En un momento de impulso, Yeji sintió que el tiempo se detenía. Las palabras de In Guk resonaban en su mente mientras su corazón latía con fuerza. Sabía que debía dar el siguiente paso, un gesto que solidificara la imagen que había creado. A pesar de que cada fibra de su ser se rebelaba contra la idea, entendía que un beso era esencial para mantener la ilusión.
Con una mezcla de determinación y desgano, se acercó a él, dejando que la tensión entre ellos se transformara en algo palpable. Sus labios encontraron los de In Guk en un beso suave, un acto que desdibujaba las líneas entre la verdad y la ficción. Tenía que hacerle creer que todo lo que había construido en esas semanas era real.
El beso, aunque forzado, era cálido y lleno de esa conexión que él había deseado. In Guk respondió con intensidad, cerrando los ojos mientras su mano se deslizaba por la espalda de Yeji, acercándola más a él. En su mente, ella se repetía que esto era necesario, que era parte de su estrategia.
—Eres increíble —murmuró él, separándose un poco para mirarla a los ojos. Su mirada estaba llena de un fervor que la hacía sentir incómoda y, a la vez, atrapada en el momento.
—Y tú también —respondió Yeji, obligándose a sonreír. Su voz temblaba ligeramente, pero intentó ocultarlo. Cada palabra que salía de su boca era un pequeño sacrificio en el altar de su supervivencia.
In Guk la miraba con una adoración casi palpable, y ella sintió que se retorcía por dentro. Era un sentimiento de culpa lo que la invadía, pero sabía que no podía permitir que eso la detuviera. Tenía que seguir adelante, mantener la fachada perfecta.
—Quiero que sepas que nunca haré nada que te haga daño —dijo In Guk, volviendo a acercarse—. Haré lo que sea necesario para protegerte.
Yeji se sintió atrapada por su propia actuación. Sabía que las palabras de él no eran solo promesas; eran reflejos de una mente perturbada que había cruzado límites irremediables. Sin embargo, no podía dejar que eso la abrumara. Debía usarlo a su favor.
—Lo sé, In Guk. Y me siento afortunada de tenerte en mi vida —contestó, dejando que la emoción se filtrara en su voz. Era un riesgo que estaba dispuesta a correr, por el bien de su plan.
Al escuchar su respuesta, In Guk sonrió, su rostro iluminándose. Era como si se le hubiera otorgado un nuevo propósito, y Yeji podía ver cómo su ego crecía con cada palabra. Esa era la chispa que necesitaba; el combustible para mantenerlo en su lugar mientras ella tejía su escape.
Mientras la noche avanzaba, continuaron compartiendo risas y palabras suaves, pero en el fondo, Yeji sabía que estaba caminando sobre un hilo delgado. Cada gesto, cada mirada era un recordatorio de que su vida estaba en juego,
y que un pequeño error podría desbaratar todo lo que había construido.
Mientras la velada llegaba a su fin, In Guk la tomó de la mano y la miró profundamente a los ojos.
—Te prometo que todo esto es solo el comienzo —dijo, su voz suave pero llena de convicción—. Nunca permitiré que te alejes de mí.
Yeji sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero se obligó a mantener la calma. Tenía que recordar que cada paso que daba era parte de un juego mayor. El beso había sido solo una parte de su estrategia, un pequeño sacrificio en su camino hacia la libertad.
Mientras se retiraba a la cama, con la luz suave iluminando la habitación, Yeji se preparó mentalmente. Sabía que debía seguir adelante, y que la lucha por su vida y su libertad apenas comenzaba. Cada día era un nuevo desafío, pero ahora, había una chispa de esperanza. Todo lo que necesitaba era un momento adecuado para hacer su movimiento y finalmente escapar de la prisión que había creado In Guk en su mente.
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PYSHOPATHIC FEAR | MIEDO PSICOPATA
FanficUna joven hermosa y decidida, Yeji, es acechada por In Guk, un hombre obsesivo y perturbado que manipula cada aspecto de su vida desde las sombras. Mientras ella intenta descubrir el origen de las extrañas coincidencias que la rodean, su mundo se os...