El obispo se volvió hacia la princesa Ria. —Princesa Ria, ¿quiere usted tomar a este hombre como su esposo para vivir juntos según la ordenanza de Dios en la santidad del matrimonio? ¿Quiere amarlo, consolarlo, honrarlo y mantenerlo en la enfermedad y en la salud, y renunciar a todos otros, por el resto de su vida?
Ria miró a Tom después de haber estado mirando al obispo. Tom asintió casi imperceptiblemente mientras sonreía suavemente.
—No quiero.
Un fuerte jadeo vino de la reina como de otros incontables huéspedes.
El rey Rodolfo gritó airadamente, pero Ria ya había corrido por el pasillo y estaba fuera de la puerta antes de que el rey terminara de quejarse.
—¡Espere! ¡Princesa Ria!— Gritó Tom, corriendo tras ella mientras sus padres comenzaban a pelear y los invitados expresaban su indignación.
—¡Princesa Ria!— Tom corrió tras ella al otro lado del patio, finalmente alcanzandola; afortunadamente no podía correr muy bien con su vestido elaborado. —¿Qué pasó?— Preguntó confundido, halando de su brazo para pararla.
La joven princesa lo miró con ojos llenos de lágrimas. —Ese era el príncipe William, ¿no?— Preguntó de repente, sorprendiendo a Tom por completo.
—¿Qué?— preguntó confundido.
—Le vi en el jardín con nuestro chef de cocina, Bill, anoche— dijo en voz baja.
Tom tragó secamente. —No creo que ahora mismo sea un buen momento para discutir esto.
—Creo que ahora mismo es el único momento para discutirlo— argumentó. En realidad, Tom no quería discutir esto nunca. Jamas. —Sé que ha estado buscando al príncipe desaparecido durante siete años. Bill afirmó ser de Begonia y comenzó a trabajar aquí hace cinco años. No me perdí su sorpresa de anoche cuando le dije que había preparado su comida. Es él, ¿verdad?— preguntó amargamente.
Tom pensó que se desmayaría por el estrés. —Sí— finalmente logró sacar. —Pero he hecho una promesa y no tengo la intención de romperla. Nunca habrá nada entre mí y el príncipe William otra vez— prometió débilmente, casi quebrandose bajo sus propias palabras.
—Pero-— empezó Ria pero Tom la interrumpió.
—Eso no significó nada— mintió desesperadamente, tratando de no herirla.
Ria sonrió tristemente, resoplando un poco. —Sé que sí. Toda mi vida he estado deseando que alguien me mire de la forma en que lo miraba usted a él. Toda mi vida he estado esperando a mi rey de cuento de hadas que me ame y me aprecie por encima de todos los demás; cuyo corazón sólo fuera mío. Y cuando le conocí, deseé tanto que fuera usted, pero su corazón nunca me pertenecerá. Estoy agradecida más allá de las palabras de que usted no me abandonó en el altar cuando encontró a Bill, sin embargo sé que nunca nos haríamos felices y que usted siempre miraría atrás a una vida de arrepentimiento si no se casa con el príncipe William en vez de yo.
Tom la miró con desconcierto; este no era el tipo de reacción que había estado esperando de la joven. ¿Cómo iba a explicarle esto?
—Eso no es cierto. Estoy listo para casarme con usted— protestó desesperadamente.
—¿Por qué se casaría conmigo en lugar de la persona con la que realmente desea estar? Prometo que me haré cargo de todo - no tendrá que justificar nada delante de nadie— le aseguró con una sonrisa suave y sabia.
Tom de nuevo tragó pesadamente. —No. Quiero casarme con usted— insistió.
Ria frunció el ceño. —¿Por qué?
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El Rey Pico De Tordo - Toll
RomansaCuando el arrogante y superficial príncipe Bill rechaza y llama cruelmente a su pretendiente, el rey Thomas Trümper IV, "Rey Pico de Tordo", sus padres se enojan tanto que proclaman que Bill debe casarse con la próxima persona que se presente a las...