Todo por ese rubio

capitulo 31.

Me desperte por el ruido del despertador; era la hora de irse. Me di la vuelta y le vi, abrazado a mi, mirandome tiernamente.

Dani: Buenos días.

Yo: Buenos días, ¿cómo has dormido?

Dani: Contigo, genial. ¿ y tú?

Yo: Abrazado a un angel... o eso me parecio al despertarme. Pero ya me e espavilado y sigo viendo a un angel... creo que me estoy volviendo loca.

Dani: Yo me he despertado con una princesa, pero no me importaría estar loco si asi pudiera verla casa mañana.

Yo: Hoy te has despertado cariñoso...- sonreí y el me devolvió la sonrisa.

Dani: Es que me he despertado junto a tí.- me besó a modo de buenos días y me levante para ducharme. Pero el tiró de mí y me caí encima de él.- No me dejes todavía.

Yo: Si por mí fuera, me quedaría todo el día aqui pero... Recuerda que en dos horas tenemos que estar en el aeropuerto para coger el avión con los chicos y...

Dani: ¡Mierda! El avión, se me había olvidado.-saltó de la cama y se fue a la ducha. Yo me fuí a preparar el desayuno mientras me reía. Cuando estaba sacando la leche de la nevera del hotel, escuché una voz cantar. Pensé que deví haberme vuelto loca de verdad, porque aquella voz parecía de un ángel. Paré de hacer el desayuno y me dirigí hacia dónde procedía la voz. Embelesada y sin el control de mis piernas, me dirigí inconscientemente al dormitorio y entré sin llamar a las puerta, ya que de ahí procedía la voz. Entré y le ví secandose el pelo con una toalla y en calzoncillos.

Yo: ¡Perdón! ¡No era mi intención, lo siento mucho...!

Dani: - se echó a reír- Vamos, entra, como si fuera la primera vez que me ves así.- pasé de nuevo y le ví con los brazos extendidos hacia mí para que fuera y le abrazara. Me acerqué y le abrazé aun con la mirada gacha.

Yo: De verdad que lo siento, pero esque te escuché cantar y... ya sabes que me encanta...

Dani: De verdad que no importa, de todas maneras ya estaba vestido. Pero si quieres me lo quito.- se rió perversamente y yo me separé de él.

Yo: ¡Guarro! 

Dani: Anda, no te enfades y ven aquí. - no me moví ni un pelo, me apetecía enfadarlo.- ¿No vienes? Tu lo has querido. 

Salió corriendo detrás de mí y yo huí. Pero me alcanzó. Me cogió en brazos y nos tiramos en el sofá con tan mala suerte que a Dani se le cayó la poca ropa que llevaba.

Yo: ¡Dani! ¡Tu ropa! ¡Tapaté!- le tiré un cojín y yo me tapé la cara con otro. No quería que viera lo rojas que estaban mis mejillas.

Dani: Ups, que descuido.- se empezó a reír pero al poco tiempo paró.- Em.. Alba, que ya me he vestido.

Yo: ¿Seguro?- le dije sin quitarme el cojin de la cara.

Dani: Más seguro que el seguro de mi casa.

Yo: Vale.- pero no me quité el cojin de la cara.

Dani: ¿Por qué no te quitas el cojín de la cara?

Yo: Estoy bien así.

Dani: Pero como vas a estar bien con un cojín en la cara, loca.

Yo: Es que...- me quitó el cojín de la cara y se empezó a reir de nuevo.

Dani: ¡Se me caé la ropa a mí y te pones roja tú!- me dijo entre carcajadas.

Yo: No tiene gracia...- me levanté y le dejé riendose allí solo. Me metí en la ducha. Cuando salí a la habitación para vestirme, Dani estaba allí. Me dí la vuelta y me metí en el baño.- Dani, ¿ te importaría salirte de la habitación? Es que me tengo que vestir.