capitulo 33.

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********NARRA ALBA*********

Terminamos de comer y todos nos fuimos a dar una vuelta. Llegamos a una discoteca y Dani se fue al baño. Desde lo que paso durante la comida, estubo un poco raro. No me volvió a hablar desde que salimos del baño. Estaba pensativo, como si algo le preocupara. Pasó un cuarto de hora desde que se había ido al baño. Empecé a preocuparme y Mónica lo notó.

Mónica: ¿Qué te pasa?

Yo: Es Dani, está un poco raro desde lo de la comida y se fue hace más de un cuarto de hora al baño.

Mónica: Estará... Ya sabes...

Yo: Sí, prefiero pensar eso...

Mónica: No te preocupes, estará bien.

UNA HORA MÁS TARDE

Yo: Mónica, ha pasado una hora, ya estoy harta, le voy a llamar.

Mónica: Si, mejor. - cogí mi móvil y le llame. Lo intente cuatro veces y no me lo cogió.

Yo: Mónica, no me lo coge. Ahora si que estoy preocupada.

Mónica: Voy a hablar con Carlos para que vaya al baño haber si está allí.- se fue y vino a los dos minutos con Carlos.

Carlos: Alba, en el baño no hay nadie desde hace un hora, según el camarero. ¿Estás segura de que Dani se fue al baño?

Yo: Segura, le vi entrar. Lo que no se es donde se ha metido, me tiene muy preocupada. - estaba a punto de derrumbarme, no sabia donde podria estar.

Monica: Tranquila, vamos a ir a buscarle por grupos. - hicimos los grupos, Carlos, David y Blas por un lado, Álvaro, Andrea y Natalia por otro y Monica y yo por otro. El primer grupo fue al hotel, el segundo al centro comercial y Monica y yo fuimos por las playas de las afueras. Cuando íbamos por la segunda playa, a Monica le mandaron un mensaje y sonrió.

Yo: Que pondra para que sonrias...

Monica: Em... Nada... Alba, Dani seguro que esta bien, vamonos al hotel que ya es casi de noche y llebamos mucho buscando.

Yo: ¡ Como puedes decir eso! ¡ Como puedes decir que estara bien si ha desaparecido y no me coge el telefono! ¡ Si fuera Carlos, tu ya estabas en la policía denunciando su desaparcion! - me alteré mucho.

Monica: Alba, no te alteres, vamonos al hotel. Ya estan alli todos.

Yo: ¡ No ! Todos no, Dani no. Iré dentro de un rato, vete si quieres.

Monica: Eso haré. - se fue y me quedé allí, sola. Me senté en la arena y miré fijamente hacia el mar. El vaivén de las olas me relajaba.

Realmente, estaba muy preocupa. No podía parar de pensar en lo peor, que le hubiese pasado algo malo. Ante ese pensamiento, una lágrima recorrió mis mejillas y comencé a sozollar inconscientemente. Estaba llorando de preocupación pero, a la vez, de alegría. De alegría porque pensé en el día en que nos conocimos, cuando me llevó a desayunar y nos empezó a llover, nuestro día en el parque, nuestro primer beso... Nuestra primera despedida... Seguí llorando pero esta vez toda la alegría desapareció cuando pensé en nuestra despedida. Intenté volver una hora después, ya era de noche. Cuando estaba de camino al hotel, me dí cuenta de que me estaban siguiendo. En una boca-calle, me asaltó un hombre de unos 40 años. Me agarró del brazo y empezó a zarandearme. Yo quise gritar pero me tapó la boca. Todo estaba muy oscuro y estaba muy asustada.

X: Hola preciosa, he roto con mi novia y creo que ya se quién va a pagar los platos rotos. - me agarró aún más fuerte y me besó. Intenté apartarlo y no pude. Le di una patada y se apartó de mí. Intenté correr pero mis piernas estabán paralizadas. Se acercó de nuevo a mí y se sacó una navaja del pantalón. Me apuntó con ella. - Vaya, una chica peleona, como me gustan a mí. O haces lo que yo te digo o te mat...- le golpearon por detrás y salió corriendo de allí. La persona que me había salvado, susurró algo creí entender como un "Te amo, peque" y se fue de allí. Volví corriendo al hotel, pensando en mi salvador. Esa voz me era familiar. Tan familiar que, pensándolo un poco, me resultaba inconfundible. Al recordar al voz y ponerlo rostro, aceleré más aún mi carrera pensando que estaría allí, esperándome. Llegué y abrí la puerta rápido deseando verle allí. Entré pero no le ví, me metí en mi habitación, me duche y me acosté. Antes de dormir, avisé a todos de que había llegado. Quisieron verme, pero me negué. Notarían el miedo en mis ojos y me preguntarían. Quise evitarlo.

Eran las doce y media y escuché la puerta y me hice la dormida. Tras cinco minutos, sentí su aliento en mi cuello y me giré con los ojos cerrados pretendiendo que estaba dormida. Quedamos con nuestros labios rozándose y el me besó pero no le correspondí al beso. Quería seguir haciéndome la dormida. Sentía unas ganas locas de seguirle el beso, pero me intenté resistir. El calor de su cuerpo, la suavidez de sus labios, la dulzura de su boca al completo... Incoscientemente, le seguí el beso. No pude evitarlo, no podía vivir sin saborear su dulce sabor. Esta vez, sabía a sandía, había comido un chicle de sandía, su favorito al igual que el mío. Al notar ese sabor, sentí más ganas aún de besarle y así lo hice. Seguí besandole durante mucho tiempo más. Cuando no pude respirar, me recosté en su pecho, recuperé el aliento y le miré fijamente con las lágrimas ya corriendo por mis mejillas.

Yo: ¿ Donde te metiste, no sabes lo preocupada que estaba, te busqué por todas partes? No entiendo porque te fuiste, pensé que me querías.

Dani: Aún no puedo decirte lo que hice, con quién ni donde, pero neceisto que confíes en mí. Necesito que confíes en lo mucho que te quiero. - no podía resistirme a esos ojos, no sabía el por qué de que le creyera.

Yo: Te amo, pero necesito que me demuestres cuanto me quieres si quieres que confíe en ti.

Dani: Si lo hago, ¿ Confiarás en mí y no me preguntarás hasta que yo no te lo cuente? - asentí y me besó. Me demostró cuanto me quería como solo él sabía, amaba que lo hiciera casi tanto como yo le amaba a él. Nos quedamos dormidos abrazados. A la mañana siguiente, me sonó un aviso que ponía que ese día era mi cumpleaños. Recibí miles de mensajes de felicitación de todos mis amigos y familiares. A los chicos y a mis amigas les dije que lo mantubieran en secreto hasta la noche. Me giré y le ví mirándome tierno. Sentí el impulso de besarle y así lo hice.

Yo: Te amo Dani.

Dani: Te amo peque. - recogí mi ropa del suelo de la habitación y me duché pensando en si Dani se habría olvidado.

*** NARRA DANI ***

Se fue a ducharse pensando, problablemente, en que me había olvidado de su cumpleaños. Entré en el baño y me quité la ropa. Ella no se había dado cuenta asique, como estaba de espaldas a la mampara de la ducha, me metí en la ducha y la mojé con la alcachofa.

Alba: Dani, que susto, ¿ Por qué vienes?

Yo: Nosé , me apetecía. - nos duchamos juntos y quedamos con los chicos.

Ellos harían lo que les advertí, le había preparado una comida sorpresa a Alba y no quería que lo supiera. Mantendría mi plan en secreto.

Todo por ese rubioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora