𝓨𝓸𝓾𝓻 𝓕𝓸𝓻𝓶𝓾𝓵𝓪 𝓞𝓯 𝓛𝓸𝓿𝓮 •𝓛𝓲𝔁𝓳𝓲𝓷/𝓗𝔂𝓾𝓷𝓵𝓲𝔁 •

ೀ Yongbok

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La tarde caía lentamente sobre la ciudad, envolviendo los edificios y calles en un manto de sombras suaves y colores dorados. En la habitación de Hyunjin, sin embargo, el ambiente era mucho más sombrío. El escritorio estaba abarrotado de libros de matemáticas, hojas llenas de ecuaciones y notas escritas apresuradamente. La luz cálida de la lámpara lanzaba un brillo inquietante sobre las páginas, que parecían desafiar cualquier intento de comprensión. Hyunjin había intentado de todo para mejorar sus notas, pero sus esfuerzos parecían no dar resultado. La fecha del examen se acercaba y la ansiedad se hacía más palpable con cada día que pasaba.

Miyeon, su hermana mayor, había intervenido y prometido la ayuda de Yongbok, el mejor amigo de ella y un prodigio en matemáticas. Aunque Hyunjin apreciaba el gesto, la idea de recibir ayuda de alguien tan brillante también le provocaba un sentimiento de nerviosismo y una creciente presión para demostrar que no era completamente incapaz.

El timbre de la puerta sonó con una claridad que resonó en el silencio de la habitación. Hyunjin sintió un nudo en el estómago mientras se levantaba de la silla. Con un último vistazo a los papeles esparcidos, se dirigió hacia la entrada. Al abrir la puerta, se encontró con Yongbok, quien se presentaba como una figura imponente y calmada a la vez. Yongbok llevaba una mochila al hombro y su sonrisa amigable parecía iluminar el ambiente, aliviando un poco la tensión que sentía Hyunjin.

-Hola, Hyunjin -dijo Yongbok con un tono cálido y tranquilizador-. Gracias por recibirme. ¿Cómo te sientes hoy?

Hyunjin trató de sonar calmado, pero su voz traicionó su nerviosismo. -Hola, Yongbok. Estoy bien, totalmente dispuesto a aprender.

Yongbok entró en la habitación y se acomodó en el escritorio junto a Hyunjin, desplegando una serie de libros y cuadernos que parecía llevar consigo con una facilidad natural. -Vamos a empezar por los conceptos que encuentras más complicados. ¿Por dónde te gustaría comenzar?

Hyunjin miró los libros y cuadernos esparcidos por el escritorio. La vista de todos esos números y símbolos le resultaba abrumadora. -Creo que los problemas de álgebra y las ecuaciones de segundo grado me están costando mucho. Siento que no puedo entender bien cómo aplicar las fórmulas.

Yongbok asintió con comprensión y comenzó a explicar los conceptos básicos con una paciencia casi infinita. -Primero, vamos a revisar la estructura de las ecuaciones cuadráticas. La fórmula general para resolverlas es ****. Lo crucial es sustituir estos valores en la fórmula y luego simplificar.

Hyunjin escuchaba, tratando de seguir el ritmo, pero se dio cuenta de que sus esfuerzos por entender se estaban viendo eclipsados por su confusión. La forma en que Yongbok desglosaba las fórmulas y resolvía los problemas parecía una danza de términos y operaciones que no lograba captar. Aunque intentaba mantenerse enfocado, las palabras de Yongbok se mezclaban en su mente como un galimatías incomprensible.

-¿Podrías repetir eso? -preguntó Hyunjin, sintiendo cómo su frustración aumentaba-. No estoy seguro de entender cómo aplicar la fórmula que mencionaste. Las explicaciones son útiles, pero me cuesta conectar los conceptos con los problemas que tengo.

Yongbok sonrió con paciencia y tomó un momento para aclarar las cosas. -Claro. Vamos a trabajar con un ejemplo práctico. Supongamos que tenemos la ecuación ******. Primero, identificamos los valores de (a), (b) y (c). En este caso, (a = *), (b = *) y (c = *). Sustituimos estos valores en la fórmula para encontrar las soluciones de (x).

Yongbok comenzó a desglosar el proceso, escribiendo cuidadosamente en la pizarra mientras explicaba cada paso. A pesar de la claridad en la explicación, Hyunjin seguía sintiéndose perdido. Cada término y operación parecía desvanecerse en una nube de incomprensión. La atracción que sentía hacia Yongbok solo aumentaba la dificultad de concentrarse en las matemáticas.

Mientras Yongbok resolvía el problema, Hyunjin no podía evitar observar la manera en que sus manos se movían con seguridad sobre la pizarra. Cada gesto de Yongbok, cada movimiento con el marcador, parecía tener una elegancia natural que Hyunjin encontraba fascinante. Su atracción hacia Yongbok era confusa y añadía una capa de incomodidad a su ya complicado proceso de aprendizaje.

-Lo siento, Yongbok -dijo Hyunjin, sintiéndose cada vez más agobiado-. No logro ver cómo todo esto encaja. Me siento tan frustrado porque, a pesar de que estoy intentando seguirte, parece que no puedo captar los conceptos.

Yongbok asintió con comprensión, su expresión reflejaba una mezcla de empatía y determinación. -No te preocupes, Hyunjin. Es completamente normal sentirse así al principio. Vamos a desglosar el proceso en partes más manejables. A veces, descomponer un problema puede hacerlo parecer menos abrumador.

Yongbok continuó desglosando el proceso, abordando cada paso con calma y claridad. Sin embargo, Hyunjin no podía evitar que sus pensamientos divagaran. La forma en que Yongbok explicaba con paciencia y su cercanía física le provocaban una mezcla de emociones que le resultaba difícil de manejar. Cada vez que Yongbok sonreía o le dirigía una mirada alentadora, Hyunjin sentía un torbellino de sentimientos que le desconcertaba.

-¿Todo claro ahora? -preguntó Yongbok, con una expresión esperanzada mientras revisaba el trabajo que Hyunjin había hecho.

-Sí, creo que lo entiendo un poco mejor -respondió Hyunjin, aunque sus pensamientos seguían tambaleándose entre la confusión matemática y una creciente atracción hacia Yongbok-. Pero todavía me siento un poco abrumado.

Yongbok sonrió, su expresión era una mezcla de aliento y satisfacción. -Es normal sentirse abrumado al principio. Lo importante es que estás progresando. Vamos a trabajar en algunos ejercicios más para consolidar lo que hemos visto hoy. Si en algún momento te sientes perdido, no dudes en decírmelo.

A medida que trabajaban en los ejercicios adicionales, Hyunjin intentaba concentrarse en resolver los problemas, pero sus pensamientos seguían desviándose hacia la presencia de Yongbok. La atracción que sentía hacia él era confusa y añadía una capa de incomodidad a su ya complicado proceso de aprendizaje. La idea de expresar sus sentimientos era aterradora y, al mismo tiempo, inalcanzable.

Finalmente, cuando la sesión llegó a su fin, Hyunjin se sintió exhausto, tanto mental como emocionalmente. La mezcla de agotamiento académico y la confusión sobre sus sentimientos era abrumadora. Agradeció a Yongbok con una sonrisa forzada, tratando de ocultar la confusión y el torbellino de emociones internas.

-Gracias por tu ayuda, Yongbok. Siento que todavía tengo mucho que aprender, pero realmente aprecio el tiempo que has dedicado y tu paciencia.

-De nada, Hyunjin -respondió Yongbok con una sonrisa alentadora-. Sigue practicando y no dudes en pedirme ayuda si la necesitas. El aprendizaje es un proceso continuo, y cada pequeño avance cuenta.

Hyunjin observó cómo Yongbok se alejaba de la casa, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza. Sabía que tenía que enfrentar tanto sus dificultades académicas como sus sentimientos complicados. Mientras veía a Yongbok partir, se dio cuenta de que las matemáticas ya no eran solo un desafío académico, sino también un camino para explorar sus emociones internas. Regresó a su habitación con una determinación renovada, pero también con un nudo en el estómago, preparándose para enfrentar tanto el examen como el enigma de sus propios sentimientos. La lucha por entender las matemáticas se había convertido en una batalla personal, donde el mayor desafío parecía ser el de comprenderse a sí mismo.

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