ೀChococat

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Hyunjin caminaba lentamente por la calle, con la brisa suave acariciando su rostro. Era una de esas noches tranquilas que deberían haberlo relajado, pero lo único que sentía era un peso en su pecho, un torbellino constante que no lo dejaba respirar. En su mente, las palabras de Sullyoon seguían resonando. "Hyunie-Oppa, ¿por qué estás triste?". Esa pregunta inocente había dado en el blanco. Ni siquiera él mismo sabía cómo describir lo que sentía.

Cuando llegó a casa, se tiró en su cama, mirando al techo. La música de fondo que solía relajarle apenas servía ahora como distracción. Se preguntaba si algún día podría sentirse en paz con lo que estaba ocurriendo dentro de él.

A pesar de los intentos de ignorarlo, su mente volvía siempre a Yongbok. A la forma en que sus ojos se iluminaban cuando resolvía un problema complicado de matemáticas, o cómo sonreía ligeramente al entender la frustración de Hyunjin. "Esas malditas sonrisas...", pensó. Sonrisas que lo hacían desear más, que lo hacían querer estar cerca, aunque le aterrara lo que eso significaba.

Hyunjin cerró los ojos, intentando convencerse de que podía seguir fingiendo. Fingir que lo único que sentía por Yongbok era simple admiración o gratitud. Pero cada vez que intentaba reprimir sus sentimientos, estos regresaban con más fuerza, como una avalancha imparable.

El día siguiente llegó rápido, y con él, otro encuentro con Yongbok. Esta vez, fue Yongbok quien decidió cambiar el lugar de estudio y sugirió que se vieran en el parque cercano. Hyunjin aceptó la invitación, pensando que estar al aire libre le daría algo de claridad mental. "Quizá, con algo de espacio, podré manejar mejor todo esto", pensó.

El parque estaba lleno de vida. Los niños corrían por todos lados, y el sonido de las bicicletas pasando por los senderos se mezclaba con el murmullo de las hojas movidas por el viento. Sullyoon había insistido en acompañarlos y, como siempre, llevaba a su muñeca de Chococat. Corría de un lado a otro, jugando mientras los observaba con una sonrisa traviesa.

-¡Hyunie-Oppa! -gritó Sullyoon desde una pequeña colina, llamando su atención.

Hyunjin levantó la vista de su cuaderno, sonriendo a pesar de todo el caos que tenía en la cabeza.

-¡Sully, no te vayas tan lejos! -le respondió con cariño.

Sullyoon corrió hacia ellos, con la muñeca de Chococat en la mano. Se plantó frente a Hyunjin con una mirada seria, algo que hacía cuando tenía una misión en mente.

-Hyunie-Oppa, Chococat quiere que sonrías más -dijo, levantando la muñeca en señal de autoridad.

Hyunjin se rió suavemente, tocando la cabeza de Sullyoon.

-¿Ah, sí? Bueno, si Chococat lo dice, creo que debo intentarlo.

Sullyoon asintió con firmeza, contenta con la respuesta. Luego, se volvió hacia Yongbok, quien había estado observando la escena con una sonrisa en los labios.

-Bokkie-Oppa, ¿puedes ayudar a Hyunie-Oppa a sonreír más? -preguntó Sullyoon con una inocencia que hizo que ambos chicos se quedaran en silencio por un momento.

-Haré lo que pueda, Sully -respondió Yongbok finalmente, con una sonrisa suave, aunque sus ojos reflejaban una ligera incomodidad.

Hyunjin sintió cómo su corazón se apretaba ante esa interacción. "¿Cómo puede ser todo tan simple para Sully?", pensó. Para ella, todo se reducía a sonrisas y juegos. Para él, cada mirada o palabra de Yongbok traía consigo una carga emocional que no sabía cómo manejar.

Después de eso, intentaron continuar con el estudio. Yongbok estaba inclinado sobre el cuaderno, explicándole a Hyunjin un concepto complicado de álgebra. Sin embargo, Hyunjin apenas podía concentrarse. Cada palabra que Yongbok decía parecía perderse en el aire, mientras Hyunjin se enfocaba más en cómo sus labios se movían al hablar, en la forma en que su cabello caía suavemente sobre su frente. Todo lo relacionado con Yongbok lo distraía de una manera que nunca antes había experimentado.

-Hyunjin, ¿estás escuchando? -preguntó Yongbok, frunciendo el ceño ligeramente, rompiendo el silencio.

Hyunjin parpadeó rápidamente, intentando disimular su distracción.

-Sí... digo, no. Perdón, ¿puedes repetir eso?

Yongbok soltó una pequeña risa, y Hyunjin sintió un leve golpe en su estómago al escucharla. "Esa risa... maldita sea, esa risa", pensó.

-Estaba diciendo que si quieres, puedo explicártelo de otra forma -dijo Yongbok, inclinándose hacia él para señalar algo en el cuaderno.

Hyunjin asintió, pero apenas escuchaba. Solo podía centrarse en lo cerca que estaban sus rostros, en cómo el cabello de Yongbok rozaba suavemente su mejilla. Podía sentir su respiración, escucharla, y era demasiado. "Si tan solo pudiera... alejarme un poco", pensó, aunque sabía que no quería hacerlo.

-Hyunjin... ¿estás bien? -preguntó Yongbok, su mirada de preocupación ahora más evidente-. Pareces distraído hoy.

-Sí, estoy bien -mintió, sonriendo débilmente-. Solo estoy... cansado.

Sullyoon, que había estado jugando cerca, se acercó de nuevo con su muñeca de Chococat en la mano. Miró a Hyunjin con una expresión de profunda preocupación.

-Hyunie-Oppa, ¿te duele la cabeza? -preguntó, tocando su frente con su pequeña mano.

Hyunjin sonrió con ternura y le revolvió el cabello.

-No, Bonita, no me duele. Solo necesito concentrarme más, eso es todo.

Sullyoon frunció el ceño, claramente no convencida, pero asintió lentamente antes de regresar a su juego, lanzando miradas ocasionales a Hyunjin para asegurarse de que estuviera bien.

Yongbok observó la interacción con una leve sonrisa, pero Hyunjin podía sentir la tensión en el aire. "Por cuánto tiempo más puedo pretender que esto no está pasando?"

Hyunjin miró a Yongbok de nuevo, con una mezcla de deseo y miedo en su pecho. Sabía que, tarde o temprano, tendría que enfrentar esos sentimientos. Pero, por ahora, sonrió. Porque sonreír era más fácil que admitir lo que su corazón realmente deseaba.

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𝓨𝓸𝓾𝓻 𝓕𝓸𝓻𝓶𝓾𝓵𝓪 𝓞𝓯 𝓛𝓸𝓿𝓮  •𝓛𝓲𝔁𝓳𝓲𝓷 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora