Un Nuevo Rostro

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El día comenzó con el aroma familiar del café recién hecho en la cafetería donde Yeji trabajaba. La rutina la reconfortaba; era una forma de desconectarse del mundo y sumergirse en la interacción con los clientes habituales. Aunque seguía recordando los encuentros recientes con In Guk, esa inquietud extraña aún persistía. Decidió enfocarse en su trabajo y despejar su mente.

El día avanzaba con normalidad hasta que un cliente frecuente, Park Bo Gum, entró al local. Él era uno de los clientes más amables y educados que visitaban la cafetería, siempre pidiendo el mismo café americano con una sonrisa que iluminaba la sala.

—¡Buenos días, Yeji! —saludó Bo Gum mientras se acercaba al mostrador.

—¡Buenos días, Bo Gum! —respondió ella, devolviéndole la sonrisa, sintiéndose aliviada de ver a alguien tan agradable.

Bo Gum era un hombre joven, con una energía cálida que contrastaba con la intensidad que a veces sentía en torno a In Guk. Cada vez que él llegaba, los pocos minutos de conversación entre ellos eran ligeros y relajados. A Yeji le resultaba fácil hablar con él, y aunque no lo conocía mucho más allá de sus interacciones en la cafetería, siempre había sentido una extraña comodidad en su presencia.

—¿Lo de siempre? —preguntó Yeji mientras comenzaba a preparar su café.

—Por supuesto. Aunque, ¿sabes? Hoy he pensado en probar algo diferente —dijo Bo Gum con una sonrisa juguetona.

—¡Oh! ¿Te estás atreviendo a salir de tu zona de confort? —bromeó Yeji mientras buscaba en la lista de bebidas.

—Digamos que sí. ¿Qué me recomiendas? Confío en tu juicio.

Yeji se inclinó sobre el mostrador, con una expresión divertida mientras leía las opciones del menú en voz alta. Finalmente, decidieron un nuevo latte con un toque de canela, y durante todo el proceso, las risas entre ambos se hicieron más frecuentes. Era evidente que había una química natural entre ellos, algo que Yeji no había notado hasta ahora.

Mientras preparaba la bebida, sintió que la conversación con Bo Gum fluía de manera diferente. Su humor despreocupado y su amabilidad la hacían sentir tranquila, algo que últimamente le hacía falta.

—Eres muy buena recomendando cafés, ¿lo sabías? —dijo Bo Gum mientras tomaba el primer sorbo de su nueva elección.

—¡Gracias! Me alegra que te guste —respondió ella, sonriendo.

La interacción continuó por unos minutos más, y cuando Bo Gum se despidió para seguir con su día, Yeji no pudo evitar notar algo nuevo en la forma en que lo veía. Algo en su presencia la hacía sentir más ligera, más a gusto.

Sin embargo, cuando Bo Gum salió de la cafetería, una sombra oscura parecía acechar a la distancia. Desde una esquina cercana, In Guk observaba. No había planeado este encuentro, pero al pasar por la cafetería y ver a Yeji charlando tan animadamente con otro hombre, algo se revolvió dentro de él.

Los ojos de In Guk se estrecharon mientras los observaba reír. Bo Gum, con su apariencia despreocupada y su tono amigable, era una amenaza. Sentía cómo la rabia y los celos comenzaban a bullir en su interior, pero mantuvo la calma. No podía perder el control. 

Todo estaba bajo su dominio, todo estaba planeado... hasta ahora.

—¿Quién demonios es él? —murmuró In Guk para sí mismo, apretando los puños.

Sabía que tenía que actuar rápido. Su plan estaba funcionando a la perfección hasta este momento, y no permitiría que un simple cliente lo arruinara. Mientras seguía observando desde la distancia, la mente de In Guk comenzaba a calcular su próximo movimiento.

Dentro de la cafetería, Yeji no tenía idea de que estaba siendo observada. Continuó con su trabajo, pero los pensamientos sobre Bo Gum rondaban en su mente. Había algo refrescante en la forma en que él la trataba, algo diferente a la intensidad de In Guk.

—¿Qué tiene Bo Gum? —se preguntó en silencio, mientras limpiaba el mostrador—. Es tan... sencillo, pero hay algo en él.

Por la tarde, Bo Gum regresó a la cafetería, esta vez con una expresión algo más seria. Al acercarse al mostrador, le ofreció una sonrisa que rápidamente la relajó.

—Yeji, no pude dejar de pensar en esa recomendación. ¿Te gustaría salir después de tu turno y tomar un café juntos en otro lugar? —le propuso con amabilidad, con los ojos llenos de expectativas.

Yeji se sorprendió ante la invitación. Aún no había salido con un cliente antes, pero la idea no le parecía tan descabellada. Bo Gum era encantador y la hacía sentir cómoda. Además, después de los extraños encuentros con In Guk, sentía que un cambio en su rutina le vendría bien.

—Me encantaría, Bo Gum. ¿A las seis está bien? —respondió ella con una sonrisa.

Bo Gum asintió con entusiasmo y, después de despedirse, salió de la cafetería, contento con la respuesta de Yeji.

Sin embargo, desde las sombras, In Guk había escuchado todo. Mientras los celos lo consumían, sabía que no podía permitir que Bo Gum se interpusiera en su camino. Cada paso que había dado hasta ahora había sido para acercarse a Yeji, y este cliente frecuente acababa de convertirse en una amenaza.

—No será tan fácil, Bo Gum —susurró In Guk mientras se alejaba, sus pensamientos oscureciéndose más con cada paso.

El destino estaba a punto de tomar un giro peligroso, y ni Yeji ni Bo Gum sabían en qué tipo de red estaban a punto de caer.

PYSHOPATHIC FEAR | MIEDO PSICOPATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora