Capítulo 06: Dueles

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La luz suave de la tarde entraba por las ventanas de la sala común, iluminando el espacio donde Erina se había acomodado en el sofá

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La luz suave de la tarde entraba por las ventanas de la sala común, iluminando el espacio donde Erina se había acomodado en el sofá. Con el biberón en mano, sus ojos grandes y curiosos estaban fijos en la pantalla de la televisión, donde un programa infantil lleno de colores brillantes y personajes animados danzaba alegremente. La melodía pegajosa resonaba en el aire, y a Erina le encantaba.

Shigaraki se encontraba en la cocina, intentando preparar algo para él mientras escuchaba la música de fondo. De vez en cuando, echaba un vistazo a la pequeña, asegurándose de que estuviera bien. La escena era tranquilizadora; la niña que había llegado a su vida estaba disfrutando de un momento de felicidad, algo que ambos necesitaban.

Erina giró el biberón, disfrutando de la leche tibia que Shigaraki había preparado. Mientras tomaba, su mirada se iluminaba cada vez que un nuevo personaje aparecía en pantalla. Su risa, aunque pequeña y suave, resonaba en el corazón de Shigaraki como una melodía, recordándole que incluso en medio del caos, había espacio para la alegría.

A pesar de las circunstancias que los rodeaban, esos momentos le hacían sentir que podía ser un poco más que un villano. Era un protector, y su deber era mantener a Erina a salvo. Se acercó al sofá y se sentó a su lado, dejando a un lado sus pensamientos oscuros y las amenazas que enfrentaban.

—¿Qué estás viendo, Erina? —preguntó con un tono suave, mirando la pantalla.

La pequeña giró la cabeza hacia él, emocionada.

—¡Es un programa de animales! —exclamó, mostrando su biberón como si fuera un trofeo—. ¡Son tan graciosos!

Shigaraki se rió levemente, sintiendo que la tensión de la reciente llamada de Overhaul se desvanecía por un momento. Aun así, sabía que esa tranquilidad no duraría para siempre. Tenía que estar preparado para lo que pudiera venir.

Mientras Erina se concentraba en la televisión, él no pudo evitar observarla con más atención. Su cabello celeste brillaba bajo la luz, y sus ojos rojos reflejaban la inocencia que la rodeaba. Recordó lo que Overhaul había dicho: “Esa pequeña es un activo valioso.” Para él, sin embargo, Erina era más que eso; era un símbolo de esperanza en un mundo que parecía siempre estar sumido en la oscuridad.

—¿Te gustaría ir a dar un paseo después de que termine el programa? —sugirió, esperando que la idea le emocionara.

Erina asintió con entusiasmo, pero en ese momento, una expresión de confusión apareció en su rostro. Miró el biberón y luego a Shigaraki.

—¿Puedo llevar el biberón? —preguntó con curiosidad.

Shigaraki se quedó sorprendido por la pregunta. ¿Por qué no? Era su biberón y estaba en un lugar seguro.

—Claro que sí, puedes llevarlo —respondió, sintiéndose un poco más aliviado al ver que no había perdido la conexión que estaban construyendo.

Mientras tanto, la televisión continuaba con su programa, y Erina se concentraba de nuevo en la pantalla. Shigaraki, por otro lado, se sentó en silencio, observando cómo disfrutaba del momento. A pesar de la batalla que sabía que tendrían que enfrentar, ver a Erina tan feliz le daba fuerzas para seguir luchando.

𝐓𝐡𝐞 𝐃𝐞𝐣𝐚 𝐕𝐮 || ˢʰᶤᵍᵃʳᵃᵏᶤ ᵗᵒᵐᵘʳᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora