Capítulo 25: Descubrir

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La luz de la luna entraba por la ventana de la habitación, creando un ambiente suave y tranquilo

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La luz de la luna entraba por la ventana de la habitación, creando un ambiente suave y tranquilo. Sin embargo, la pequeña Erina se negaba a dormir. Revoloteaba en su cama, se acomodaba una y otra vez, y finalmente se sentó, con los ojos abiertos y una expresión decidida en su rostro.

—¡No quiero dormir, papá! —proclamó, su voz resonando en la habitación como si fuera un pequeño grito de protesta.

Shigaraki suspiró, sintiendo un ligero agotamiento después de un largo día. Se acercó a la cama, se sentó al borde y la miró con una mezcla de ternura y frustración. Sabía que era hora de dormir, pero también entendía que a veces las noches eran demasiado emocionantes para una niña de su edad.

—Erina, es tarde. Necesitas descansar para mañana —dijo, intentando mantener la calma.

—¡Pero no tengo sueño! —insistió ella, cruzando los brazos con un puchero.

En un momento de inspiración, Shigaraki recordó que su madre solía cantarle cuando era pequeño. Aunque su voz no era la más melodiosa, decidió intentarlo. Se inclinó hacia ella y comenzó a cantar una canción de cuna, una melodía suave que apenas conocía.

—Duerme, pequeña estrella, en el cielo tan brillante,
deja que los sueños vengan, con la luna como guía.
El viento sopla suave, trae susurros de amor,
cierra esos ojitos, te abraza mi corazón...

Mientras Shigaraki cantaba, los villanos que estaban en la sala de descanso comenzaron a escuchar. Toga, con sus ojos brillantes, asomó la cabeza por la puerta.

—¿Estás escuchando eso? ¡Es adorable! —exclamó, cubriéndose la boca para no reír.

Dabi se recargó contra el marco de la puerta, una ceja arqueada mientras observaba la escena. No podía creer lo que veía. Su líder, conocido por su falta de emociones y su carácter áspero, cantando a una niña. Era casi ridículo, pero, de alguna manera, era un espectáculo curioso.

—No puedo creer que eso esté sucediendo —murmuró Dabi, aunque una pequeña sonrisa se asomó en su rostro.

—¿Quién lo diría? —se unió Spinner, intentando contener su risa. —El villano más temido del país, ¡cantando canciones de cuna!

En la esquina, Twice estaba grabando la escena con su teléfono, riendo mientras lo hacía. La imagen de Shigaraki, el infame villano, sentado al borde de la cama de su hija, cantando suavemente, era demasiado encantadora como para dejarla pasar.

—Esto es oro puro —dijo Twice entre risas, disfrutando del momento. —¡Nunca voy a dejar que se me olvide esto!

Shigaraki continuó cantando, sin darse cuenta del espectáculo que había provocado. Erina, en cambio, comenzó a relajarse, dejando que la melodía la envolviera. Sus ojos, que antes estaban llenos de resistencia, empezaron a cerrarse lentamente.

—Duerme, pequeña estrella, los sueños te esperan,
en el cielo oscuro, solo hay luz de amor.
El viento sopla suave, y la luna te abraza,
en mis brazos siempre, estarás llena de paz...

𝐓𝐡𝐞 𝐃𝐞𝐣𝐚 𝐕𝐮 || ˢʰᶤᵍᵃʳᵃᵏᶤ ᵗᵒᵐᵘʳᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora