la ilusión de una relación perfecta, pero en el fondo sabía que todo era un juego peligroso.
Esa tarde, estaban sentados en el sofá, rodeados de una atmósfera tensa pero cálida. Yeji había logrado hacer que In Guk se sintiera amado, al menos por un instante, mientras compartían risas y miradas cómplices. Sin embargo, el ambiente podía cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
—Eres todo lo que siempre quise —dijo él, acariciando suavemente su rostro.
Yeji sonrió, disfrutando el momento. Pero, como siempre, la sombra de la realidad no tardó en aparecer.
De repente, In Guk se tensó. Su expresión cambió y la sonrisa que antes iluminaba su rostro se transformó en un ceño fruncido.
—¿Por qué no me miras a los ojos cuando hablas? —preguntó, su voz baja y amenazante.
El corazón de Yeji se aceleró. Sabía que esa era una señal peligrosa.
—Lo siento, solo... —intentó explicar, pero las palabras se atascaban en su garganta.
—¿Solo qué? —gritó, la rabia llenando sus ojos—. ¿Qué es lo que me ocultas?
Sin previo aviso, él la empujó levemente, lo que hizo que Yeji se tambaleara. La sonrisa desapareció de su rostro, reemplazada por la preocupación.
—No te estoy engañando, In Guk. Te lo prometo —dijo, tratando de calmarlo. Pero sus palabras solo parecían avivar su furia.
—¡Si descubro que me has estado mintiendo, no dudaré en matarte! —gritó, su voz resonando en la habitación como un trueno. Golpeó la pared con su puño, dejando un profundo eco en el aire.
Yeji retrocedió, sintiendo cómo el miedo se apoderaba de ella. Sabía que él estaba perdiendo el control, y cada vez que se desataba su ira, el juego se tornaba más peligroso.
—Solo quiero que estés bien —dijo ella, intentando que su voz sonara firme, pero temblaba ligeramente.
In Guk se acercó, con una mirada intensa que la hacía sentir pequeña. Sin previo aviso, la agarró del brazo y le dio un golpe suave, un recordatorio de su fuerza. No era un daño grave, pero la violencia la sorprendió.
—¿Estás jugando conmigo? —dijo, acercando su rostro al de ella, su aliento caliente contra su piel—. Te lo advierto, Yeji, no puedo soportar que me engañes.
—No te engañaría, In Guk. Te lo prometo —respondió, sintiendo lágrimas de frustración acumularse en sus ojos. Su corazón latía con fuerza, atrapada entre el deseo de escapar y el miedo a provocarlo aún más.
La tensión en el aire era palpable, y Yeji sabía que debía encontrar la manera de calmarlo. Tenía que seguir jugando el juego, aunque cada día se volvía más complicado.
—¿Te acuerdas de lo que dijiste? Que querías protegerme —dijo, buscando conectar con su lado más suave—. No hay razón para que estemos así.
La mirada de In Guk se suavizó por un instante, pero el rencor seguía presente.
—No puedo permitir que nadie se interponga entre nosotros. Eres mía, y haré lo que sea necesario para mantenerte a salvo —murmuró, su voz ahora más baja, pero la amenaza seguía ahí.
Yeji sintió un escalofrío recorrer su espalda. En ese momento, supo que el juego de la manipulación había comenzado a tomar un giro oscuro. Mientras se aferraba a la ilusión de amor, la sombra de la violencia la perseguía, y su corazón se llenaba de incertidumbre.
Afuera, el mundo seguía su curso, pero para Yeji, la batalla por su vida y libertad se intensificaba en cada encuentro con In Guk.
La línea entre el amor y la locura se desdibujaba, y ella debía encontrar la forma de sobrevivir en un laberinto lleno de peligros.
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PYSHOPATHIC FEAR | MIEDO PSICOPATA
FanfictionUna joven hermosa y decidida, Yeji, es acechada por In Guk, un hombre obsesivo y perturbado que manipula cada aspecto de su vida desde las sombras. Mientras ella intenta descubrir el origen de las extrañas coincidencias que la rodean, su mundo se os...