Capítulo 17

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Se sentaron en el lado Begoniano del lago, Bill apoyándose contra un viejo tocón de árbol con los ojos cerrados mientras el trovador le leía asombrosamente fluido. Bill siempre había sido de la opinión que los campesinos eran demasiado tontos para aprender a leer, pero de alguna manera éste parecía ser muy inteligente, e incluso semi educado. ¿Podría ser que los campesinos no eran tan malos como siempre había pensado?

A diferencia de otros días, el trovador tenía el pelo suelto para secarse y lucía guapo a rabiar, así que Bill había cerrado los ojos para evitar mirarlo fijamente todo el tiempo. En su lugar, trató de concentrarse en su voz tranquila y profunda; ¿acaso siempre había sido tan sexy?

En realidad lo había sido, pero él nunca lo había sentido como tal. Sin embargo había algo en él... La mayoría de las otras personas que conocía hablaban tan rápido y agitado, similar a él, pero este hombre era completamente diferente.

Pasaron toda la tarde junto al lago, Bill escuchando la lectura del trovador mientras Cabra vagaba al azar, mordisqueando la hierba fresca alrededor de la orilla del lago, hasta que el sol lentamente comenzó a esconderse detrás del espeso bosque que los rodeaba.

—Probablemente deberíamos regresar— dijo el trovador lentamente, cerrando el libro que estaba casi terminado.

Con pereza, Bill alzó la cabeza; se había acostado en la hierba y miraba fijamente las nubes esponjosas que pasaban lentamente. —¿Ya? — Preguntó con un suspiro.

—Pronto oscurecerá. — El hombre dijo en voz baja, de repente acostándose a su lado.

Bill volvió la cabeza para echarle un vistazo; él estaba tumbado tan cerca que podía oler el perfume del jabón en su cabello. —Sí. — Bill murmuró lentamente.

El cielo estaba pintado en tonos suaves de amarillo y rosa, y los pocos rayos que brillaban a través de los árboles se reflejaban en el agua, dando a su entorno entero una atmósfera hermosa y romántica. Si Bill hubiera estado aquí con algún hermoso príncipe o princesa -o mejor aún, ese maldito rey Thomas - habría sido el momento perfecto para su primer beso. Solo como en sus fantasías.

Pero como ese no era el caso, volvió la cabeza y se levantó. —Sí. Deberíamos regresar. — El hecho de que en realidad hubiera considerado besar al trovador, a pesar de que era un mendigo sucio, lo asustó un poco. 'No está sucio, se bañó antes ...'

~ * ~

Tom no se había perdido la mirada del príncipe a sus labios; ¿que había estado pasando por su mente? ¿Había estado pensando lo mismo que Tom?

Con un silencioso suspiro, Tom le siguió a Bill y la cabra regresó a su cabaña donde comieron una pequeña cena, que consistió en lo que sobraba del estofado del almuerzo.

—¿Y qué haremos mañana? — preguntó Bill a mitad de su comida.

—Tengo que ir al mercado. ¿Estás seguro de que no quieres venir? Begonia tiene una hermosa ciudad, estoy seguro de que te gustará. —Tom realmente quería mostrar a Bill alrededor de su reino, estar vestido como un mendigo le daba la oportunidad de caminar sin que nadie pudiera reconocerlo.

—No, gracias. Esperaré aquí —dijo el príncipe de inmediato.

~ * ~

No había manera de que pudiera ir a la ciudad con el trovador, ¿y si alguien lo reconocía? ¿Y si el rey Thomas estuviera corriendo por ahí? Absolutamente no. A pesar de que estaba muriendo de aburrimiento y realmente quería ir. Pero no, no podía...

—¿Estás seguro? — El hombre insistió.

—Sí. Realmente no quiero encontrarme con alguien que conozco —Bill murmuró estúpidamente.

El Rey Pico De Tordo - TollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora