ೀCuarto

111 16 67
                                    


˚ ༘ ೀ⋆。˚

La noche había caído sobre la casa, envolviéndola en una calma que contrastaba con el caos en la mente de Hyunjin. Después de cenar y pasar el rato jugando con Miyeon y Yongbok, las cosas habían vuelto a una aparente normalidad. Sin embargo, debajo de esa fachada tranquila, algo estaba a punto de romperse.

Hyunjin se encontraba en su habitación, tumbado en la cama, mirando el techo sin poder conciliar el sueño. No podía dejar de pensar en la expresión de Yongbok cuando había mencionado lo del "malentendido". Había algo en sus ojos, algo doloroso, que no podía sacarse de la cabeza. Era como si sus palabras hubieran herido a Yongbok, pero no entendía por qué. Al fin y al cabo, ¿no era lo mejor fingir que nada había pasado?

Golpeó suavemente el colchón con frustración. Todo esto se estaba volviendo demasiado complicado. Sus sentimientos por Yongbok, los momentos en los que casi cruzaban esa línea que separaba la amistad de algo más... era como si el universo estuviera jugando con ellos, acercándolos y luego alejándolos de nuevo en el último segundo.

Un golpe suave en la puerta lo sacó de sus pensamientos.

-¿Puedo entrar? -La voz de Yongbok se filtró desde el otro lado.

El corazón de Hyunjin se aceleró. ¿Qué hacía Yongbok aquí a estas horas? Pero no podía ignorarlo, así que se levantó lentamente y abrió la puerta. Allí estaba Yongbok, de pie en el umbral, con una expresión serena, pero con una tensión apenas perceptible en sus hombros.

-Claro -dijo Hyunjin, dando un paso hacia un lado para dejarlo entrar.

Yongbok cruzó la habitación con pasos silenciosos, observando los pequeños detalles del cuarto de Hyunjin como si intentara ganar tiempo antes de decir lo que fuera que tenía en mente. Hyunjin cerró la puerta detrás de él y volvió a su cama, esperando en silencio a que Yongbok hablara.

-No pude dormir -admitió Yongbok después de un momento, sin mirarlo directamente-. Estaba pensando en lo que dijiste antes... sobre el malentendido.

El estómago de Hyunjin se revolvió de inmediato. Sabía que este momento iba a llegar tarde o temprano, pero eso no lo hacía más fácil.

-¿Sobre qué parte? -preguntó, aunque ya sabía a dónde quería llegar Yongbok.

Yongbok se sentó en el borde de la cama de Hyunjin, mirándolo finalmente, con esos ojos intensos que siempre parecían ver más allá de lo que él mismo podía ver.

-Hyunjin, no creo que haya sido un malentendido -dijo, su voz suave pero firme-. Lo que pasó ese día... no fue solo un accidente o una confusión. Yo... lo sentí también.

Las palabras de Yongbok golpearon a Hyunjin como una corriente de aire helado, dejándolo congelado en su lugar. ¿Qué significaba eso exactamente? ¿Que él también...? Pero antes de que Hyunjin pudiera formular una respuesta coherente, Yongbok continuó.

-Sé que lo has estado evitando, pero no puedes negarlo para siempre. Algo está cambiando entre nosotros -su mirada no flaqueaba, pero había una vulnerabilidad en su voz que Hyunjin no había escuchado antes-. Y no estoy diciendo que sepas exactamente qué es lo que sientes, pero al menos... no huyas de ello.

Hyunjin tragó saliva, sintiendo que su garganta se secaba. Todo dentro de él le gritaba que debía decir algo, cualquier cosa, pero las palabras no salían. Estaba aterrado de lo que podría pasar si daba un paso en falso. Si admitía lo que había estado sintiendo, si dejaba que esos sentimientos afloraran, ¿qué pasaría después? ¿Y si todo salía mal?

-Yongbok... -empezó a decir, pero su voz se quebró y tuvo que detenerse un segundo para recomponerse-. No es tan fácil.

-Lo sé -dijo Yongbok, y su tono era comprensivo, pero también determinado-. No tiene por qué ser fácil. Pero no podemos seguir actuando como si nada estuviera pasando.

El silencio que siguió fue aplastante. Hyunjin no podía pensar, no podía moverse. Todo lo que había intentado reprimir estaba a punto de salir a la luz, y eso lo aterrorizaba. Sabía que tenía que hacer algo, pero sus sentimientos eran un caos.

-Me estoy volviendo loco pensando en esto -admitió finalmente, sintiéndose vulnerable al decirlo en voz alta-. No sé qué hacer, Bok. No quiero arruinar lo que tenemos, pero tampoco puedo ignorar lo que siento.

Yongbok lo miró, su expresión suave pero llena de comprensión.

-No estás solo en esto -le dijo, su voz baja pero firme-. Yo también he estado confundido. Pero prefiero enfrentar lo que está pasando que fingir que no es real.

Hyunjin asintió lentamente, sintiendo que su corazón latía con fuerza. Aun así, no sabía cómo dar ese paso. Había tantas preguntas sin respuesta, tantas emociones no resueltas entre ellos.

-¿Y si todo se arruina? -preguntó, expresando su mayor miedo en voz alta-. ¿Y si hacemos esto y después no hay vuelta atrás?

Yongbok suspiró, mirándolo directamente a los ojos. -Eso es algo que no podemos saber, pero si no lo intentamos, nunca lo sabremos.

Las palabras de Yongbok resonaron en Hyunjin, y por un momento, se sintió aliviado de que no tuviera que enfrentar esto solo. Había estado asustado de ser el único en sentir algo más que amistad, pero escuchar a Yongbok decir que también lo sentía hacía que todo pareciera un poco menos aterrador.

-Tienes razón -dijo finalmente, con una voz apenas audible, pero que llevaba el peso de la decisión-. No puedo seguir huyendo de esto.

Yongbok le dedicó una pequeña sonrisa, una que parecía contener promesas no dichas. Se levantó lentamente de la cama, caminó hacia Hyunjin y se inclinó hacia él, provocando que el aire en la habitación se volviera aún más denso.

-Cuando estés listo, estaré aquí -murmuró suavemente, dejando que sus palabras colgaran en el aire entre ellos.

Y, antes de que Hyunjin pudiera procesar lo que estaba sucediendo, sintió los labios de Yongbok rozar suavemente su frente en un gesto de despedida. El contacto fue breve, pero suficiente para hacer que el corazón de Hyunjin latiera más rápido de lo que creía posible. El beso fue una mezcla de afecto y ternura, un pequeño atisbo de lo que ambos sabían que aún estaba por descubrirse.

Hyunjin lo observó salir de la habitación, sus pensamientos revolviéndose. La puerta se cerró con un suave clic, y el cuarto quedó en silencio una vez más, pero el caos dentro de él seguía rugiendo. El beso en su frente ardía, recordándole que ya no había vuelta atrás.

˚ ༘ ೀ⋆。˚

𝓨𝓸𝓾𝓻 𝓕𝓸𝓻𝓶𝓾𝓵𝓪 𝓞𝓯 𝓛𝓸𝓿𝓮  •𝓛𝓲𝔁𝓳𝓲𝓷 •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora