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Finalmente, el día del proyecto final llegó. Habían trabajado durante semanas, y aunque la poción estaba casi lista, la tensión entre ellas alcanzó un punto de ebullición. Estaban en el aula de pociones, solas, ajustando los últimos detalles. De repente, una discusión estalló, aparentemente por algo trivial, pero estaba claro que había más en juego.

-¡Eres insoportable! -gritó Pansy, tirando el cucharón dentro de la poción y girando sobre sus talones para marcharse.

Hermione, en un arrebato de ira, la siguió.

-¿Insoportable yo? ¡Eres tú la que ha estado actuando como una niña malcriada desde que empezamos este proyecto!

Pansy se detuvo en seco, y cuando se giró para enfrentarse a Hermione, sus ojos brillaban de rabia... pero también de algo más. Algo que ni siquiera ella había querido admitir.

-¿Qué te pasa? -preguntó Hermione, dando un paso hacia ella-. ¿Por qué estás así?

Pansy no dijo nada durante unos segundos, solo la miró intensamente, como si estuviera librando una batalla interna. Luego, en un movimiento que tomó a ambas por sorpresa, Pansy agarró a Hermione por el cuello de la túnica y la besó. Fue un beso cargado de frustración, de semanas de tensión no resuelta, de confusión y deseo.

Hermione, después de un segundo de shock, le devolvió el beso con igual intensidad. La poción en la caldera burbujeaba a sus espaldas, pero en ese momento, nada importaba excepto el calor que sentían entre ellas. Cuando finalmente se separaron, ambas estaban jadeando, sus rostros a centímetros de distancia.

-Eso... -comenzó Hermione, sin aliento- fue inesperado.

Pansy se mordió el labio, nerviosa por primera vez en su vida.

-No más que lo que he estado sintiendo todo este tiempo -murmuró, sin mirarla a los ojos.

Hermione, todavía sorprendida, tomó un momento para procesar lo que acababa de suceder. No podía negar que también lo había sentido, esa atracción, esa chispa que había estado creciendo entre ellas sin que se dieran cuenta. Sonrió levemente y acarició el rostro de Pansy con suavidad.

-Entonces tal vez deberíamos dejar de pelear y empezar a entender qué significa esto -dijo suavemente.

Pansy levantó la vista, sus ojos brillando con algo nuevo, algo que parecía esperanza. Y en ese momento, entre el caos de los ingredientes mágicos y la complejidad de sus emociones, supieron que, contra todo pronóstico, habían encontrado algo inesperado en la otra

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