𝓨𝓸𝓾𝓻 𝓕𝓸𝓻𝓶𝓾𝓵𝓪 𝓞𝓯 𝓛𝓸𝓿𝓮 •𝓛𝓲𝔁𝓳𝓲𝓷/𝓗𝔂𝓾𝓷𝓵𝓲𝔁 •

ೀNuestra canción

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Yongbok estaba sentado en el borde de su cama, ajustando las cuerdas de su guitarra mientras pensaba en la conversación que había tenido con Minho hace unos días. Su hermano había encontrado la libreta con la canción que había escrito para Hyunjin y, aunque en un principio se sintió avergonzado, Minho lo había animado a mostrársela.

Había prometido enseñarle esa canción a Hyunjin desde hacía tiempo, desde aquel momento en el que él le confesó que la música de Yongbok siempre lo tranquilizaba, incluso cuando no entendía del todo lo que significaba.

Escuchó el timbre de la puerta y, tras unos segundos, los pasos ligeros de Hyunjin acercándose. Cuando Hyunjin apareció en la puerta de su habitación, con una sonrisa tímida y el cabello un poco revuelto por el viento, Yongbok sintió que su corazón se aceleraba. ¿Por qué seguía reaccionando así a su presencia?

-¿Listo para la canción? -preguntó Yongbok, sonriendo para disimular su nerviosismo.

Hyunjin asintió, acercándose y tomando asiento en la esquina de la cama, justo frente a él. Había una expectación en sus ojos, una especie de emoción que hizo que Yongbok sintiera la presión de hacerlo bien.

-Esta es la canción que te prometí -dijo Yongbok, acomodando la guitarra sobre su regazo-. La escribí hace un tiempo, pero... nunca la he tocado para nadie más.

Hyunjin se quedó en silencio, observando a Yongbok con esa mirada suave y atenta que siempre lo desarmaba. Sabía que Hyunjin apreciaba la música, pero más que eso, apreciaba cada pequeña cosa que Yongbok hacía, desde los detalles más simples hasta los más profundos.

Yongbok cerró los ojos por un momento, tomando aire antes de comenzar a tocar. Las primeras notas llenaron el aire con una melodía suave y envolvente, casi como si estuviera susurrando una historia a través de las cuerdas. Su voz se unió poco después, cantando las palabras que había guardado en su corazón desde hacía tanto tiempo. No eran letras explícitas, pero hablaban de sentimientos que no necesitaban ser dichos directamente para ser entendidos. Había algo profundo y genuino en cada verso, una conexión que solo alguien como Hyunjin podría captar.

Mientras la canción continuaba, Yongbok no pudo evitar abrir los ojos de vez en cuando para ver la reacción de Hyunjin. Lo encontró con la cabeza inclinada hacia un lado, sus ojos fijos en él, como si cada nota lo envolviera en una burbuja de calma. Había algo en su expresión, algo indescriptible pero claramente positivo. Como si estuviera entendiendo no solo la música, sino también lo que había detrás de ella.

Cuando la última nota resonó en la habitación, Yongbok dejó que sus dedos descansaran sobre las cuerdas, su respiración un poco entrecortada por los nervios. Miró a Hyunjin, esperando una reacción, cualquier señal de lo que estaba pensando.

Hyunjin no dijo nada al principio, pero se movió lentamente hacia él, levantándose de la cama con suavidad. Antes de que Yongbok pudiera procesarlo, Hyunjin lo rodeó con sus brazos, envolviéndolo en un abrazo cálido y firme. Yongbok se quedó quieto por un segundo, sorprendido, pero pronto relajó los hombros y correspondió al abrazo, cerrando los ojos mientras sentía el latido constante de Hyunjin contra su pecho.

-Gracias -susurró Hyunjin finalmente, su voz temblando apenas-. Esa canción es hermosa, Yongbok. Me... me encanta.

Yongbok sintió una oleada de alivio y felicidad. Todo el nerviosismo que había sentido antes se desvaneció en ese momento, reemplazado por una calidez que parecía llenar cada rincón de su ser. Hyunjin lo había abrazado, y más que eso, había entendido. Había captado la esencia de la canción y había respondido de la manera más genuina posible.

-Me alegra que te haya gustado -murmuró Yongbok, con una sonrisa suave-. La escribí pensando en ti.

Hyunjin se apartó un poco, lo suficiente para mirarlo a los ojos, pero no soltó el abrazo. Lo observó con una mezcla de sorpresa y emoción, como si no hubiera esperado escuchar esas palabras.

-¿En mí? -preguntó, su voz apenas un susurro.

Yongbok asintió, sintiendo el calor subir a sus mejillas. -Sí, Hyunjin. No sé... cuando estoy contigo, las palabras y las notas salen solas. No sé cómo explicarlo, pero es así.

Hyunjin lo miró en silencio por un momento más, y luego su expresión se suavizó aún más. No dijo nada, pero el brillo en sus ojos lo decía todo. Había una conexión entre ellos, algo que iba más allá de las palabras o las canciones. Algo que ambos sabían, aunque todavía no lo dijeran en voz alta.

Yongbok soltó una pequeña risa nerviosa, rascándose la nuca con la mano libre. -No soy muy bueno para hablar de estas cosas, ya sabes. Pero supongo que la música es lo único que realmente sé cómo usar para decir lo que siento.

Hyunjin soltó una pequeña risa, bajando la mirada por un segundo antes de volver a enfocarse en él. -Y lo haces increíblemente bien, Mariposa.

Yongbok sonrió, sintiendo que todo el nerviosismo había desaparecido por completo. En ese momento, mientras Hyunjin lo seguía abrazando, supo que no había nada que temer. Estaban en sintonía, como siempre lo habían estado, pero ahora había algo más profundo y significativo entre ellos. Y aunque las palabras aún no se habían dicho, ambos sabían lo que había detrás de cada nota de aquella canción.

El tiempo parecía detenerse mientras ambos se quedaban en ese abrazo, disfrutando de la cercanía que, aunque silenciosa, lo decía todo.

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