capitulo 34.

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Cuando Alba y yo llegamos a la habitacion de David, que era donde habíamos quedado, Carlos quiso hablar a solas conmigo.

Carlos: Tio, podrias haber avisado antes, tenias a todas las chicas superpreocupadas. Sobretodo a Alba, haber si adivinas donde estaba ayer por la tarde.


Dani: Creeme que lo se mejor de lo que tu crees... - dije, pero no me escuchó.

Carlos: Estuvo llorando en la playa porque no habia conseguido encontrarte.

Dani: ¿ De verdad ? - me empecé a sentir culpable de irme sin avisar.


Carlos: ¿ Crees que te mentiria en ese tema?


Dani: Tengo que pedirle perdon.


Carlos: Al menos aprendes. ¿ Ya lo has preparado todo?

Dani: Si, solo me falta la invitada.

Carlos: Y yo digo, ¿tanto has tardado que estuviste todo el día?

Dani: Es que tenía que estar todo perfecto, se lo merece.

Carlos: Venga pervertido romanticón, que nos tenemos que ir ya.

Volvimos con todos los demás y nos fuimos a un bar de las afueras. Eran las doce, a las dos y media tendríamos que estar en casa. Cuando nos sentamos, mandamos todos a Alba a pedir las bebidas a la barra.

Dani: Anda, Alba ve tú, que nunca te toca.- le dije con cara de bueno.

Mónica: Que los mayores tenemos que hablar de cosas de mayores. 

Alba: Soys todos unos vagos, os voy a cobrar por ir a pedirlo que lo sepáis. - se fue a regañadientes y nosotros sacamos todos los regalos. Cuando volvió enfadada, al ver toda la mesa llena de regalos le cambió la cara de enfado a un cabreo fingido.- ¡Os dije que no quería nada, soys todos tontos! - dijo riéndo. Primero fue hacia Mónica que, como estaba a mi lado, yo pensé que venía a abrazarme a mí y me quedé con los brazos estendidos mientras ella abrazaba a su amiga. Me miró de reojo y me saco la lengua. A su lado, estaba Carlos. Le abrazó y le dió un beso a él también mientras me tiraba un beso disimuladamente. Después, a Andrea, mientras me guiñaba un ojo. Más tarde, a Blas, mientras me miraba con una ceja levantada de forma pícara como solo ella sabía. Se dirigió a Natalia y le dió otro abrazo y otro beso ( como a todos hasta ahora), pero esta vez de espaldas a mí. Pasó a Álvaro, le dió un beso y le abrazó mientras movía los labios diciéndome algo. Luego a Paula, esta le dió la vuelta y no pudo mirarme. Se separó de Paula y pasó a David, a quién le dió un largo beso en la mejilla mirándome a mí. Se sentó sin darme un beso ni un abrazo a mí. Le puse un puchero.

Dani: A todos les das besos y abrazos menos a mí...

Alba: Pero te los he dedicado todos, por si no lo has visto.- me miró divertida y yo le puse otro puchero.- Bueno anda, vale. 

Dani: ¡Bien! - me besó la mejilla y yo me quedé allí sentado en la silla, con cara de tonto.- Sabes que no me refería a ese beso.

Alba: Tú lo has querido.- se acercó lentamente hacia mí y me besó. Durante los dos mejores minutos del día, nos besamos y ella, sin que me diera tiempo a reaccionar, me pegó un mordisco en el cuello. - Te lo advertí. 

Dani: No me advertiste nada . - dije rascándome el lugar del mordisco en señal de dolor. 

Alba: Ups, se me olvidó...- se empezó a reír y se fue a por las bebidas que llebaban ya un rato largo en la barra. Regresó, les dió a todos sus bebidas, y se volvió a sentar junto a mí. Cogió todos los regalos de uno en uno. Primero el de Mónica que era una camiseta que le encantó. Después, el de Carlos, que era un peluche que ponía "Loquis" . Después, Andrea. Era una colonia que olía muy bien y eso a mí me venía bien. Sonreí ante ese pensamiento y recibí un colleja por parte de Andrea.

Andrea: Mente calenturienta, no pienses esa cosas.

Dani: Pero si no sabes lo que he pens...

Andrea: Se te nota en la cara. - me reí un poco y observé a Alba volver con sus regalos. Abrió el de Blas, que era una falda que dijo Andrea que la había elegido ella. Se volvió a dirigir a mí.- Anda que no te están los regalos ¿ Eh? 

Todo por ese rubioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora