La Conexión de las Pistas

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Mientras Yeji luchaba por mantener su fachada, en otra parte de la ciudad, la policía comenzaba a unir las piezas de un rompecabezas oscuro. Los agentes, encabezados por la detective Kim, se reunieron en la sala de interrogatorios, donde se habían acumulado evidencias sobre la muerte del repartidor y la desaparición de Bogum.

—Recibimos una llamada anónima sobre el repartidor —dijo el oficial Park, mientras proyectaba imágenes de la escena del crimen en una pantalla—. Parece que hay más de lo que se ve a simple vista.

La detective Kim asintió, observando atentamente las imágenes. Había un patrón que empezaba a emerger, pero necesitaban más pruebas.

—¿Y qué hay de Bogum? —preguntó, mientras revisaba los informes—. Su desaparición coincide con la de otros jóvenes en esta área.

—Exacto —respondió Park—. Además, he estado rastreando sus últimas llamadas. Había un número que aparecía con frecuencia, y coincide con la línea del repartidor.

La detective Kim frunció el ceño al escuchar eso. Las conexiones estaban comenzando a tejerse, y cada hilo parecía apuntar a un mismo lugar.

—Necesitamos investigar más a fondo este número. Si hay una conexión, podríamos estar frente a un caso más grande de lo que pensamos —dijo, sintiendo que la presión aumentaba.

Mientras tanto, el equipo de forenses analizó las evidencias recolectadas del repartidor. Una pequeña muestra de ADN encontrada en la escena comenzó a arrojar luces sobre el caso.

—Detective, este ADN no corresponde a ninguna de las víctimas conocidas, pero podría estar relacionado con alguien más —informó uno de los forenses, señalando los resultados en la pantalla.

La detective Kim miró fijamente los datos. Había un eco de intriga y preocupación en su mirada.

—Si podemos identificar a esta persona, podríamos atar los cabos sueltos —dijo. La idea de que alguien estuviera detrás de todo eso la inquietaba.

A medida que revisaban las llamadas telefónicas, notaron que había una actividad inusual en la red. Una serie de mensajes de texto que no parecían tener sentido a simple vista, pero que comenzaban a tomar forma cuando se analizaban en conjunto.

—Parece que hay un patrón en las horas y lugares donde se hicieron las llamadas. Debemos buscar en el área de la tienda de conveniencia, donde se vio por última vez a Bogum —sugirió Park, notando que su instinto lo guiaba hacia una posible pista.

La detective Kim se puso de pie, sintiendo que la urgencia del caso la impulsaba a actuar.

—Llamen a la unidad de apoyo y dirígete a la tienda de conveniencia. Necesitamos preguntar a los empleados si han visto algo inusual en las últimas semanas. —Su voz era firme, decidida.

Mientras tanto, In Guk, ajeno a la tormenta que se avecinaba, continuaba su vida, atrapado en su propia obsesión. No tenía idea de que sus acciones estaban comenzando a despertar sospechas en la policía. Cada día, su seguridad se desvanecía un poco más, mientras él se dedicaba a fortalecer el control sobre Yeji, sin darse cuenta de que los hilos de su vida estaban siendo deshilachados.

La detective Kim y su equipo se apresuraron a investigar la tienda de conveniencia, seguros de que en cualquier momento podrían descubrir algo que cambiaría el rumbo del caso.

 A medida que se acercaban a la verdad, el peligro se intensificaba, y las sombras de In Guk se alargaban.

Yeji, por su parte, seguía interpretando su papel, luchando entre la necesidad de sobrevivir y el deseo de escapar. Sabía que el tiempo se estaba agotando, y que la policía podría ser su única salvación. La conexión entre sus vidas estaba a punto de revelarse, y el desenlace de esta historia se acercaba, lleno de incertidumbre y peligro.

PYSHOPATHIC FEAR | MIEDO PSICOPATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora